La OTAN supera las dudas de EEUU y Alemania e "invitará" a Ucrania "cuando se den las condiciones"

Los líderes de la OTAN han acordado "extender una invitación a Ucrania para unirse a la Alianza cuando los aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones", según había adelantado una fuente aliada y ha confirmado durante una rueda de prensa Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza Atlántica. Los aliados, que se reúnen este martes y miércoles en Vilna (Lituania), ofrecerán a Ucrania un ingreso más sencillo y rápido en la alianza militar, aunque sin plazos fijos, ni condiciones concretas, ni promesas incondicionales, ni automatismos. Fuentes aliadas han explicado que Estados Unidos y Alemania han tenido que hacer cesiones importantes en los últimos días, ya que en un primer momento se oponían a la idea de incluir la referencia a "extender una invitación" en el texto final. "La palabra invitación no estaba hace dos días", explica una fuente aliada. Otra fuente diplomática señala que la cumbre "no es coreográfica, es de trabajo", y que ese trabajo sobre el texto final que han acordado los líderes ha continuado durante toda la tarde del lunes.

Además, para hacer que el ingreso de Kiev sea más sencillo, como parte de las conclusiones, Stoltenberg ha adelantado que los aliados han acordado eliminar uno de los dos pasos fundamentales para el ingreso de un socio en la OTAN, que es el Plan de Acción de Membresía (MAP), un plan de convergencia militar entre el Estado que pretende ingresar en la alianza y el resto de socios. “Eliminaremos el requisito del Plan de Acción de Membresía. Esto hará que el proceso de adhesión de Ucrania pase de ser un proceso de dos pasos a un proceso de un solo paso”, ha explicado Stoltenberg a su llegada a la cumbre.

Justo cuando comenzaba la cumbre, Volodímir Zelenski, presidente ucraniano, ha redoblado la presión. "Ucrania también merece respeto", ha escrito el líder de Ucrania en redes sociales, mostrando su indignación con el lenguaje elegido por los líderes. "Me gustaría enfatizar que esta redacción se refiere a la invitación para convertirse en miembro de la OTAN, no a la membresía de Ucrania", ha añadido. "Parece que no hay disposición ni para invitar a Ucrania a la OTAN ni para convertirla en miembro de la Alianza", ha escrito Zelenski, que se encontraba de camino a Vilna.

"No tiene precedentes y es absurdo cuando no se establece un marco de tiempo ni para la invitación ni para la membresía de Ucrania. Mientras que, al mismo tiempo, se agrega una redacción vaga incluso sobre las "condiciones" para invitar a Ucrania", añade el presidente ucraniano. De hecho, Zelenski asegura en su mensaje que los líderes pretenden dejar "una ventana de oportunidad para negociar la membresía de Ucrania en la OTAN en las negociaciones con Rusia". "Para Rusia, esto significa motivación para continuar con su terror. La incertidumbre es debilidad. Y hablaré abiertamente de esto en la cumbre", ha asegurado. Zelenski ha llegado este martes por la tarde a la capital lituana, donde participará este miércoles en el encuentro con líderes de la Alianza. Stoltenberg ha respondido a las palabras del presidente ucraniano recordando que la Alianza Atlántica se ha volcado en su apoyo a Kiev, insistiendo en que el resto de procesos de ingreso en la OTAN han sido siempre "dependientes de condiciones" y subrayando que los líderes han eliminado el paso del MAP.

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Nacho Alarcón. Bruselas

Fuentes aliadas explicaban que la homologación militar que se tiene que conseguir a través del MAP ya se está produciendo por la fuerza de los hechos debido al material militar que los socios están entregando a Kiev para hacer frente a la invasión rusa. Además, los aliados aprobarán un programa plurianual de apoyo a Ucrania con el que se logrará “garantizar la plena interoperabilidad entre las fuerzas ucranianas y las fuerzas de la OTAN”, ha explicado el secretario general de la Alianza Atlántica. “Esto acercará a Ucrania a la OTAN”, ha añadido el noruego.

