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Crece la alarma por el debilitamiento de los ejércitos y los arsenales vacíos en Europa
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Una Europa militarmente débil

Crece la alarma por el debilitamiento de los ejércitos y los arsenales vacíos en Europa

Los recortes presupuestarios y una industria armamentística erosionada han vaciado los servicios armados; la invasión rusa de Ucrania revela los riesgos

Foto: Soldados daneses, durante unos ejercicios en Estonia. (EFE/Valda Kalnina)
Soldados daneses, durante unos ejercicios en Estonia. (EFE/Valda Kalnina)
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El Ejército británico —el principal aliado militar de Estados Unidos y el que más gasta en defensa de Europa— solo tiene unos 150 tanques desplegables y quizá una docena de piezas de artillería de largo alcance en buen estado. Tan vacía estaba la armería que el año pasado el Ejército británico consideró la posibilidad de retirar varios lanzacohetes de museos para modernizarlos y donarlos a Ucrania, idea que fue desechada.

Francia, el siguiente país que más gasta, tiene menos de 90 piezas de artillería pesada, el equivalente a lo que Rusia pierde aproximadamente cada mes en el campo de batalla de Ucrania. Dinamarca no tiene artillería pesada, submarinos ni sistemas de defensa antiaérea. El Ejército alemán tiene munición suficiente para dos días de batalla.

En las décadas transcurridas desde el final de la Guerra Fría, los gobiernos occidentales toleraron unos ejércitos europeos debilitados porque Estados Unidos, con su enorme poderío militar, apuntalaba la Organización del Tratado del Atlántico Norte y la política de defensa en Europa. El año pasado, Estados Unidos representó casi el 70% del gasto en defensa de la OTAN.

Pero la alarma ha crecido a medida que Estados Unidos ha ido adoptando una postura más aislacionista, y a medida que resurge la idea de una amenaza potencial para Europa por parte de Rusia, tras casi dos años de sangrientos combates en Ucrania.

Foto: Charles Michel (izquierda), presidente del Consejo Europeo, junto a Jens Stoltenberg (centro), secretario general de la OTAN, y Ursula von der Leyen (derecha), presidenta de la Comisión Europea. (Reuters/Johanna Geron)

Rusia no representa un peligro militar inmediato para Europa, y los líderes militares y políticos occidentales creen que Rusia está contenida por ahora gracias a su guerra de desgaste en Ucrania. Pero si Rusia vence finalmente en Ucrania, pocos dudan de la capacidad de Moscú para rearmarse completamente en un plazo de tres o cuatro años y causar problemas en otros lugares. El presidente ruso, Vladímir Putin, lleva años lamentando la pérdida de un imperio ruso que abarcaba Ucrania y otras naciones del este de Europa, incluidos los países bálticos.

Gran parte de la capacidad industrial de Europa para fabricar armas se ha erosionado a lo largo de años de recortes presupuestarios, y revertir esta situación es un reto en un momento en que la mayoría de los gobiernos se enfrentan a restricciones presupuestarias debido al lento crecimiento económico y al envejecimiento de la población, así como a una gran oposición política a recortar el gasto social para financiar la defensa.

Europa se ha "desmilitarizado sistemáticamente porque no necesitaba gastar el dinero", gracias a la falta de una amenaza aparente y al dominio militar de Estados Unidos en todo el mundo, según Anthony King, profesor de estudios bélicos en la Universidad de Warwick. "Básicamente se han dormido".

La guerra de Ucrania ha dejado clara la profundidad del problema de Europa.

Foto: Vladímir Putin. en una conferencia en vídeo. (Reuters)

"Aunque el poderío económico e industrial combinado de los países de la OTAN empequeñece al de Rusia y sus aliados, nos estamos dejando superar", advierte Anders Fogh Rasmussen, ex secretario general de la OTAN. "Ucrania está ahora en una guerra de desgaste, si no nos ponemos serios en la producción de municiones la amenaza de guerra probablemente se acercará a nosotros".

Ayuda a Ucrania

El presidente Biden ha reafirmado el firme apoyo de Estados Unidos a la OTAN y ha dicho que la alianza es más fuerte que nunca. Pero el expresidente Donald Trump, que se presenta de nuevo a las elecciones de 2024, ha cuestionado repetidamente el valor de la OTAN. Aunque respaldó la cláusula de defensa colectiva de la OTAN, se enfrentó a los líderes de la Alianza por la financiación y el número de tropas estadounidenses. Los líderes de ambos partidos políticos llevan tiempo instando a Europa a pagar más por su propia defensa.

