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García-Page rompe el "muro" de Sánchez acercándose a los barones del PP
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ENFRENTAMIENTO POLÍTICO

García-Page rompe el "muro" de Sánchez acercándose a los barones del PP

La mala relación personal entorpece la institucional. Sánchez apenas pisa Castilla-La Mancha y su comunicación es por carta. El último mensaje fue el 23-J. Moncloa no ha contestado a la última petición

Foto: Emiliano García-Page y Juanma Moreno, durante un acto conjunto.
Emiliano García-Page y Juanma Moreno, durante un acto conjunto.
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El agrio enfrentamiento político que mantienen desde hace años Pedro Sánchez y Emiliano García-Page, con discrepancias de fondo sobre la concepción territorial del país y la alianza del PSOE con los partidos nacionalistas para gobernar España, les afecta más allá de su relación personal, que es nula. También alcanza el trato institucional, como demuestra que la única comunicación oficial que mantienen los dos presidentes sea por carta. Una gran anomalía teniendo en cuenta, además, que los socialistas solo tienen tres presidentes autonómicos gobernando.

Hace quince días que el líder de Castilla-La Mancha dirigió a Moncloa una misiva para reclamarle que aborde cuanto antes la revisión del modelo de financiación autonómica, y le adjuntó una propuesta para ser revisada en la próxima Conferencia de Presidentes Autonómicos. Pero no ha habido respuesta. "Se conoce que no le dan tanta importancia como a la agenda internacional", ironizan en el Ejecutivo regional, donde asumen con gallardía el aislamiento de su líder dentro del PSOE. Un "muro" que no duda en saltarse reuniéndose con los barones territoriales del Partido Popular, con los que exhibe una gran sintonía.

Ejemplo de esto fue la visita a Sevilla con motivo del 40 aniversario de la Casa de Castilla-La Mancha, donde protagonizó un momento de júbilo festivo con el presidente andaluz, Juanma Moreno, con quien canturreó el Himno de Andalucía. Los dos ejecutivos ensalzaron "el mensaje que se traslada" de capacidad de entendimiento en los temas importantes, como es la financiación autonómica, un asunto vital que tiene a las CCAA en vilo. Los barones del PP amenazan con llevar a Sánchez a los tribunales si no convoca ya la Conferencia de Presidentes para abordarlo. Este miércoles, Page acudió al Comité de las Regiones para entrevistarse con el comisario de Agricultura, y aprovechó también para verse con la presidenta de Extremadura, María Guardiola (PP), con quien le unen intereses para revitalizar la fachada atlántica de la Península.

"La relación política entre presidentes autonómicos no tiene nada que ver con el clima nacional, y eso que tenemos nuestros intereses enfrentados. Pero desde la pandemia se han estrechado los lazos. Casi nos hemos sindicado", afirman fuentes del equipo de Page, que normalizan los encuentros con barones como Ayuso, con quien tuvieron que cancelar hace poco un acto para firmar un convenio de transporte. "Claro que no tenemos ningún problema con Ayuso. No hay ningún caso en España con tanta gente interrelacionada, son 400.000 trayectos diarios entre las dos regiones", apuntan.

Foto: Emiliano García-Page, Fernando López Miras, Carlos Mazón y Juanma Moreno, en Fitur. (Cedida)

Estos encuentros vienen precedidos de la polémica que suscitó la minicumbre en Ifema el pasado mes de enero, en la que Page compartió confidencias subidas de tono con los presidentes de Andalucía, Comunidad Valenciana (Carlos Mazón) y Murcia (Fernando López Miras). Las cámaras le grabaron afirmando que "el PSOE está en el extrarradio de la Constitución" y bromeando con que le iban a "extraditar", lo que le valió una reprimenda pública de la dirección de Ferraz. "El que está en el extrarradio del PSOE es él", dijo Óscar Puente, enseñándole la puerta de salida. "Uno tiene que saber cuál es la camiseta de su equipo", le recriminó María Jesús Montero, a quien Page contestó en un foro de El Confidencial: "La camisa del PSOE no es una camisa de fuerza”. Y en ese tira y afloja siguen.

En Ferraz quitan hierro a sus críticas continuas a la amnistía y a los pactos con ERC y Junts, conscientes de que habla para su electorado, aunque les desgaste. Pero toleran mal sus contubernios con el PP. “No pasa nada por tener verborrea, pero otra cosa distinta son las faltas de lealtad”, esgrimen. El mensaje siempre es el mismo: Page debe expresar sus discrepancias internamente, no en público.

placeholder García-Page, López Miras, Mazón y Moreno en Fitur. (Cedida)
García-Page, López Miras, Mazón y Moreno en Fitur. (Cedida)

Pero lo cierto es que el líder castellano-manchego no suele acudir a los comités que convoca Ferraz. El último fue a principios de año en Galicia, convertido en un “acto de campaña electoral”. Page se ausentó por estar de viaje en China. Pero el incendio saltó porque tras la noche electoral felicitó al candidato del PP, Alfonso Rueda, por la victoria. “Me alegro de que no haya ganado Puigdemont", dijo para a continuación pedir al PSOE una reflexión profunda, convencido de que los pactos de Sánchez con el independentismo arrasan al partido. En junio tampoco acudió al comité federal que debía ratificar las listas de las generales y que provocó un escándalo orgánico porque Ferraz cambió de manera unilateral las candidaturas.

