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Entre la esperanza y el realismo: la OTAN busca mimar a Ucrania en la cumbre de Vilna
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REUNIÓN DE LÍDERES EN LITUANIA

Entre la esperanza y el realismo: la OTAN busca mimar a Ucrania en la cumbre de Vilna

La Alianza Atlántica celebra su cumbre de líderes en Lituania, donde tendrá lugar el primer encuentro "entre iguales" con Ucrania y se buscará enviar guiños a Kiev

Foto: Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, junto al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. (EFE)
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, junto al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. (EFE)

La OTAN se prepara para una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en Vilna (Lituania) que estará protagonizada por un delicado equilibrio para ofrecer a Ucrania esperanza en un futuro dentro de la Alianza Atlántica, sin generar falsas expectativas ni cometer errores de cálculo. "En la cumbre, haremos que Ucrania sea aún más fuerte y estableceremos una visión para su futuro", aseguraba este viernes Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza. Pero a esa misma hora del viernes, esa visión estaba todavía en el aire, con las delegaciones trabajando sobre el lenguaje que recogerá la declaración que aprueben los líderes. Los trabajos han continuado el domingo, sin llegar a buen puerto, y seguirán este lunes, a pocas horas del inicio del encuentro. Algunos dan por hecho que el comunicado llegará abierto a la mesa de los líderes.

"El comunicado no está cerrado, hay posturas divergentes", explicaba una fuente aliada el viernes, que señalaba que la ambición de muchos de los miembros es ir más allá de la declaración de Bucarest en 2008, sin llegar a hacer una promesa de una entrada automática de Ucrania en la Alianza en algún momento. Pero ese ejercicio no es sencillo, porque en la cumbre de Rumanía, hace ahora ya 15 años, se señaló que "estos países [Ucrania y Moldavia] se convertirán en miembros de la OTAN". El lenguaje "está muy abierto y estamos a viernes", señaló la cumbre.

Foto: Escuela de drones de Zaporiyia. (Cedida)

Aunque algunos aliados hablan de "garantías de seguridad", otras fuentes rechazan utilizar esos términos a la hora de hablar del lenguaje de la declaración que se aprobará en Vilna. "Yo huiría del término garantías de seguridad porque significa una cosa y solamente una cosa", señala la fuente, en referencia al artículo 5 del Tratado de Washington, la cláusula de asistencia entre socios de la Alianza. El objetivo es que la cumbre ofrezca a Ucrania una promesa de apoyo continuo y sostenido en materia militar mientras dure la guerra. La idea de ofrecer a Kiev una invitación a la OTAN está, aseguran las fuentes, fuera de la discusión.

Hay otros aliados, como Estonia, que consideran que hay que jugar más en un terreno gris, que hay que ir más allá en las promesas a Ucrania, mientras Estados Unidos se resiste a cualquier lenguaje que pueda dar a entender que habrá un automatismo que lleve al ingreso de Kiev en la OTAN. Algunas de las fuentes que rechazan estas posturas se aferran de hecho al Tratado de Washington, el documento fundacional de la OTAN, haciendo mención al artículo 10 del tratado, en el que se señala que "las partes podrán, por acuerdo unánime, invitar a cualquier otro Estado europeo que esté en condiciones de promover los principios de este tratado y contribuir a la seguridad de la zona del Atlántico Norte a adherirse a este tratado". La fuente aliada citada señala que no hay forma de sostener que un país en guerra puede "contribuir a la seguridad de la zona del Atlántico Norte".

placeholder Stoltenberg, junto al presidente ucraniano. (EFE)
Stoltenberg, junto al presidente ucraniano. (EFE)

