Suecia en el laberinto: su último escollo para entrar en la OTAN ya no es el que crees
Hungría recrimina a Suecia un vídeo publicado en la televisión pública hace 4 años en el que se menciona la deriva antidemocrática del país desde la llegada del presidente Viktor Orbán
Suecia se ha encontrado con otra piedra en su camino hacia la OTAN. Tras la última cumbre de los países miembros de la Alianza celebrada en Vilnius, parecía que Estocolmo ya había conseguido lo más difícil de su proceso de adhesión. En esa reunión, alcanzó un acuerdo con Turquía para que el Parlamento turco aprobara el ingreso del país escandinavo a la alianza militar "lo más pronto posible", según declaró Jens Stoltenberg. El secretario general de la alianza declaró ese día como "histórico", pero las esperanzas suecas han vuelto a disiparse.
Esta vez, sin embargo, no ha sido por el choque con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan relacionado con las quemas del Corán o la extradición de militantes prokurdos. La polémica que amenaza con complicar la adhesión de Suecia se centra ahora en el Gobierno del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, que aún no ha dado el visto bueno a la entrada de los nórdicos. De todos los estados miembros de la alianza militar, la entrada de Estocolmo solamente depende de Turquía y Hungría para completarse, y ambos países han dicho que coordinan estrechamente su postura en la decisión ante Suecia.
Hungría fue uno de los primeros países en aprobar el ingreso de Finlandia. En cambio, ha retrasado durante meses el voto en su parlamento para aprobar la candidatura de Suecia. Tres días después de la cumbre en Vilnius, el portavoz del Parlamento húngaro señaló que la cámara podría estar lista para tratar la adhesión de Suecia "a mediados de septiembre". No obstante, el pasado fin de semana el portavoz húngaro avisó que la votación para aprobar la solicitud del país escandinavo se podía volver a retrasar. La decisión de Budapest se explica por las recriminaciones del Gobierno de Orbán hacia Suecia por un vídeo emitido en la televisión pública hace cuatro años. En la grabación, se describe a Hungría como un país que ha tomado una dirección antidemocrática tras la llegada al poder del partido político Fidesz, un hecho que ha hecho enfurecer al ejecutivo liderado por Orbán.
El vídeo que encendió la polémica
La polémica empezó en el momento en el que Balázs Orbán, diputado de Fidesz y mano derecha del presidente húngaro, decidió publicar en X (antes Twitter) el vídeo de 10 minutos que emitió en 2019 el canal público sueco UR (dedicado a contenidos educativos para el público infantil y juvenil). "Un vídeo educativo impactante aprobado por el Gobierno sueco ataca a Hungría", escribía Balázs Orbán en redes sociales.
‼️Shocking teaching video approved by the 🇸🇪#Swedish government attacking 🇭🇺#Hungary!
— Balázs Orbán (@BalazsOrban_HU) September 13, 2023
How should we convince Hungarian MPs to back Sweden's #NATO membership when our democracy is repeatedly questioned, insulting both our voters and the entire country?
Actions like this will… pic.twitter.com/atSYIkqNsi
El reportaje formaba parte del programa La UE en el foco, centrado en la actualidad europea, y el episodio empezaba con la pregunta: "¿Qué pasa si los estados miembros empiezan a violar los valores democráticos?". En el vídeo se destacaba como la democracia húngara se ha visto reducida desde que Viktor Orbán llegó al poder en 2010, y ponía como ejemplo de ello la falta de independencia del poder judicial, la disminución de la libertad en los medios de comunicación y en el mundo científico, y las restricciones en los derechos y libertades de las minorías en el país. "¿Cómo pueden convencer a los miembros del parlamento húngaros para que den apoyo a la adhesión de Suecia a la OTAN cuando nuestra democracia es cuestionada repetidamente y tanto nuestros votantes como nuestro país entero son insultados?", escribía Balázs Orbán a la red social X.
La publicación fue compartida por el portavoz del Gobierno húngaro, Zoltan Kovacs y por otros diputados del partido Fidesz como Gergely Gulyás. "Si el vídeo se proyecta en las escuelas públicas, significa que Suecia está haciendo todo lo posible para impedir que Hungría ratifique su adhesión a la OTAN", añadió Gulyás.
