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La Guardia Civil frustra el plan del Govern: su mejor buque patrullará las aguas de Barcelona
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LA JOYA DE LA CORONA

La Guardia Civil frustra el plan del Govern: su mejor buque patrullará las aguas de Barcelona

Los Mossos d’Esquadra no pueden garantizar el blindaje de la Copa América de vela porque no tienen barcos capaces de desafiar una marejada ni olas de más de dos metros

Foto: El buque 'Río Segura' de la Guardia Civil, en una imagen de archivo. (Ángel del Peso)
El buque 'Río Segura' de la Guardia Civil, en una imagen de archivo. (Ángel del Peso)
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La Guardia Civil trasladará a Cataluña su 'joya de la corona', el barco Río Segura, para vigilar la seguridad de la Copa América de Vela, el acontecimiento deportivo más importante del otoño. La iniciativa no sería noticia si no fuera por el trasfondo político que ello conlleva: la Generalitat, con Pere Aragonès a su frente, ha estado negociando para que fuesen los Mossos d'Esquadra quienes se ocupasen de la seguridad de la regata, lo que daría visibilidad a Cataluña internacionalmente y potenciaría la propaganda independentista a nivel mundial.

En algunos foros, el Govern dejaba caer que el protagonismo de los Mossos en la seguridad de la regata sería muy importante y ello había abierto una crisis con el Gobierno central, puesto que la seguridad en aguas marinas corresponde, según la Constitución, exclusivamente el Estado. Además, colectivos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado alertaban del peligro de ceder competencias, por motivos meramente políticos, a un cuerpo que no cuenta con los medios para garantizar la seguridad integral de la regata.

El Río Segura es el buque estrella de vigilancia de aguas marinas que tiene la Guardia Civil. El Instituto Armado tiene tres buques oceánicos, pero de entre ellos destaca este, que cuenta incluso con un helipuerto. En la actualidad, presta sus servicios en el Estrecho y es una de las piezas clave en la lucha contra el narcotráfico y el control del tráfico marítimo en la zona. A partir de este verano, estará por unos meses en la capital catalana, controlado desde unas oficinas instaladas en las inmediaciones del Port Olímpic de Barcelona.

"Es el buque más grande y moderno que tiene la Guardia Civil. Cuenta con helipuerto y dos lanzagranadas y ha participado en misiones de la Unión Europea por el Mediterráneo y algunas en el Atlántico. Con su presencia, el papel de los Mossos d’Esquadra queda relevado al de ayudantes en la tarea de la seguridad", explican a El Confidencial fuentes conocedoras de la situación. El objetivo de los independentistas ha quedado arrinconado con motivo de la imposibilidad de que los Mossos asuman determinadas tareas.

Maniobra del Govern

Paralelamente, el Gobierno español trasladará a Cataluña una dotación de entre 100 y 150 efectivos para realizar tareas de seguridad durante los dos meses que dura la Copa América, entre el 22 de agosto y el 20 de octubre de este año. En total, la Guardia Civil destinará a labores de seguridad a no menos de 300 agentes. Se trata de la regata más antigua del mundo —comenzó a celebrarse en 1851—. El Govern intentó, en los últimos meses, arrancar concesiones a Pedro Sánchez sobre el control de aguas marítimas, pese a que este cometido recae en la Guardia Civil y no puede ser delegado.

La Copa América, juntamente con la debilidad del PSOE en el Gobierno central, sometido a los votos del soberanismo, era el escenario idóneo para firmar unas concesiones que luego se legitimarían sin posibilidad de dar marcha atrás, pese a que tanto la Ley Orgánica 2/1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad como el dictamen de la Comisión Nacional de la Policía Judicial del 12 de marzo de 2019 certifican que "la competencia de policía judicial en los espacios marítimos recae exclusivamente en la Guardia Civil".

Foto: Un agente de la Guardia Civil en una imagen de archivo.

Uno de los últimos subterfugios empleados por los responsables del Govern era el de cerrar un acuerdo "de amigos" con el Gobierno central para que se permitiese que el cuerpo autonómico pudiesen tener competencias en aguas territoriales litorales. "Querían que se cediese a los Mossos las competencias de las aguas del mar situadas entre espigones. Pero eso tenía trampa: todo depende de qué espigones cojas como referencia, porque puedes escoger uno del cabo de Creus y otro en el Delta del Ebro, trazar una línea recta y considerar que todo lo que haya dentro de esa línea es competencia de los Mossos. El tema no cuajó, aunque el Govern lo intentó capitalizar políticamente", explican fuentes conocedoras de las conversaciones.

Las olas también han puesto fin a las aspiraciones del Govern y de los independentistas: los Mossos d’Esquadra disponen solo de una lancha mediana y de dos o tres lanchas pequeñas con las que garantizar la seguridad. Son lanchas a las que una mínima marejada las obligaría a permanecer amarradas en puerto. "Con unas olas de dos metros, esas embarcaciones no podrían salir a patrullar, por lo que es imposible que garanticen la seguridad de la regata", explican las fuentes.

Ya ensayó en Vilanova

El buque de la Guardia Civil, en cambio, puede salir a la mar con temporal, a la vez que se permite realizar tareas de búsqueda y rescate con mala mar. Además, disponen de otras embarcaciones menores perfectamente adecuadas a las normas laborales y de prevención de riesgos. "Los Mossos, además de las tres que tienen propias, suelen utilizar algunas lanchas incautadas a narcotraficantes. La Guardia Civil, en cambio, jamás utiliza esas lanchas por varios motivos. Entre ellos, porque son embarcaciones semirrígidas que han de tener unas ciertas condiciones. Por otro lado, al ser lanchas incautadas a narcotraficantes, no están diseñadas ni tienen las medidas de seguridad estándar para minimizar los riesgos de los tripulantes ni las de los eventuales detenidos. Por tanto, no nos sirven".

El buque insignia que enviará la Guardia Civil a Barcelona, en cambio, dispone de todas las medidas de seguridad. Costó más de 15 millones de euros, pero es la joya de la corona para labores de vigilancia y control marítimo. Con 73 metros de eslora, desplaza 1.664 toneladas, su casco está construido en acero y cuenta con cinco cubiertas. Tiene capacidad para 27 tripulantes y dispone de 24 cabinas, 15 de ellas dobles. Nueve de ellas están reservadas para la tripulación. Puede albergar también a 12 agentes de intervención o asalto, 6 detenidos y 50 náufragos.

En su helipuerto pueden aterrizar aeronaves de gran tamaño y cuenta con un sistema de abastecimiento de combustible para helicópteros, al mismo tiempo que tiene capacidad de apoyo a buceadores. Para su cometido se sirve también de dos embarcaciones auxiliares —la Guardia Civil también utilizará otras embarcaciones de menor eslora y embarcaciones de patrulla— que permiten realizar misiones de salvamento, rescate, visita y registro, abordaje o inserción de fuerzas de seguribad. En otoño pasado, el Río Segura ya se desplazó a Vilanova i la Geltrú para realizar labores de seguridad en la preliminar de la Copa América, que fue todo un éxito.

La Guardia Civil trasladará a Cataluña su 'joya de la corona', el barco Río Segura, para vigilar la seguridad de la Copa América de Vela, el acontecimiento deportivo más importante del otoño. La iniciativa no sería noticia si no fuera por el trasfondo político que ello conlleva: la Generalitat, con Pere Aragonès a su frente, ha estado negociando para que fuesen los Mossos d'Esquadra quienes se ocupasen de la seguridad de la regata, lo que daría visibilidad a Cataluña internacionalmente y potenciaría la propaganda independentista a nivel mundial.

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