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"Drama king" en The Economist y "caos" en el NYT: así digieren fuera la carta de Sánchez
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"Drama king" en The Economist y "caos" en el NYT: así digieren fuera la carta de Sánchez

Primero vino el shock: el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, uno de los pocos rostros fuertes del socialismo europeo, publicaba una carta en la

Foto: Noticia sobre el anuncio de Sánchez en la edición digital de The New York Times. (NYT)
Noticia sobre el anuncio de Sánchez en la edición digital de The New York Times. (NYT)

Primero vino el shock: el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, uno de los pocos rostros fuertes del socialismo europeo, publicaba una carta en la que amenazaba con renunciar por la "operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire" de "la derecha y ultraderecha". El primer envite que tuvieron que soportar los medios de comunicación internacionales fue, simplemente, dar la noticia. Pero, dos días después, empiezan a llegar los análisis algo más reposados y las crónicas con enjundia. Y aquí es donde cambian las palabras para describir a Sánchez: un "drama king" (The Economist) perpetrando un "movimiento desconcertante" (The New York Times) que "deja en suspenso" a España

Fuentes cercanas al Gobierno se quejaban de que, en sus primeras informaciones, la prensa económica anglosajona (en realidad, el Financial Times) no entraban en el detalle de las razones esgrimidas por Sánchez para ese parón, los "ataques de la ultraderecha". En su lugar, las acusaciones de posible tráfico de influencias contra su esposa, Begoña Gómez, que hasta el momento habían pasado desapercibidas en el escenario internacional (incluida Bruselas) llegaban por primera vez a las cabeceras extranjeras, sin entrar en detalles "claves" como que el sindicato que ha presentado la denuncia, Manos Limpias, tiene lazos con la ultraderecha.

Foto: La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (Europa Press/Alejandro Martínez Vélez)

En su segunda ojeada al caso, medios internacionales tan reputados como The Economist o The New York Times dan más detalles, pero también intentan desentrañar las razones de Sánchez. Y pocos eligen llevar la campaña de "acoso y derribo" de la "galaxia ultraderechista" en el centro. En el caso de The New York Times, elige centrarse en lo que considera un "movimiento desconcertante" de un "superviviente político", como describe a Pedro Sánchez. Una "oleada de caos político" que "desconcierta" a España.

The Economist prefiere enfocarlo en el perfil de Sánchez, "quien sabe cómo ser dramático". Para la cabecera, que detalla también las acusaciones contra Begoña Gómez y las relaciones de Africa Centre con Globalia, la decisión de Sánchez de anunciar quizá su dimisión es solo el último capítulo de una carrera política llena de elementos dramáticos, como la decisión de convocar elecciones anticipadas tras un mal resultado en las autonómicas del año pasado. "Apostar todo en su momento más débil podría haber parecido una locura, pero Sánchez logró reunir una inestable mayoría y regresó como primer ministro [sic]. Ahora ha vuelto el drama este 24 de abril".

La publicación recoge las dudas sobre cuán serio es el caso contra Begoña Gómez, y se pregunta si la decisión de Sánchez no ha sido porque ya pretendía irse (especulan sobre la posible presidencia del Consejo Europeo) o porque "mejor irse antes de que te saquen a empujones". Una tercera sería la ya patente fragilidad de la coalición de gobierno. "Solo el dramático Don Sánchez sabe la respuesta".

Primero vino el shock: el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, uno de los pocos rostros fuertes del socialismo europeo, publicaba una carta en la que amenazaba con renunciar por la "operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire" de "la derecha y ultraderecha". El primer envite que tuvieron que soportar los medios de comunicación internacionales fue, simplemente, dar la noticia. Pero, dos días después, empiezan a llegar los análisis algo más reposados y las crónicas con enjundia. Y aquí es donde cambian las palabras para describir a Sánchez: un "drama king" (The Economist) perpetrando un "movimiento desconcertante" (The New York Times) que "deja en suspenso" a España

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