Los esfuerzos por aprobar una nueva ayuda estadounidense a Ucrania se han topado con la resistencia de los republicanos en el Congreso, y los combates en Gaza han desviado la atención política estadounidense de Ucrania. La Casa Blanca ha declarado que Estados Unidos no podrá seguir suministrando más armas y equipos a Ucrania si el Congreso no aprueba fondos adicionales antes de finales de año.

Foto: European Focus

Los países europeos han prometido miles de millones en ayuda a Kiev, pero han declarado que se enfrentan a limitaciones económicas y de producción de armamento. Si Estados Unidos deja de proporcionar la mayor parte de la ayuda, Europa no dispone de reservas para compensar la diferencia, ni puede reabastecer a Ucrania y reconstruir sus propias fuerzas al mismo tiempo. El jefe del comité militar de la OTAN, el almirante holandés Rob Bauer, dijo este año que Europa podría estar cerca de "ver el fondo del barril" en términos de lo que podría ofrecer a Ucrania.

Parece improbable que la Unión Europea cumpla su promesa de suministrar un millón de proyectiles de artillería a Kiev para esta primavera, de los que solo ha suministrado un tercio. Corea del Norte, una dictadura empobrecida con una población de 25 millones de habitantes, ha enviado más de un millón de proyectiles a Rusia en el mismo periodo, según funcionarios occidentales y declaraciones del gobierno ruso.

Las autoridades ucranianas han declarado que, si la ayuda se agota por completo, no podrán proseguir una campaña militar que ya atraviesa dificultades para recuperar las tierras perdidas y podrían ser incapaces de contener a las unidades rusas apoyadas por un país mucho más grande y con mayores reservas de mano de obra.

El general Patrick Sanders, el comandante de mayor rango del Ejército británico, compara este momento de la historia europea con 1937, cuando el Reino Unido y sus aliados debatían si finalmente tendrían que plantar cara a Hitler. "La lección de los años treinta es que cuando el contexto estratégico y las amenazas empiezan a aumentar, y creo que eso es lo que hemos visto, entonces hay que empezar a prepararse para ello", sentenció, desde su despacho en el Ministerio de Defensa de Londres.

Foto: El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se reúne en Kiev con el senador demócrata estadounidense Richard Blumenthal. (Reuters)

Putin podría presionar a otros países no pertenecientes a la OTAN, como Moldavia o Georgia, lanzar ataques de sabotaje en el Báltico o reforzar aún más la presencia militar rusa en Kaliningrado, un enclave estratégico ruso situado entre Polonia y Lituania, según Mark Sedwill, ex asesor de seguridad nacional del Reino Unido.

Polonia se ha apresurado a reforzar su ejército y tanto Finlandia como Suecia se han unido a la OTAN para obtener sus garantías de seguridad.

Durante la Guerra Fría, las fuerzas convencionales europeas eran mucho menores que las soviéticas, por lo que la disuasión se basaba en la amenaza de una respuesta nuclear en caso de que la URSS atravesara el continente para ampliar el Telón de Acero. Pero es probable que ninguna de las pequeñas acciones de la Rusia actual merezca el riesgo de una guerra nuclear, por lo que resulta vital una mayor disuasión militar convencional, según Sedwill.

El gasto militar entre los países de la OTAN cayó de alrededor del 3% de la producción económica anual durante la Guerra Fría a alrededor del 1,3% en 2014, según datos de la OTAN. Las cosas empezaron a cambiar tras la invasión rusa de Crimea en 2014, pero solo lentamente. En la última década, el gasto en defensa de la UE aumentó un 20%, según el Parlamento Europeo. En el mismo periodo, Rusia y China dispararon sus presupuestos de defensa casi un 300% y cerca de un 600%, respectivamente.

Foto: Recep Tayyip Erdogan se da la mano con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson. (EFE/Henrik Montgomery)

Una Europa militarmente débil supone un enorme cambio para un continente que contó con las mejores fuerzas armadas del mundo al menos desde principios del siglo XVI hasta la década de 1940, un periodo de cinco siglos en el que los ejércitos y el poder naval europeos dividieron el mundo en imperios globales. Ese dominio terminó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los ejércitos de la región se pulverizaron mutuamente por segunda vez en aproximadamente dos décadas. Después de aquello, Estados Unidos y la URSS se erigieron como grandes potencias.