Stoltenberg no quiso explicar a qué "condiciones" se refiere el texto que ha acordado la Alianza Atlántica, pero se ha referido al artículo 10 del Tratado, que señala que "las partes podrán, por acuerdo unánime, invitar a cualquier otro Estado europeo que esté en condiciones de promover los principios de este tratado y contribuir a la seguridad de la zona del Atlántico Norte a adherirse a este tratado". En el cuartel general de la OTAN la mayoría de las delegaciones entienden que el artículo 10 y su referencia a "contribuir a la seguridad de la zona del Atlántico Norte" es incompatible con un país en guerra. Sin embargo, y según explicaban fuentes aliadas, no se quería incluir ninguna referencia a que se tendría en cuenta la candidatura de Ucrania cuando finalice la guerra por dos razones: la primera, porque eso podría llevar a que Moscú alargue la guerra de forma innecesaria para evitar ese escenario, y segundo porque una mayoría de socios rechazan un mecanismo automático o que pueda entenderse como tal por parte de Kiev.

En el comunicado final sí que se hace una referencia más concreta a las condiciones. Por ejemplo, se señala que "los aliados continuarán apoyando y revisando el progreso de Ucrania en la interoperabilidad, así como las reformas adicionales del sector democrático y de seguridad que se requieren". Durante la rueda de prensa, Stoltenberg se ha referido a la otra gran condición: "Las fuerzas armadas ucranianas han demostrado coraje, habilidad y competencia que ha impresionado a todo el mundo, pero al mismo tiempo hay una guerra a gran escala y por lo tanto creo que todos los aliados están de acuerdo en que cuando hay una guerra en marcha no es el momento de hacer a Ucrania un miembro de la Alianza", ha explicado.

El texto concreto de las conclusiones ya estaba prácticamente cerrado, pero al borde de las tres de la tarde la delegación polaca ha solicitado cambios en el lenguaje, insistiendo en que una referencia a "garantías de seguridad bilaterales" debía reforzarse, lo que ha llevado el documento de vuelta a la mesa de negociación, según ha explicado una fuente aliada, aunque qué tipo de garantías ofreceran algunos socios, y nunca la Alianza como organización, se concretará en un comunicado del G7 al que seguirán otros socios euroatlánticos, aunque una fuente explica que los americanos "no quieren dar mucha visibilidad" a esas garantías bilaterales.

​Presión ucraniana

Durante meses, Ucrania ha estado ejerciendo una fuerte “presión”, como admiten distintas fuentes diplomáticas, llegando a amenazar con la posibilidad de que Zelenski no viajara a Vilna en caso de que los aliados no le prometieran un mensaje lo suficientemente ambicioso sobre la candidatura de Kiev, y el mensaje del presidente justo al inicio de la cumbre se lee como un intento más por parte de Kiev de redoblar la presión. Pero Stoltenberg ha confirmado que el mandatario finalmente participará en la cena de gala que se celebra este martes por la noche en la capital lituana y en el Consejo OTAN-Ucrania que se celebrará este miércoles. Este encuentro representa uno de los guiños a Kiev preparados para esta cumbre: es un formato en el que la delegación ucraniana se sentará “en pie de igualdad” con el resto de aliados, y no como un simple invitado al encuentro, explican fuentes aliadas. Solamente existe un foro similar, y era el que la Alianza Atlántica tenía con Rusia.

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Las negociaciones sobre el lenguaje a utilizar respecto a la candidatura de Ucrania han sido duras. Los países del este, liderados por Polonia y con un fuerte impulso de los bálticos —incluida la delegación del país organizador de la cumbre, Lituania— han exigido que se incluyera un mensaje ambicioso que los equipos de otros socios, como Estados Unidos, Alemania o la propia España, consideran demasiado arriesgado. Había consenso entre los aliados en que habría que ir más allá del lenguaje utilizado durante la cumbre de Bucarest en 2008, cuando los líderes de la Alianza dejaron abierta la puerta de la organización a Ucrania y Georgia.

Una fuente aliada explicaba en los últimos días que la clave era enviar un mensaje de apoyo incondicional y minimizaba la presión ucraniana. Zelenski “es el presidente de un país en guerra y valora el apoyo que está recibiendo, pero quiere tener el mayor grado de seguridad de que ese apoyo va a seguir existiendo”, explicó la fuente, que aseguró que el presidente “entiende que Ucrania no puede ingresar ahora en la OTAN”.

“La guerra impide que se pueda considerar una fecha en la que Ucrania formará parte de la OTAN”, explicaba otra fuente diplomática, que señalaba que se trata de un tema “muy sensible”. “Será necesario que los pasos que se vayan dando sean progresivos. No nos debemos precipitar, hay que ir paso a paso”, insistían, por su parte, fuentes de uno de los países más cautos.