Promesas a Ucrania

Volodímir Zelenski, presidente ucraniano, se ha mostrado muy exigente durante los últimos meses y los ucranianos han alimentado la posibilidad de que el presidente no viajara a Lituania en caso de que el texto que acuerden los líderes no fuera lo suficientemente ambicioso. Stoltenberg se ha negado a dar explicaciones sobre el lenguaje de la declaración que los líderes aprobarán en la cumbre, aunque sí ha señalado que están "de acuerdo en que la puerta de la OTAN está abierta". “Estamos de acuerdo en que Ucrania se convertirá en miembro, lo cual es un mensaje importante. Y luego estamos de acuerdo en que corresponde a los aliados de la OTAN y Ucrania decidir cuándo es el momento adecuado y no que Rusia tenga un veto (...) La tarea más urgente, y todos los aliados están de acuerdo en eso, es que apoyaremos a Ucrania. Brindaremos apoyo a Ucrania durante el tiempo que sea necesario. Porque a menos que Ucrania gane esta guerra, no hay ningún problema de membresía que debatir en absoluto”, ha explicado el secretario general.

"Es el presidente de un país en guerra, y valora el apoyo que está recibiendo, pero quiere tener el mayor grado de seguridad de que ese apoyo va a seguir existiendo", señala una fuente, que añade que Zelenski "entiende que Ucrania no puede ingresar ahora en la OTAN". Con el objetivo de garantizar que ese apoyo va a seguir ahí, Stoltenberg señaló el viernes que los aliados acordarán "un programa plurianual de asistencia para garantizar la plena interoperabilidad entre las fuerzas armadas de Ucrania y la OTAN".

Foto: Una mujer, frente a una valla en la entrada cerrada de la Plaza Roja de Moscú. (EFE/Maxim Shipenkov)

La misma fuente descarta que haya cualquier mención a que Kiev ingresará en la Alianza Atlántica cuando finalice la guerra, argumentando que ese lenguaje podría hacer que Rusia alargara el conflicto para intentar evitar ese escenario, pero hay otras delegaciones de Europa del este que piden precisamente señalar en esa dirección. Uno de los guiños que se lanzarán a Ucrania durante la cumbre es que el encuentro entre los aliados y Kiev ya no se celebrará con la delegación ucraniana como una mera invitada al foro, sino que se celebrará en un formato "Consejo OTAN-Ucrania", que pone a Kiev en pie de igualdad política con el resto de los aliados. Este formato solamente se llegó a utilizar con Rusia.

Los líderes de la Alianza abordarán otros asuntos, como el gasto en defensa, se reunirán con los socios del Pacífico, es decir, Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur, en un formato en el que también participarán Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, y se espera algún tipo de mensaje hacia Stoltenberg, al que los aliados han pedido que renueve su mandato como secretario general de la organización hasta octubre de 2024.

Por último, el asunto de la membresía de Suecia sobrevolará el encuentro. Este lunes, Stoltenberg ha convocado un encuentro entre Recep Tayyip Erdogan, presidente turco, y Ulf Kristersson, primer ministro sueco, con el objetivo de lograr que Turquía desbloquee el ingreso de Suecia en la Alianza Atlántica. La OTAN invitó a Suecia y también a Finlandia a ingresar en la organización durante la cumbre de líderes celebrada en Madrid en 2022, a cambio de que Estocolmo y Helsinki se comprometieran a cooperar con Ankara en materia antiterrorista. Mientras que Finlandia ingresó en la OTAN en abril, Suecia sigue esperando por ahora, aunque fuentes aliadas se muestran optimistas respecto a un posible acuerdo este lunes.

La OTAN se prepara para una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en Vilna (Lituania) que estará protagonizada por un delicado equilibrio para ofrecer a Ucrania esperanza en un futuro dentro de la Alianza Atlántica, sin generar falsas expectativas ni cometer errores de cálculo. "En la cumbre, haremos que Ucrania sea aún más fuerte y estableceremos una visión para su futuro", aseguraba este viernes Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza. Pero a esa misma hora del viernes, esa visión estaba todavía en el aire, con las delegaciones trabajando sobre el lenguaje que recogerá la declaración que aprueben los líderes. Los trabajos han continuado el domingo, sin llegar a buen puerto, y seguirán este lunes, a pocas horas del inicio del encuentro. Algunos dan por hecho que el comunicado llegará abierto a la mesa de los líderes.

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