Durante la Guerra Fría, las naciones europeas de ambos lados del Telón de Acero mantuvieron ejércitos robustos. Los dividendos de la paz tras la Guerra Fría permitieron a los gobiernos recortar el gasto militar en favor de todo lo demás, desde las pensiones hasta la sanidad, aumentando la riqueza y el nivel de vida en todo el continente, pero dejando a sus ejércitos vacíos.

El Ejército alemán, que al final de la Guerra Fría contaba con medio millón de hombres en Alemania Occidental y otros 300.000 en Alemania Oriental, cuenta ahora con 180.000 efectivos. En los años ochenta, Alemania Occidental contaba con más de 7.000 carros de combate; la Alemania reunificada tiene ahora 200, de los cuales es probable que solo la mitad estén en condiciones operativas, según funcionarios del gobierno. La industria del país solo puede fabricar unos tres carros al mes, según estos funcionarios.

Foto: Soldados ucranianos en las cercanías de la ciudad de Avdivka. (Reuters)

"Las fuerzas armadas carecen de todo", afirmó Eva Högl, comisaria parlamentaria para las fuerzas armadas alemanas, al presentar las conclusiones de su informe a principios de este año. Las bases militares alemanas no solo carecen de armamento y munición, sino también de aseos e Internet, afirmó. Una unidad de helicópteros de ataque lleva una década esperando a que se les proporcionen cascos, según sus conclusiones.

Países Bajos disolvió su última unidad de tanques en 2011 y los pocos que le quedaban se incorporaron al Ejército alemán. El servicio militar obligatorio se suprimió en la mayoría de los países europeos tras la Guerra Fría.

En la actualidad, Rusia, China y la India están clasificadas como potencias militares más potentes que el Reino Unido, el ejército europeo mejor valorado, mientras que Corea del Sur, Pakistán y Japón están por encima de Francia, la segunda potencia europea mejor valorada, según Global Firepower, un sitio web que utiliza datos públicos para publicar una clasificación anual de la fuerza militar.

Foto: Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, en una imagen de archivo. (EFE/Ministerio de Exteriores de Rusia)

Corea del Sur, donde la Guerra Fría nunca terminó debido a la amenaza de Corea del Norte, tiene ahora un ejército de aproximadamente medio millón de efectivos —más que el Reino Unido, Francia y Alemania juntos—. También cuenta con una industria militar de categoría mundial que está ayudando a armar a Polonia.

Contrainsurgencia

Los militares y líderes políticos estadounidenses llevan mucho tiempo instando a Europa a que asuma una mayor carga militar, incluidos todos los presidentes estadounidenses desde los tiempos de Eisenhower, quien advirtió a los aliados de Europa Occidental en 1959 que corrían el riesgo de "convertir en un imbécil al Tío Sam" si no gastaban más de su propio dinero en defensa.

En 2014, los aliados de la OTAN acordaron avanzar hacia un gasto del 2% de la producción económica en defensa en el plazo de una década. Este año, se espera que solo 11 de los 31 miembros de la OTAN alcancen el objetivo, según el grupo.

Pocos días después de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, Alemania se comprometió a destinar 100.000 millones de euros a defensa en un aumento excepcional del gasto, pero se espera que a finales de este año solo se haya destinado alrededor del 60% de esa cantidad.

Las guerras de Afganistán e Irak, combinadas con los recortes presupuestarios militares, hicieron que la mayoría de los ejércitos europeos estuvieran construidos para operaciones de contrainsurgencia en países lejanos, y mal equipados para luchar contra un enemigo bien armado en una guerra terrestre cruenta, al estilo de Ucrania.

Foto: Lanzador de misiles M903 PAC-2 del sistema Patriot (Ejército EEUU)

Gran Bretaña invirtió en equipos ligeramente blindados, como Land Rovers blindados, en lugar de artillería pesada, al enfrentarse a enemigos peor equipados.

La idea era "para nosotros, todas las guerras son opcionales", explica Simon Anglim, historiador militar del King's College de Londres.

Putin ha cambiado eso. Desde 2005, ha insinuado abiertamente su objetivo de recuperar partes perdidas de la antigua Unión Soviética, como Armenia y Georgia.

Esto ha aumentado la tensión con Occidente como pocos esperaban hace tan solo una década.

Polonia, Finlandia y los países bálticos —todos ellos fronterizos o limítrofes con Rusia— son los que más rápidamente han reforzado sus ejércitos. Polonia dijo que quiere gastar más del 4% de su producción económica anual en defensa el próximo año, casi el doble que en 2022. El país podría tener las fuerzas convencionales más fuertes de Europa en dos o tres años, según Bence Nemeth, director del programa académico del curso de Estado Mayor Avanzado de la Academia de Defensa del Reino Unido, el programa militar de posgrado más importante del país.

