Las nuevas 'armas chapuza' que Rusia está montando en el frente ucraniano

Los soldados rusos están desesperados ante la falta de armas y están recurriendo a la creación de sus propias ‘armas fránkenstein’, hechos de partes dispares y a menudo obsoletas.

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Omar Kardoudi

Es el resultado de más de 500 días de una guerra que no parece tener fin en el horizonte y una crisis de armamento que empeora geométricamente día tras día. La pérdida de tanques rusos —que el controlador independiente Oryx ha confirmado en más de 2.000 unidades hasta ahora— supera la producción del país en un factor de 10. La pérdida de artillería pesada —cuatro obuses rusos destruidos por cada unidad ucraniana— está dejando un vacío que Rusia no tiene capacidad para llenar.

Los fránkenstein rusos

Uno de los ejemplos de solución desesperada a la escasez de armas son estos tractores blindados antiguos equipados con cohetes navales. Son vehículos en apariencia temibles pero extremadamente rudimentarios y poco efectivos, Su eficacia en el campo de batalla es cuestionable porque los cohetes carecen de la tecnología necesaria para poder dar en el blanco: son armas sin ningún tipo de guía excepto el clásico ‘ojímetro’.

Otro ejemplo de desesperación es el uso de tanques T-54 como artillería. Estos tanques que empezaron a construirse poco después de la Segunda Guerra Mundial se están usando para ‘reemplazar’ a unidades de artillería, no como tanques. Según los informes de los servicios de inteligencia occidentales y mensajes de soldados rusos en Telegram, las tripulaciones de estos tanques reconvertidos en 'cañones de artillería' van de tres personas a un solo hombre.

Los soldados rusos también han recurrido a tácticas terroristas, convirtiendo vehículos blindados antiguos en bombas rodantes llamadas VBIED (siglas en inglés de artefactos explosivos improvisados transportados por vehículos). Envían estas máquinas cargadas con explosivos hacia las líneas enemigas en un intento de causar el máximo daño posible pero, según hemos podido ver en varios vídeos, los vehículos son fácilmente detectables y son neutralizados antes de que puedan alcanzar sus objetivos. Como apunta David Axe en Forbes,"los VBIED son armas pobres para ejércitos con demasiados vehículos decrépitos y muy pocos medios modernos para concentrar fuego de largo alcance. Los ejércitos con amplias existencias de artillería de cohetes rara vez recurren a los VBIED para reducir las posiciones enemigas".

Otro fránkenstein es este BTR-80 con móduos UB-32. Estas vainas para helicópteros lanzan cohetes S-5 o S-8 no guiados. Otro ejemplo de desesperación de un Ejército que, como apunta la sección de defensa de Forbes, ha perdido "no menos de 10.000 vehículos blindados en los primeros 16 meses de su guerra con Ucrania."

Esa desesperación de los soldados rusos también se ve en su uso de defensas aéreas improvisadas. En respuesta a los numerosos ataques de drones ucranianos, los rusos han desplegado defensas aéreas extrañas y a menudo ineficaces, como los MT-LB-2M-3S, un nombre que se compone de MT-LB —vehículos blindados de transporte de tropas— y torretas navales 2M-3S, armas de ocho décadas de antiguedad extraídas de barcos de guerra. Los ucranianos parece que fueron los primeros que construyeron estas defensas

A pesar de estas tácticas desesperadas, la situación en el frente ruso parece estar empeorando. Los problemas también están en una falta dramática de piezas de repuesto, lo que obliga a los soldados rusos canibalizar otros vehículos. Esta operación, aunque efectiva a corto plazo, no es sostenible y solo sirve para subrayar la gravedad de la crisis de armamento con la que se enfrenta el Ejército ruso.

Los ucranianos también son unos McGyver

Mientras tanto, los soldados ucranianos también han recurrido a la creación de sus propias armas fránkenstein y el rescate de armas antiguas como la venerable Maxim Gun, la primera ametralladora de la historia que está desatando el caos en las filas rusas. Estas armas fueron literalmente fabricadas en la Rusia zarista hace casi 140 años; no son nuevas unidades, son las originales. Otro ejemplo, aparte de las torretas navales montadas sobre camiones para defenderse contra drones rusos, es el "Terminator", un vehículo blindado compuesto por componentes rusos capturados.

Pero, a diferencia de sus homólogos rusos, los ucranianos tienen acceso a un suministro constante de armas modernas proporcionadas por los países de la OTAN. Esto, combinado con su ingenio en el campo de batalla, ha permitido a Ucrania avanzar y mantener una ventaja sobre Rusia en la contraofensiva.

Al final, la guerra ha llevado a ambos lados a recurrir a tácticas desesperadas en diferentes momentos y por novios diferentes. Sin embargo, mientras que Ucrania puede depender de los países occidentales para mantener su nivel ofensivo, Rusia se encuentra aislada. Con su industria militar corrupta y asfixiada por el embargo occidental, limitados a sus acuerdos con un estado paria como Irán, Rusia se enfrenta a una crisis de armamento que parece estar empeorando. El Kremlin no puede permitir seguir arriesgando la pérdida de más tanques modernos y otras armas, corriendo el riesgo de dejar sus otros flancos desprotegidos. Algunos expertos apuntan a que los crecientes ejemplos de armas improvisadas y la aceleración de pérdidas de armas de todo tipo, mientras Ucrania sigue añadiendo armamento occidental constantemente, podrían suponer un colapso catastrófico del frente ruso en los próximos meses. Otros creen que todavía no se puede desestimar la capacidad ofensiva rusa, que sigue presentando una tenaz resistencia en el frente.