Tintes de drama en Ferraz: el PSOE juega la baza emocional para evitar la dimisión de Pedro Sánchez

• Directo | El PSOE arropa a Sánchez en el Comité Federal, reacciones a la carta y última hora de la posible dimisión

Tintes de tragedia en la sede socialista de Ferraz, a pesar de la manifestación en la calle de miles de militantes para persuadir a Pedro Sánchez de que no dimita este lunes. La dirección y los principales dirigentes del partido han jugado este sábado la baza emocional para retenerle. Si de verdad tiene prácticamente decidido irse, creen que ahora está obligado a repensarlo. No se trata solo de él, sino de un partido, de un proyecto político, que ha provocado sufrimiento a otros muchos. En la Guerra Civil o los años del terrorismo.

Este es el mensaje que han intentado mandarle. Respaldo claro, pero también responsabilidad con la gente que tiene detrás. La vicepresidenta del Gobierno y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, su sucesora más firme, arrancó la celebración del Comité Federal con apelaciones directas al jefe del Ejecutivo, que sigue recluido en Moncloa, sin hablar con nadie.

Esta incomunicación ha llevado a sus más estrechos colaboradores a hablarle a través de sus intervenciones públicas. Y Montero no ha querido andarse con rodeos: "Presidente quédate, Pedro quédate, estamos contigo". Porque esta reunión, reconoció, no es una cita cualquiera. El PSOE confía en que Sánchez reconsidere sus intenciones después de escucharles y comprobar que cuenta con apoyo social.

La jornada de hoy en Ferraz se ha vivido como una última oportunidad para convencerle. Se han llenado todas las calles adyacentes y eso ha insuflado un poco de ánimo al 'quién es quién' del PSOE. Ni a la celebración de una victoria electoral acude tanta gente. Aun así, los gestos que emiten sus principales colaboradores son de honda preocupación. Lo han intentado, solo les queda esperar.

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En su discurso, la vicepresidenta no se ha dirigido únicamente a él. También hizo un llamamiento a su mujer, Begoña Gómez, cuya opinión es fundamental para decantar la permanencia de Sánchez. Esta crisis, sin precedentes de ningún tipo, que puede acabar con el anuncio de su salida, se ha producido por la necesidad del presidente de "parar y reflexionar" sobre si le "merece la pena" seguir, después de que el pasado miércoles se abriera una investigación judicial contra ella por una denuncia de Manos Limpias.

"Begoña compañera, estamos todas contigo", dijo, la también ministra de Hacienda. "Las mujeres sabemos lo que cuesta desarrollar una carrera profesional, se nos mira siempre con lupa, se nos exige más", admitió. "No queremos que se nos arrincone en casa, que se nos anule profesionalmente" y "se nos utilice como diana desde sectores machistas". La esposa del presidente ha estado en las últimas semanas en el centro de la discusión política entre Gobierno y oposición, tras las informaciones de El Confidencial sobre las reuniones que mantuvo con empresarios que reciben fondos públicos.

Los socialistas querían que Sánchez y su mujer perciban este respaldo, tanto en los discursos del Comité Federal como en las consignas en la calle. Para que la simbiosis sea total, se instalaron pantallas en las puertas de Ferraz que permitieron a los militantes escuchar las alocuciones. "Merece la pena que ganen los buenos, los progresistas de este país", señaló Montero, mientras las bases fuera lo refrendaban con una aclamación. Según Milagros Tolón, presidenta del Comité Federal, había "más de 10.000 personas" en la calle, al principio bajo la lluvia.

La número dos del Ejecutivo y del partido pidió a Sánchez que siga "empujando" este país porque "no podemos consentir que España retroceda". Incluso quiso responderle con todos los hitos que el Gobierno tiene aún pendiente, a sus dudas sobre continuar, que hizo públicas el miércoles en una carta a la ciudadanía.

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A pesar de la energía mostrada esta mañana por los socialistas, la sensación de desánimo y de incomprensión ante esta situación insólita es absoluta. Resultó incluso exótico la combinación de ese profundo desánimo dentro con la fiesta que luego se vivió a las puertas de la sede, donde sonó "Quédate", la canción de Quevedo, junto a otro extenso hilo musical. La reunión del Comité Federal se paró alrededor de las 12.30 y Montero y otros ministros salieron fuera. La vicepresidenta fue la que más tiempo estuvo con la militancia.

Antes, los principales dirigentes del PSOE se habían dirigido al presidente. Cada uno con sus armas, con su historia personal y la que acumula el propio partido. El líder de los socialistas vascos, Eneko Andueza, le pidió que piense "en todos los socialistas que perecieron en las cunetas y en los que cada mañana teníamos que mirar debajo del coche". Esta idea de que comprenden el sufrimiento del presidente, porque se ha puesto a su familia en el foco, fue general, pero también emergió el sustrato de que otros lo han pasado mal antes que él.

Además de Andueza, el ministro de Transportes, Óscar Puente, recordó la historia de su abuelo, a punto de ser fusilado "por rojo", que consiguió aguantar las palizas diarias en la cárcel y salvarse al final y sacar adelante su vida. "No puedes rendirte, no puedes entregarle a la derecha lo que buscan", le transmitió a Sánchez. La presidenta navarra, María Chivite, también aludió a su historia personal: "Como presidenta también recibí insultos, odio y acoso hacia mí y mi familia. Cuando vienen a la puerta de mi casa o hacen pintadas y tiran huevos en la casa de mi madre".

Emiliano García-Page, el dirigente más crítico con Pedro Sánchez, aseguró que "no solo sabemos que va en serio su dolor, sino que hemos pasado por experiencias muy parecidas". Y añadió que "siempre he reaccionado con la determinación de no dejar una sola calumnia, una sola insidia, una sola mentira sin contestar. Hay que contestarlas".

El primer secretario de los socialistas catalanes y candidato a la Generalitat en las elecciones catalanas del próximo 12 de mayo, Salvador Illa, le reclamó que "cuanto antes" vuelva para acompañarle a hacer campaña en Cataluña. "Nada me hará más ilusión, Pedro, que contar con tu presencia, lo antes que sea posible",

La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, candidata a las elecciones europeas, se ha estrenado en las peores circunstancias. Esta cita estaba convocada para aprobar la lista. Finalmente, solo se le ratificará a ella como cabeza de cartel. El resto de nombres se retrasan hasta el martes. Ribera manifestó que "nos pueden llamar bambis, porque somos ingenuos creyentes de la libertad y la paz, y nos pueden llamar perros, porque somos fieles y leales defensores de los derechos", en referencia al apelativo de Perrosanxe, que se creó para insultar al presidente y acabó convertido en un valor en la campaña de las elecciones del 23-J.

Sobre las 14 horas, el homenaje a Pedro Sánchez había terminado. Todos se marcharon a sus casas sin saber qué pasará. Esa es ahora la única verdad: que nadie sabe nada.