Sánchez llevará al Congreso un plan para alcanzar el 2% del gasto en Defensa en 2029
En doble del que dedica actualmente y que supondría un incremento de unos 13.000 millones de euros. Apela a un gran acuerdo de país y pide a sus socios reflexionar sobre la amenaza de Rusia
El presidente del Gobierno ha reiterado tras el cierre de la cumbre de la OTAN que España "cumplirá el compromiso de destinar el 2% del PIB en Defensa". El doble del que dedica actualmente —que apenas rebasa el 1%— y que supondría un incremento de unos 13.000 millones de euros. Según ha avanzado el jefe del Ejecutivo en rueda de prensa desde las instalaciones de Ifema donde se ha desarrollado la cumbre, "el Gobierno trabaja ya para aumentar este mismo año la inversión en Defensa". En esta línea, ha añadido que llevará al Congreso un plan para que este compromiso se alcance en 2029. De forma progresiva en un periodo de ocho años. Para ello, reclamará "un acuerdo de país que trascienda las cuestiones ideológicas", en el que apelará a todos los grupos parlamentarios, haciendo especial énfasis en el PP, dada la oposición que ya han manifestado tanto sus socios de Gobierno como del bloque de investidura.
El Gobierno sale este jueves de la cumbre de la OTAN asumiendo una serie de compromisos en Defensa, tanto con la Alianza como bilaterales con EEUU, que suponen un punto de inflexión. En términos estratégicos, con el pacto de Rota, el incremento del gasto militar o la asunción del consenso para el envío de más armas a Ucrania y tropas al flanco este, pero también en términos de política de coalición. La relación con sus socios, que ya se había tensado tras la decisión de ayudar a Volodímir Zelenski con armamento militar, queda tocada al redoblar la apuesta. El jefe del Ejecutivo ha mostrado su esperanza de que el desafío de Rusia tras su invasión de Ucrania "haga reflexionar" a las formaciones que siguen manteniendo una línea roja sobre esta cuestión, sin referirse directamente a Unidas Podemos.
El incremento del gasto en Defensa en los presupuestos no es negociable para Pedro Sánchez, tal y como ya recalcó esta mañana en una entrevista en TVE, donde ha asegurado que este compromiso sellado con la OTAN no se revisará y, por ello, lo propone como un "acuerdo de país" a todo el arco parlamentario. No se priorizará el apoyo de sus socios parlamentarios habituales y, en el caso de Unidas Podemos, también de Gobierno. "Es la propuesta que voy a hacer a las Cortes Generales", ha explicado en referencia al aumento del gasto en Defensa en los próximos presupuestos.
Sin esperar a negociar con sus socios, Sánchez ha subrayado que "tenemos que cumplir con ese objetivo" y por ello ha avanzado que "pediré que sea un compromiso de país a todas las fuerzas políticas". Al espacio progresista viene demandando a lo largo de esta jornada que afronte este debate. Su principal argumento es que "la democracia hay que defenderla" y esto pasa por aumentar las capacidades de disuasión.
La ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, ha cuestionado este plan, asegurando que "aspiro a convencer a todos los socios, también al PSOE, que España necesita más rentas garantizadas, que a la gente la atiendan en atención primaria en 24 o 48 horas, que la gente tenga especialista en el médico y que no necesitamos más tanques ni más armas". En declaraciones en los pasillos del Congreso, ha añadido respecto a la mayoría para sacar adelanto los presupuestos que "los números son tozudos" y que "el único partido que se ha mostrado a favor de apoyar esto, que es el PP, ha dicho que lo haría únicamente si UP lo apoyara también".
Según un estudio de Metroscopia con fecha de este 27 de junio, el 70 por ciento de los españoles considera beneficiosa la presencia en la OTAN, un respaldo sin precedentes según los responsables del sondeo. Solo un 16 por ciento lo ve negativo. La reciente invasión de Rusia sobre Ucrania ha incrementado la percepción de que el gasto militar es insuficiente. En la consulta, se aprecia también que un 80 por ciento apuesta por que el conjunto de países que integran la Alianza tomen más peso en detrimento de EEUU.
