El presidente decide el futuro de España en soledad y bajo el influjo total de su mujer

• Última hora de Pedro Sánchez hoy, tras la carta: últimas noticias sobre la posible dimisión del presidente del Gobierno, en directo

Pedro Sánchez ha demostrado siempre una personalidad compleja, según le describen todos los que mejor le conocen. Su naturaleza imprevisible ha colocado al Gobierno y al PSOE en el abismo, a la espera de que mañana anuncie si se marcha o si continuará como jefe del Ejecutivo tras casi seis años en el cargo. España afronta otra crisis política e institucional insólita que el presidente resolverá como un asunto personal. Pese a las exhibiciones masivas de apoyo que han impulsado los socialistas en las últimas horas, "Sánchez decidirá solo", según coinciden las voces políticas consultadas. En la más estricta intimidad del hogar, junto a su mujer, Begoña Gómez, con quien ha compartido otras decisiones trascendentales, como el inesperado adelanto electoral del 23 de julio, tras la debacle socialista en mayo.

De hecho, hay quien interpreta que la decisión ya está tomada al escribir esa carta y que con estos cinco días ha querido dar tiempo a su partido para reorganizarse sin él, aunque sea emocionalmente. Por su mujer, Sánchez está dispuesto a abandonarlo todo, tal y como dejó escrito en su carta del pasado miércoles, que no compartió con sus colaboradores más estrechos hasta minutos antes de publicarla en las redes sociales. "Soy un hombre profundamente enamorado", se retrató, admitiendo su zozobra vital por la supuesta campaña de "acoso" que tiene su origen en las informaciones de El Confidencial sobre la dudosa actividad profesional de su esposa.

La estupefacción no solo invade al PSOE español. Miembros del Gobierno aseguran que están recibiendo llamadas de compañeros de otros países para saber qué está pasando porque nadie entiende nada. El rey del drama, tituló el viernes The Economist. La situación tiene un evidente coste de reputación, para el presidente y para España, asumen todos. Si se va, el agujero para la coalición del Gobierno será devastador. Si se queda, "su imagen será una caricatura", aseveran fuentes de uno de los partidos que apoyan al Gobierno. "Populismo", "melodrama de serie b", reaccionaron ayer algunos de sus socios más estables tras el Comité Federal. "Trumpismo", clamaron desde Cataluña.

Lo cierto es que el PSOE se encomienda a Gómez como la única que puede evitar su renuncia. "Esto solo lo salva Begoña", apuntan fuentes socialistas. Incluso en la cúpula del partido son conscientes de que se trata de una decisión que debe tomar "él con su mujer". Mientras, viven pendientes de que suene el teléfono y de que mañana anuncie su futuro ante la opinión pública.

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La sensación en la organización, según las fuentes consultadas, es que solo un pronunciamiento favorable de su esposa podría conseguir que él continuara. "Ella es la única que lo puede resolver", afirman. Con una declaración, plantean, "en la que diga que no quiere que se marche por ella y que le respalda y está dispuesto a aguantar". Begoña Gómez ha sido el sostén fundamental de su aventura política, quien le animó a presentarse otra vez tras ser descabalgado de Ferraz, el 1 de octubre de 2016. Y ella es el centro de sus desvelos, que compromete su responsabilidad de Estado.

Según fuentes políticas de la máxima solvencia, el matrimonio vivió una "bronca" el martes, horas antes de que El Confidencial informase de que un juez abría diligencias sobre sus actividades, por la denuncia del sindicato Manos Limpias. En la mañana del miércoles, el rostro de Sánchez asustó a su núcleo duro. María Jesús Montero mantuvo el mismo rictus serio junto al presidente, mientras que el resto de ministros parecían ajenos, tal y como comentaron algunos parlamentarios de otros grupos. "Está muy tocado", señaló a los periodistas una de sus personas de máxima confianza. Sánchez apenas estuvo 20 minutos y luego se marchó a la entrega del Premio Cervantes en Alcalá de Henares, donde posó más sonriente junto a los reyes, el ministro de Cultura o la presidenta de la Comunidad de Madrid.