Las reacciones provocaron también la respuesta oficial del ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, que publicó una carta dirigida a su homólogo sueco. En el texto compartido en las redes sociales, Szijjártó acusaba a Estocolmo de hacer "comentarios injustos" sobre el estado de la democracia en Hungría, un hecho que, según el ministro, está en "contradicción" con el intento de Suecia de unirse a la alianza militar de la OTAN. En las palabras dirigidas al ministro de Exteriores sueco, Szijjártó avisaba que "esta contradicción se ha vuelto aún más fuerte y definitivamente no ayuda a que se cumplan sus demandas continuamente planteadas", subrayó.
Posteriormente, el portavoz del Gobierno húngaro, Zoltan Kovacs publicó otro vídeo en el que elevaba todavía más el tono entre Budapest y Estocolmo, al afirmar que "durante una década Hungría fue calumniada no solo por Suecia, sino también por países como Alemania, Bélgica y los Países Bajos". Además, señaló que "los políticos, los medios de comunicación y también las cadenas de televisión estatales han mentido y difamado al gobierno húngaro porque no sigue a la izquierda liberal", afirmó Kovacs.
Una excusa para frenar la adhesión
Frente a la polémica, desde el ministerio de Asuntos Exteriores de Suecia se ha seguido una estrategia de no responder a las críticas de Hungría y han rechazado hacer comentarios sobre los hechos. Sin embargo, según la prensa sueca, los diplomáticos nórdicos creen que Budapest no quiere ser el último país en confirmar la adhesión, de modo que interpretan que un aumento de la oposición puede indicar que Turquía tampoco está cerca de aprobar su adhesión.
Para Pia Gripenberg, analista en el periódico Dagens Nyheter, "no es casualidad que de repente Hungría descubra un video de hace cuatro años y lo vincule a la votación de Suecia en la OTAN". Según la experta, los acontecimientos de los últimos días "coinciden con el hecho de que Erdogan ha vuelto a hablar de la adhesión". Además, recuerda que en la última reunión del G-20 celebrada hace una semana, el presidente Erdogan y el estadounidense, Joe Biden, hablaron sobre la negativa del Congreso para aprobar la exportación de aviones caza F-16 a Turquía.
Tras la rueda de prensa posterior al encuentro, el mandatario turco acusó a Biden de relacionar esta negativa con la adhesión de Suecia en la OTAN. "Al final, la adhesión de Suecia parece que todavía depende de la venta de aviones norteamericanos a Turquía", escribía Gripenberg.
Por otra parte, Paul Levin, profesor en relaciones internacionales en la Universidad de Estocolmo, también calificaba la polémica con Hungría como "solamente un pretexto para tratar otros intereses". En una entrevista a la cadena pública sueca SVT, Levin subrayaba los fuertes vínculos económicos y energéticos que aún unen Hungría con Rusia. "(El hecho de) que se retrase la expansión de la OTAN, solo beneficia a Rusia", apuntó el experto. Por el momento, el Parlamento húngaro volverá a reunirse en pleno a finales de setiembre, pero aún no está claro si la ratificación de Suecia entrará en el orden del día.
Suecia se ha encontrado con otra piedra en su camino hacia la OTAN. Tras la última cumbre de los países miembros de la Alianza celebrada en Vilnius, parecía que Estocolmo ya había conseguido lo más difícil de su proceso de adhesión. En esa reunión, alcanzó un acuerdo con Turquía para que el Parlamento turco aprobara el ingreso del país escandinavo a la alianza militar "lo más pronto posible", según declaró Jens Stoltenberg. El secretario general de la alianza declaró ese día como "histórico", pero las esperanzas suecas han vuelto a disiparse.
- Erdogan da su visto bueno y desbloquea el ingreso de Suecia en la OTAN Nacho Alarcón. Vilna
- Presión, enfado y éxito: una OTAN repolitizada muestra en Vilna su nueva cara junto a Ucrania Nacho Alarcón. Vilna
- La OTAN supera las dudas de EEUU y Alemania e "invitará" a Ucrania "cuando se den las condiciones" Nacho Alarcón. Vilna