En este contexto, se encarrila una compleja negociación para los presupuestos, la clave de bóveda para asegurar la hoja de ruta de Pedro Sánchez y llevar la legislatura hacia su final. Sánchez lo hace con grietas dentro del Gobierno y apelando a un PP sin incentivos para darle oxígeno de cara a rematar el mandato a finales de 2023. De forma paralela a la negociación de los presupuestos, los socios deberán aprobar en el Consejo de Ministros la enmienda al convenio de cooperación para la defensa entre ambos países de 1988 para desarrollar el acuerdo con Biden y posteriormente ratificarlo en el Congreso. Un asunto que los socios desconocían y que han recibido como un jarro de agua fría. El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, ya ha calificado este acuerdo de "sumisión" y avanzado respecto a su voto que "es evidente que nuestra posición es diferente".
El jefe del Ejecutivo ha destacado que la imagen de España y su proyección exterior ha salido reforzada tras la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid. "Aumenta el prestigio del país y fortalece la política exterior de España", subrayó Sánchez tras la cumbre, asegurando que todos los países miembros habían calificado la cita de "magnífica", poniendo el foco en el "contundente mensaje" de cohesión entre la Alianza y la UE, en la invitación a la adhesión de Suecia y Finlandia o en la mención en el Concepto Estratégico sobre la amenaza en la región del Sahel.
El éxito del Gobierno en la cumbre de Madrid, reconocido por los participantes, tanto a nivel organizativo como político en términos de protagonismo para la imagen exterior, tiene un peaje en la política interna con consecuencias impredecibles. La coalición queda tocada, a la espera de los presupuestos y la reacción de los morados ante una apuesta en Defensa que, si bien se enmarca en el consenso de los países aliados, choca de plano con los valores defendidos desde Unidas Podemos. El giro a la izquierda en lo social y económico, que habían aplaudido los morados tras la aprobación del plan de choque contra la inflación, queda enterrado bajo la apuesta en Defensa.
"Ceuta y Melilla son España"
Sobre las referencias a reforzar el flanco sur en el nuevo concepto estratégico de la OTAN, una de las propuestas en las que ha insistido el Gobierno español, Sánchez ha señalado que supondrá una colaboración para luchar contra los flujos irregulares de migrantes, la emergencia climática o la crisis alimentaria. En este punto ha restado importancia a que no se incluya una mención expresa a Ceuta y Melilla para asegurar su integridad territorial. "Un debate más artificial que real", apuntó para subrayar que "Ceuta y Melilla son España, así lo hemos entendido siempre".
Lo que más valoran en la Moncloa es que se recuperan los términos de defensa de la soberanía nacional y de la integridad territorial, que casi habían desaparecido en el anterior documento estratégico de 2010. Ahora se incluye en dos ocasiones con una referencia a la "integridad territorial de los países aliados", en lugar "de la Alianza". Esta precisión jurídica tiene un gran valor para la delegación española porque, de este modo, quedaría cubierta la integridad territorial de España, sin necesidad de aludir directamente a Ceuta y Melilla. Se considera que así se despejan las dudas tendentes a una interpretación basada en el artículo seis del tratado de Washington, donde estos territorios podrían quedar fuera de la defensa común.
El presidente del Gobierno ha reiterado tras el cierre de la cumbre de la OTAN que España "cumplirá el compromiso de destinar el 2% del PIB en Defensa". El doble del que dedica actualmente —que apenas rebasa el 1%— y que supondría un incremento de unos 13.000 millones de euros. Según ha avanzado el jefe del Ejecutivo en rueda de prensa desde las instalaciones de Ifema donde se ha desarrollado la cumbre, "el Gobierno trabaja ya para aumentar este mismo año la inversión en Defensa". En esta línea, ha añadido que llevará al Congreso un plan para que este compromiso se alcance en 2029. De forma progresiva en un periodo de ocho años. Para ello, reclamará "un acuerdo de país que trascienda las cuestiones ideológicas", en el que apelará a todos los grupos parlamentarios, haciendo especial énfasis en el PP, dada la oposición que ya han manifestado tanto sus socios de Gobierno como del bloque de investidura.