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El jefe del Ejecutivo está rodeado de colaboradores que estos días apenas se atreven a dirigirle mensajes. La única comunicación que han establecido con él es por cuestiones de intendencia del día a día del Gobierno. Pero, según ha podido saber este periódico, el presidente ha encargado a Antonio Hernando, director adjunto del Gabinete de la Presidencia, que reúna los "papeles de Begoña" para hacer un juicio político y jurídico de la situación.

En este momento, coinciden varias fuentes, a Sánchez le falta la voz "experta" de Miguel Barroso, fallecido el pasado 15 de enero de manera repentina, de quien dijo que tuvo "siempre la palabra justa en el momento oportuno". Hace un mes el líder socialista recibió en Moncloa al filósofo Daniel Innerarity, quien ha trasladado a varios medios que se encontró un hombre "vulnerable y abatido" por las informaciones sobre su mujer.

El miércoles por la tarde, Sánchez difunde la carta a través de la red social X (Twitter), de la que su equipo no tuvo ningún conocimiento previo. Se la hizo llegar a su jefe de gabinete, Óscar López, quien se encontraba reunido en Moncloa con el secretario de Organización de Ferraz, Santos Cerdán, para cerrar las listas a las elecciones europeas. En medio de la estupefacción se improvisó un comité de crisis, sin el presidente. Hasta el edificio de Semillas acudieron otros ministros como María Jesús Montero, Félix Bolaños, Óscar Puente y Pilar Alegría. También estuvo presente el secretario de Comunicación, Francesc Vallés. Otros ministros y dirigentes socialistas fueron llamados a consultas. A alguno le pilló nada más descender del avión desde Bruselas. Pero en cuanto vieron que el presidente no estaba, se marcharon a casa.

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Sánchez, recluido, ni siquiera contestaba a los mensajes. El Gobierno y el partido entraron en shock. Los socialistas se esfuerzan desde el miércoles por la noche en exhibir adhesiones públicas al presidente para procurarle un rearme emocional, pero la mayoría es pesimista. Con ese propósito se reunió ayer el Comité Federal y se movilizaron a miles de militantes —12.500, según la Delegación de Gobierno—. Más de 100 autobuses llegaron de todas partes de España a Madrid. Ante la imposibilidad de comunicarse con él, la dirección emitió en directo las intervenciones. Con la idea de que desde su retiro en Moncloa escuchara el sonoro "Pedro, quédate". Pero el mensaje no era solo para él. También hubo señales para su esposa. "Begoña, compañera, estamos todas contigo", dijo, la vicepresidenta del Gobierno y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero.

Un gesto que denota, no solo su influjo en la decisión final, sino que ella ha podido sentirse poco arropada por el partido en las últimas semanas. Nadie sabe qué decidirá Sánchez, pero todo el mundo asume, ya que su situación psicológica y familiar determinan su futuro político, insisten las fuentes consultadas. Ella, que siempre ha estado muy presente y muy implicada en sus decisiones, es su punto flaco.

Sánchez ha dejado escrito en su último libro, Tierra Firme, publicado en diciembre, que "las parejas de los políticos" se vuelven "muy vulnerables" por los ataques que reciben para desgastarles. "La vida de la pareja de un político es muy difícil porque al final acaban expuestos, en el caso de Begoña expuesta, a una crítica política, porque tiene una finalidad política, que es erosionar a su pareja, en este caso a mí. Y Begoña no tiene las herramientas de la política para defenderse, salir a un atril y decir, pues estoy de acuerdo con esto, con lo de más allá. Entonces hay una asimetría que hace muy vulnerables a las parejas de los políticos. Hay que armarse de mucha paciencia, hay que tener una coraza y sobre todo mucha complicidad en la relación personal que es la que yo tengo con Begoña, que es mi compañera".