En el último año, Sánchez ha viajado cinco veces a Castilla-La Mancha, la única comunidad con mayoría absoluta del PSOE, aunque solo se ha visto dos veces con Page, y una de ellas fue muy a su pesar porque no le querían en la campaña de las municipales y autonómicas. Y a la inversa, el dirigente autonómico solo ha acudido una vez a Moncloa, a la reunión formal tras la llegada de Sánchez en el verano de 2018, fruto de la moción de censura contra Rajoy.

La incomunicación entre Sánchez y su barón díscolo es total. La última vez que compartieron habitación fue en el comité federal del 28 de octubre, cuando el secretario general socialista defendió por fin la amnistía públicamente y recibió, como primera réplica, la sonora crítica del castellano-manchego. Es el único dirigente en activo que se atreve a discrepar en público, y lo hace muy a menudo.

Ferraz tolera mal sus contubernios con el PP: "No pasa nada por tener verborrea, pero otra cosa distinta son las faltas de lealtad"

El último mensaje telefónico que se cruzaron fue tras las elecciones del 23 de julio, aunque a primeros de septiembre Page le pidió al secretario general del PSOE, también por carta, una reunión para abordar el escenario político nacional. Esa comunicación fue contestada personalmente por Sánchez, "un par de días después", para redirigirle a los órganos habituales de discusión del partido, es decir, el Comité Federal.

En el Gobierno central niegan que la mala relación con Sánchez afecte a "las relaciones institucionales, que son excelentes". Desde la delegación que dirige ahora Milagros Tolón señalan que los ministros van por la región con frecuencia y que se han tomado medidas muy provechosas para Castilla-La Mancha, como fue la decisión de proteger el caudal del Tajo y frenar el trasvase al Segura o el cierre definitivo al cementerio nuclear de Villar de Cañas. “No está maltratado”, insisten las fuentes.

Foto: Santos Cerdán, en la convención del PSOE en A Coruña. (Europa Press/M. Dylan)

En el equipo de Page valoran especialmente a la vicepresidenta Teresa Ribera, pero también a Luis Planas, de perfiles más técnicos y menos políticos. Y añaden que "la relación con Isabel es muy buena", en alusión a la ministra de Vivienda y exalcaldesa de Puertollano. El Ejecutivo espera a la resolución del Ministerio de Transportes para resolver las alegaciones sobre el trazado del AVE Madrid-Lisboa a su paso por Toledo y Talavera de la Reina. Y esperan que Puente no les sitúe de nuevo en el "extrarradio".

Poca presencia de Sánchez en la región

Cinco veces ha estado Sánchez en la región en el último año y la última vez fue el 12 de enero en una visita privada, cuando reunió a su nuevo Gobierno en la finca de Quintos de Torres, como es tradición. El 9 de marzo de 2023 visitó "por sorpresa" un pueblo de Toledo, Azután, para apoyar a la mujer rural. El Gobierno regional fue avisado con escaso margen y desestimó la presencia de Page, aunque sí envió a un consejero. El único acto institucional concertado entre los dos gobiernos fue el 3 de abril, de visita a la empresa Skydweller para conocer el proyecto de avión solar no tripulado que se desarrolla en Albacete.

Pero la polémica saltó en la campaña autonómica, en la que el PSOE regional claramente desaconsejó la presencia de Sánchez, quien estuvo dos veces. Para participar en un acto de precampaña en Toledo en apoyo a su entonces alcaldesa, Milagros Tolón, del sector crítico de Page y hoy delegada del Gobierno. El presidente regional no estuvo por hallarse de viaje en Bruselas. En el que sí coincidieron fue en el mitin de Puertollano, el 14 de mayo, y donde Page afirmó que "con los asesinos de ETA, ni a la vuelta de la esquina", sobre la polémica inclusión de terroristas en las listas de Bildu y los pactos que el PSOE mantiene en el Congreso. El mismo escándalo que ha presidido la recta final de la campaña vasca.

El agrio enfrentamiento político que mantienen desde hace años Pedro Sánchez y Emiliano García-Page, con discrepancias de fondo sobre la concepción territorial del país y la alianza del PSOE con los partidos nacionalistas para gobernar España, les afecta más allá de su relación personal, que es nula. También alcanza el trato institucional, como demuestra que la única comunicación oficial que mantienen los dos presidentes sea por carta. Una gran anomalía teniendo en cuenta, además, que los socialistas solo tienen tres presidentes autonómicos gobernando.

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