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¿Y si Sánchez dimite el lunes? María Jesús Montero sería el relevo "sin discusión"
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Posible renuncia

¿Y si Sánchez dimite el lunes? María Jesús Montero sería el relevo "sin discusión"

Crece la sensación interna de que no hay vuelta atrás, aunque se van a hacer esfuerzos por retenerle y transmitir el apoyo del partido al presidente y a su mujer

Foto: La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (Europa Press/Alejandro Martínez Vélez)
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (Europa Press/Alejandro Martínez Vélez)
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Sólo los más optimistas resisten en la idea de que al final Pedro Sánchez no se marchará. Pero cada vez son menos en el PSOE. La sensación de tragedia se ha extendido como una mancha en el partido. Hasta José Luis Rodríguez Zapatero admite que la dimisión es una "posibilidad cierta". Ya existe un absoluto convencimiento de que la espantada "no es táctica", sino que es una cuestión puramente "personal".

El presidente del Gobierno ha llegado tan lejos al plantear su posible renuncia, que "ya es difícil salir de ahí". Ni su equipo más cercano conoce qué va a hacer, apenas se comunican con él. Nadie quiere situarse aún en el escenario de qué pasará si el lunes dimite, sobre todo porque desde el partido tratan de convencerle para que se quede. Con esa intención, la de arropar tanto a Sánchez como a su mujer Begoña Gómez, se está organizando una manifestación este sábado en Madrid.

Su equipo confía en que todavía, con esta ola de apoyo, dé marcha atrás. E incluso que pueda anunciar que se queda antes. Pero en el PSOE todos los ojos están ya mirando a María Jesús Montero, que como vicepresidenta segunda supliría a Sánchez de manera interina. Si finalmente formaliza su dimisión, el Gobierno quedaría en funciones hasta que el Rey hiciera una nueva ronda de consultas y el candidato escogido se sometiera a una investidura. Ella sería el relevo "sin discusión". No sólo porque le corresponde asumir la presidencia como número dos del Gobierno, sino porque tiene los mismos galones en el partido como vicesecretaria general.

No hay debate en torno a ella. Sería la primera mujer en convertirse en jefe del Ejecutivo. Y es una dirigente querida y respetada en el Gobierno y en el PSOE. Reconocida por su capacidad política y por sus habilidades negociadoras, es ahora mismo un puntal del socialismo. En el último congreso fue la más aplaudida por la militancia.

Foto: Manifestación en apoyo a Pedro Sánchez en la sede del PSOE de Ferraz, en Madrid. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)

Su ascenso obligado resolvería de un plumazo el problema de sucesión, un debate aletargado en la formación por el hiperliderazgo de Sánchez. Aunque tendría que conseguir los apoyos de todas las formaciones que respaldaron la investidura del presidente e intentar sobrellevar la legislatura.

Como la confusión es absoluta, dentro del PSOE se empiezan a valorar todas las fortalezas que ella representaría, siendo conscientes de la situación de flaqueza y desánimo que provocaría la renuncia de Sánchez con dos elecciones, las catalanas del 12 de mayo y las europeas del 9 de junio, a la vuelta de la esquina. Y a considerar que el eventual martirio del presidente sería para él una liberación, el posible comienzo de una nueva carrera política en Europa y un incentivo para el partido con un nuevo 'no pasarán'. Otros, menos imaginativos, dan por hecho que supondría servir en bandeja una victoria de PP y Vox.

Estas son las cábalas que se hacen en el PSOE, a la espera de la decisión del presidente, que ha suspendido su agenda pública después de mascar durante semanas su malestar porque su esposa esté en el centro de la refriega política. Los efectos que esto ha tenido en el ánimo de los dos, explican esta crisis. Y por eso su arranque es totalmente "personal" y el anuncio pilló desprevenidos incluso a quienes trabajan con él a diario.

Desde el miércoles, cuando este diario publicó que un juzgado había abierto diligencias contra Begoña Gómez tras una denuncia de Manos Limpias, Sánchez ha cortado el contacto con los suyos. Se encerró a redactar la carta, después de que acabara la sesión de control en el Congreso. Su aislamiento se interpreta como una señal, positiva o negativa, en función del entusiasmo del interlocutor. Quienes creen que prácticamente lo tiene decidido, ven un hándicap que no sea posible acercarse a él.

Pero, algunas de las personas que estuvieron con Sánchez cuando fue defenestrado de la secretaría general del PSOE y tuvo que decidir si se volvía a presentar, recuerdan que él solo "hizo su propia reflexión". "Confío en que no se irá, pero entiendo que se lo plantee", aseguran fuentes socialistas, porque "se han traspasado todas las reglas democráticas".

Foto: Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados este miércoles. (Europa Press/Jesús Hellín)

"Algo sucede o algo le sucede que no puede más", señala otro dirigente. Sánchez se ve en la tesitura de elegir entre su carrera política o salvaguardar a su familia. Y aunque la impresión en el PSOE es que optará por lo segundo, todavía se espera de él una nueva jugada, un golpe maestro que deje a todo el mundo más descolocado aún. Aunque igual la jugada inesperada es precisamente que se marcha.

Después de la llamada a la movilización del partido de Zapatero, las agrupaciones se han activado para intentar mostrar su apoyo a Sánchez y a su mujer y que juntos recapaciten sobre la posibilidad de dejar la Presidencia. Pero ese propósito convive con la impresión de que el jefe del Ejecutivo se ha metido en un atolladero y que la salida es ya "compleja".

Sólo los más optimistas resisten en la idea de que al final Pedro Sánchez no se marchará. Pero cada vez son menos en el PSOE. La sensación de tragedia se ha extendido como una mancha en el partido. Hasta José Luis Rodríguez Zapatero admite que la dimisión es una "posibilidad cierta". Ya existe un absoluto convencimiento de que la espantada "no es táctica", sino que es una cuestión puramente "personal".

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