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Dimite el ministro principal de Escocia, Humza Yousaf, ahondando la crisis de los independentistas
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Elegir nuevo líder o las urnas

Dimite el ministro principal de Escocia, Humza Yousaf, ahondando la crisis de los independentistas

El responsable del Ejecutivo escocés, Humza Yousaf, ha presentado este lunes su dimisión apenas 13 meses después de asumir el cargo

Foto: El ministro principal de Escocia, Humza Yousaf. (Reuters / Lesley Martin)
El ministro principal de Escocia, Humza Yousaf. (Reuters / Lesley Martin)

El independentismo escocés ha tocado fondo. La dimisión este lunes del responsable del Ejecutivo de Edimburgo, Humza Yousaf, no solo pone fin al mandato más corto de la historia de Holyrood —apenas ha estado 13 meses en el cargo—, sino que evidencia el fin de una era para el Partido Nacionalista Escocés (SNP), tras diecisiete años en el poder. Por primera vez en más de una década, los laboristas lideran los sondeos.

Nada queda de la formación que estuvo a punto de lograr su sueño secesionista en el referéndum de 2014 pactado con el Gobierno central. Los independentistas escoceses han terminado atrapados en una cruenta guerra civil, sin lograr desarrollar un programa político coherente para llenar el enorme vacío de su razón de ser, fingiendo que una nueva consulta popular era inminente, cuando estaba claramente fuera de la agenda.

La radical postura tomada por la dirección del partido respecto a identidad género —eliminado incluso la necesidad de un diagnóstico médico— también había dividido sobremanera a las filas. Fue precisamente esta cuestión lo que marcó el inicio del fin para Nicola Sturgeon, la otrora estrella independentista, investigada ahora por la policía por la misteriosa donación de 667.000 libras (761.000 euros) para un nuevo referéndum que nunca existió. Su marido Peter Murrell —ex director ejecutivo del SNP desde 1999 hasta 2023— ya ha sido acusado formalmente por malversación de fondos.

Foto: Nicola Sturgeon en su último acto oficial. (Reuters)

Fue en marzo del año pasado cuando, tras un proceso de primarias, Yousaf sustituyó a Sturgeon convirtiéndose en el primer responsable del Gobierno de Edimburgo de minoría étnica y el primer líder musulmán de un partido en Reino Unido, ya que el actual primer ministro británico, Rishi Sunak, es hindú.

Pero este lunes ha sucumbido a la presión ante la crisis creada tras poner fin al acuerdo coalición de gobierno que mantenía con los Verdes. La ruptura se anunció el pasado jueves, tras días de recriminaciones entre ambas formaciones, tras admitirse que no se alcanzará el gran objetivo para reducir las emisiones de carbono en un 75% para 2030.

Aunque las tensiones venían ya de antes. Los Verdes se habían opuesto ferozmente a la decisión del SNP de imponer una congelación de las tasas municipales de las autoridades locales, y ambos partidos también habían estado en desacuerdo sobre la decisión de suspender la prescripción de bloqueadores de la pubertad a los niños en el Sistema Nacional de Salud Público.

Yousaf tenía intención de gobernar en minoría. Pero el Partido Conservador escocés presentó una moción de no confianza, prevista para este miércoles. Y complicando aún más las cosas, el Partido Laborista presentó otra moción de censura contra el Gobierno.

Foto: Humza yousaf anunciado como nuevo líder del partido nacional escocés. (EFE / Robert Perry)

Con los 63 escaños del SNP frente a los 64 que suman los laboristas, conservadores, verdes y liberaldemócratas, todo estaba en manos de Ash Regan, la única representante de Alba, que renunció del SNP tras ser derrotada en las primarias del año pasado. Pero había demasiadas enemistades personales.

El fundador de Alba es Alex Salmond, exlíder del SNP —que terminó más que enemistado con sus antiguos compañeros de filas tras una ardua pelea con Nicola Sturgeon— y había puesto unas condiciones para dar su apoyo a Yousaf: celebrar un referéndum sobre si el parlamento escocés debería tener el poder de legislar y llevar a cabo otra votación de independencia, convocar una convención de todas las formaciones independentistas para acordar una estrategia y tomar distancias con las "políticas de identidad" para centrarse en sanidad, vivienda, transporte, educación y empleo.