El gasto ruso en defensa nacional aumentará hasta el 6% de su producción económica el próximo año, desde el 3,9% de este año, según el Ministerio de Finanzas ruso. Sería el nivel más alto desde la desaparición de la Unión Soviética, según los economistas que siguen los datos. Si la guerra de Ucrania se detuviera hoy, Rusia tardaría entre tres y cinco años en reconstruir la capacidad suficiente para atacar a otro país, según la inteligencia militar de Estonia.

Foto: El presidente ruso Vladímir Putin asiste a la ceremonia de entrega de los premios por el "Día de Rusia". (EFE / Yuri Kadobnov)

"Es difícil imaginar un escenario en el que Rusia no se reconstruya y, a finales de la década de 2020, sea capaz de aprender muchas lecciones por sí misma y disponer de un ejército formidable que podría suponer una amenaza" para Europa, advierte Malcolm Chalmers, subdirector del Royal United Services Institute, un grupo de expertos militares, en Londres.

Aunque Rusia no divulga datos sobre su fabricación de armas, las líneas estadísticas de sus informes de producción industrial indican un crecimiento significativo. La producción de productos metálicos acabados —una línea que, según los analistas, incluye armas y municiones— aumentó un 31% en los 10 primeros meses del año en comparación con el periodo del año anterior. Otras líneas asociadas a la producción militar también aumentaron. La producción de ordenadores, productos electrónicos y ópticos subió un 34%, y la denominada ropa especial se disparó más de un 37%. En cambio, la producción de medicamentos bajó en torno al 2%.

Alemania es actualmente incapaz de librar una guerra de defensa y debe rearmarse ante la masiva concentración militar rusa, según declaró el comandante de las fuerzas armadas alemanas. "Debemos hacernos a la idea de que quizá tengamos que librar una guerra de defensa", declaró el domingo el general Carsten Breuer al diario Frankfurter Allgemeine. El reino de paz al que la sociedad se ha acostumbrado "ya no existe", afirmó.

No es lo bastante rápido

Para los políticos europeos, gastar más en defensa es una tarea difícil, sobre todo en un momento de estancamiento del crecimiento económico, aumento de los costes de endeudamiento público y envejecimiento de la población, que ejercerá presión sobre los presupuestos públicos en los próximos años.

Foto: Funeral de un soldado ruso muerto en Ucrania. (Retuers/Anton Vaganov)

Algunos funcionarios europeos afirman que, una vez unidas, las fuerzas de la OTAN son tecnológicamente superiores a las rusas, aunque la capacidad de la OTAN para luchar conjuntamente no se ha puesto a prueba. Ucrania es la prueba de que una fuerza más pequeña pero mejor gestionada puede desafiar a un monstruo como Rusia.

Aun así, los analistas militares dicen que las fuerzas ucranianas están teniendo problemas para desalojar a los rusos en parte porque Rusia tiene ventajas en número de soldados y equipamiento, lo que podría marcar la diferencia si Estados Unidos paraliza su apoyo y Europa se queda sin equipamiento militar que dar.

"La gente puede decir que los rusos se han llevado la peor parte y que no debemos preocuparnos. Es un argumento válido, pero ignora la fuerza residual rusa", subraya John Deni, profesor de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos y experto en ejércitos europeos. "Si los rusos nos plantean un problema masivo en Europa, el reto es, ¿pueden cubrirlo la tecnología y las capacidades avanzadas? Y ahí vemos algunos retos".

Foto: Una mujer camina delante de un mural de Vladímir Putin en Belgrado, Serbia. (Reuters/Marko Djurica)

Otra gran preocupación es el tiempo necesario para que la base industrial de defensa europea cambie de marcha si crece la amenaza rusa. "No cabe duda de que se está gastando más dinero, pero el aumento de la capacidad militar podría tardar años en llegar", afirma Nan Tian, investigador principal del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz, que realiza un seguimiento del gasto militar mundial.

El Ejército británico está ampliamente considerado como dirigido por soldados muy capaces y cuenta con unas de las mejores fuerzas especiales del mundo.

Sin embargo, el gasto en defensa como porcentaje del PIB del Reino Unido se redujo a la mitad desde mediados de la década de 1980, hasta situarse en torno al 2,2%, y el ejército solo ahora se está modernizando. Una combinación de financiación insuficiente y acuerdos de adquisición chapuceros para la modernización de equipos debilitó el servicio. "Se necesita una fuerza aérea muy capaz. Se necesita una marina muy capaz. Las tenemos. Pero si no tienes un ejército, estás incompleto", sentenció Sanders, comandante en jefe del Ejército británico.

