Gonzalo Bernardos pone fecha a una fuerte bajada del aceite: "Podemos ver el aceite de oliva a cinco o seis euros"

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Durante los últimos meses, el precio del aceite de oliva por fin ha empezado a bajar en origen de manera gradual, después de dos años de fuertes subidas. Sin embargo, por el momento esas bajadas en origen no se están materializando en los precios que vemos en las estanterías de los supermercados, que por lo general aún se resisten a bajarlos de cara al consumidor final.

Hay diversos motivos para explicar este fenómeno, y que el aceite no baje de precio aunque ya se esté vendiendo más barato en origen. El principal de ellos es la incertidumbre que existe en el sector, que lleva a los distribuidores a actuar con cautela para controlar la demanda y esperar a los resultados de la cosecha de este año.

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Por ello, y aunque lo normal es que los precios en origen tarden unos dos meses en tener efecto en los supermercados, esta vez es probable que tarde más. Además, un factor clave es que los distribuidores deben subsistir hasta la próxima cosecha, que se iniciará a finales de septiembre o principios de octubre, con las existencias de las que disponen ahora, lo que les lleva a controlar la demanda hasta entonces sin apresurarse a bajar los precios.

El pronóstico de Gonzalo Bernardos

Muchos son optimistas con que la próxima cosecha irá bien y permitirá por fin que los consumidores compren el aceite de oliva a precios más bajos. Sin embargo, deben cumplirse dos requisitos fundamentales, según explica el economista Gonzalo Bernardos en una reciente intervención en el programa Más vale tarde, de La Sexta.

El primero de esos requisitos ya se ha cumplido: que lloviese en primavera. Pero el segundo está aún por ver: "que en el mes de mayo, que es cuando se produce la floración, ni haga mucho calor ni llueva mucho", como explica Bernardos.

"Si tenemos suerte y se producen las características que digo, y la producción supera el millón y medio, podemos ver el precio del aceite de oliva virgen en enero 2025 a cinco o seis euros", pronostica el economista. Pero para ello, y tal como explica él mismo, tendría que casi duplicarse respecto a campaña de 2023-24, cuando fue de 847.000 toneladas. Eso sí, numerosos expertos del sector coinciden en que esta próxima recolección será mucho más prolífera.