Finalmente, tras un fin de semana de reflexión, Yousaf presentaba este lunes su dimisión. "Es la decisión correcta para mi partido y la nación", ha dicho en la conferencia de prensa, en la que ha recalcado que no está dispuesto a cambiar sus principios simplemente para mantenerse en el poder.

"Es la decisión correcta para mi partido y la nación"

El SNP se enfrenta ahora a un nuevo proceso de primarias, las segundas en poco más de un año. Entre los nombres que se barajan como sucesor está Kate Forbes. La que fuera responsable de Finanzas, cuyas opiniones socialmente conservadoras fueron consideradas demasiado para los progresistas del SNP, quienes eligieron a Yousaf a pesar de que ella era más popular entre el electorado. Por su parte, también podría presentarse, Stephen Flynn, actual responsable de los independentistas en Westminster, o John Swinney, ex viceministro principal, que ha sido el primero en decir que lo está "considerando".

Aunque si la moción laborista contra el Ejecutivo sale adelante esta semana —la oposición considera "inaceptable" elegir a otro responsable del Gobierno sin pasar por las urnas— se podrían adelantar elecciones en Escocia. En las últimas regionales de 2021, los independentistas consiguieron un histórico cuarto mandato en Holyrood, quedando solo a un escaño de la ansiada mayoría absoluta.

Pese a perder el histórico referéndum de independencia en 2014, el SNP siguió dominando la política escocesa, tanto en los comicios para el parlamento de Edimburgo como para los de Westminster.

Foto: El primer ministro británico, Rishi Sunak, en la base militar de Moray (Escocia). (Europa Press/Jeff J Mitchell)

En la consulta de 2014, el 55% del electorado abogó por seguir siendo parte de Reino Unido. Pero la 'derrota' —que nunca se vivió como tal— dio más impulso que nunca al movimiento. La entonces líder del SNP, Nicola Sturgeon, consiguió que el número de afiliados llegara a niveles nunca vistos y en las elecciones generales de 2015 la formación consiguió lo impensable al hacerse con 56 de los 59 escaños reservados en la Cámara de los Comunes a Escocia.

El SNP siempre presentó a Escocia como esencialmente diferente a la Inglaterra tory. El voto por el Brexit en 2016 —rechazado por el 62% de los escoceses— y el ascenso de Boris Johnson a Downing Street solo agudizaron la brecha. Durante la pandemia, el liderazgo estable de la líder nacionalista vio aumentar temporalmente el apoyo a la independencia y ganar incluso admiradores en la Inglaterra liberal cansada del caos de Johnson.

Los independentistas consideraban que el Brexit había cambiado las reglas de juego, pero Londres se negaba a celebrar un nuevo referéndum de independencia y en 2022, los cinco jueces del Tribunal Supremo —máxima instancia judicial de Reino Unido— fallaron, por unanimidad, que el parlamento autónomo de Edimburgo no tiene los poderes para organizar un nuevo plebiscito sin el consentimiento del Ejecutivo central.

El 53% de los escoceses votaría hoy a favor de la permanencia, según la última encuesta de YouGov. En cualquier caso, las prioridades son ahora otras. La divergencia en el rendimiento educativo entre los niños nacidos en diferentes clases sociales sigue siendo amplia. El Servicio Nacional de Salud tiene récord en tiempos de espera. Los problemas de adicción de los jóvenes son los más preocupantes de toda Europa. Hay una grave crisis de la vivienda y la economía no acaba de recuperarse.

De cara a las elecciones generales previstas para finales de año, los laboristas podrían convertirse, por primera vez en más de una década, en la formación más votada. Según los últimos sondeos, pueden pasar de 1 a 28 escaños (de los 59 reservados para Escocia en Westminster). Por su parte, el SNP caería de 48 a 19.

El independentismo escocés ha tocado fondo. La dimisión este lunes del responsable del Ejecutivo de Edimburgo, Humza Yousaf, no solo pone fin al mandato más corto de la historia de Holyrood —apenas ha estado 13 meses en el cargo—, sino que evidencia el fin de una era para el Partido Nacionalista Escocés (SNP), tras diecisiete años en el poder. Por primera vez en más de una década, los laboristas lideran los sondeos.

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