Gran Bretaña no ha tenido una división acorazada totalmente desplegable desde la Guerra del Golfo de 1991, según declaró recientemente ante el Parlamento Ben Wallace, que fue secretario de Estado de Defensa del Reino Unido hasta finales de agosto.

Foto: Guerra Ucrania Rusia | Últimas noticias en directo. (EFE/Sersey Dolzenko)

Sanders afirmó que el Reino Unido había asumido un riesgo al permitir que disminuyeran sus reservas y se atrofiara su base industrial. Afirmó que en el último año ha pasado más tiempo visitando fábricas que inspeccionando a las tropas sobre el terreno.

Gran Bretaña anunció en 2020 su mayor aumento del gasto en defensa desde la Guerra Fría. Pero se espera que el tamaño total del ejército se reduzca a 72.500 soldados a tiempo completo, frente al objetivo anterior de 82.000. Está sustituyendo sus 227 carros de combate por 148 versiones más modernas, pero éstas no se desplegarán hasta 2027. De sus 227 carros actuales, solo 157 pueden desplegarse en un plazo de 30 días y quizá solo 40 funcionen a pleno rendimiento y estén listos para entrar en acción, según los analistas militares, ya que muchos están almacenados o en proceso de modernización.

El Reino Unido se ha comprometido a aumentar el gasto en defensa hasta el 2,5% del PIB, pero solo cuando las condiciones económicas lo permitan.

Sanders declinó hacer comentarios sobre la cantidad de equipos que el Ejército estadounidense podría desplegar actualmente. Dijo que el ejército recibirá una media de 200 nuevos vehículos blindados al año entre 2024 y 2028. También abordará el déficit de capacidad de munición, aunque declinó dar un calendario.

"Como persona responsable de ello, no es lo suficientemente rápido", dijo Sanders.

Foto: Robles y Valcarce, en la fábrica de Santa Bárbara Sistemas. (EFE/José Manuel Vidal)

El Ministerio de Defensa encargó este año a BAE Systems proyectiles de artillería y munición por valor de 410 millones de libras (unos 515 millones de dólares) para multiplicar por ocho la producción. Pero esa capacidad de producción no se alcanzará hasta dentro de dos años. También compró 14 sistemas de artillería Archer a Suecia para sustituir a las 32 piezas de artillería de largo alcance AS90 que entregó a Ucrania, cubriendo así un vacío hasta que lleguen los propios sistemas de artillería de largo alcance mejorados del Reino Unido a finales de esta década. "Estamos siguiendo la trayectoria correcta", declaró James Cartlidge, ministro británico de Adquisiciones de Defensa.

Los nuevos vehículos blindados de reconocimiento del Ejército británico, denominados Ajax, demuestran cuánto tiempo puede llevar la modernización de una fuerza de combate. Un día de otoño, un grupo de oficiales del ejército observaba bajo una lluvia torrencial cómo dos vehículos Ajax surcaban las llanuras fangosas del suroeste de Inglaterra. Era la primera vez que el Ajax se utilizaba en un ejercicio militar, 13 años después de que el ejército anunciara por primera vez que los compraría.

Encargados inicialmente con un coste de 5.500 millones de libras esterlinas para sustituir a los vetustos vehículos de reconocimiento sobre orugas utilizados desde la década de 1970, los Ajax, fabricados por la filial británica de General Dynamics, sufrieron numerosos problemas técnicos. Durante las pruebas, cientos de soldados enfermaron físicamente debido a las vibraciones y el ruido al conducirlos. Los retrasos fueron tan largos que el ejército tuvo que prorrogar el uso de sus vehículos de la época de los setenta.

Esos problemas ya están solucionados. Pero los casi 600 nuevos vehículos no estarán totalmente desplegados hasta finales de 2028. Mientras tanto, el nuevo kit de comunicaciones de alta tecnología que se supone que utiliza el Ajax también se retrasa, quizás incluso más tiempo.

-Con la contribución de Georgi Kantchev.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal.

El Ejército británico —el principal aliado militar de Estados Unidos y el que más gasta en defensa de Europa— solo tiene unos 150 tanques desplegables y quizá una docena de piezas de artillería de largo alcance en buen estado. Tan vacía estaba la armería que el año pasado el Ejército británico consideró la posibilidad de retirar varios lanzacohetes de museos para modernizarlos y donarlos a Ucrania, idea que fue desechada.

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