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Ucrania usa ametralladoras rusas de hace 140 años para atacar las tropas de Putin
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Hacen estragos en el frente

Ucrania usa ametralladoras rusas de hace 140 años para atacar las tropas de Putin

Ucrania ha sacado de los almacenes del Ejército las vetustas pero mortíferas y fiables Maxim Gun, las primeras ametralladoras automáticas de la historia, fabricadas en el siglo XIX por la Rusia zarista

Foto: Un soldado ucraniano disparando la Maxim Gun. (TikTok)
Un soldado ucraniano disparando la Maxim Gun. (TikTok)

En la ofensiva de Ucrania hacia Crimea, entre tanto dron, batería Himars y arma futurista facilitada por la OTAN, hay un anacronismo que resulta sorprendente: la venerable Maxim Gun. La primera ametralladora de la historia está desatando el caos en las filas rusas en manos de las tropas ucranianas. Estas armas fueron literalmente fabricadas en la Rusia zarista hace casi 140 años; no son nuevas unidades, son las originales.

Foto: Los altavoces iónicos son superfinos y ligeros. (EPFL)

El anacronismo encaja perfectamente con el putsch del cocinero y señor de la guerra Yevgeny Prigozhin contra el neo-zar ruso Vladimir Putin. Es como si en esta parte del planeta siguieran viviendo con las reglas y usos del siglo XIX.

Qué es la Maxim y cómo funciona

La Maxim es la primera ametralladora totalmente automática de la historia y su diseño revolucionó la guerra moderna. Diseñada en 1884 por el inventor británico-americano Sir Hiram Maxim, llegó después de la ametralladora Gatling, la primera arma de fuego de repetición inventada por el estadounidense Richard Jordan Gatling en 1861. Esta última requería la activación constante de una manivela para operar —como habréis visto mil veces en películas del Oeste— mientras que la Maxim es un arma alimentada por cinta y refrigerada por agua que sólo requiere que el soldado apriete el gatillo.

La versión que ha cobrado popularidad en Ucrania es el modelo M1910, conocida como la Pulemyot Maxima. Originalmente, esta ametralladora pesada estaba montada sobre un soporte especial diseñado en Rusia y se convirtió en uno de los cimientos del Ejército Imperial Ruso, durante la Primera Guerra Mundial, así como del Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial. Los nazis, estonios, letones, finlandeses y polacos también la utilizaron, tras capturarlas a los rusos en el frente.

140 años de fiabilidad y escabechinas

La M1910 Maxim fue producida en masa en la Rusia zarista y dispara un cartucho estándar de 7.62x54mm usado desde 1891. Es alimentada por cinta y refrigerada por agua. Una Maxim bien mantenida puede, teóricamente, disparar indefinidamente sin sobrecalentarse siempre que se le suministre munición y agua.

Según lo que cuentan los soldados ucranianos a la BBC, es realmente efectiva cuando hay grandes ataques, donde son responsables de incontables bajas por la saturación que produce su alta velocidad de fuego. Un soldado llamado Borys dice que "funciona cuando hay un ataque masivo en marcha... entonces realmente funciona. Así que la usamos todas las semanas".

La otra parte clave para su efectividad, afirman, es la fiabilidad, que aparentemente la ha convertido en la favorita para los soldados que defienden posiciones atrincheradas contra grandes cargas de infantería como ha sucedido en semanas anteriores en Bakhmut.

Fue precisamente ahí donde la BBC entrevistó a varios soldados y les preguntó sobre cómo usaban la Maxim para repeler a las fuerzas rusas. Un recluta de 26 años les contó que, en una semana de combates, su compañía eliminó a unos 50 enemigos por día con la ayuda de la Maxim.

Modificaciones a lo McGyver

Los soldados ucranianos no sólo la usan tal y como la han recuperado de los almacenes del Ejército. La están modificando de manera significativa para realizar diferentes cometidos. Calibre Obscura, un investigador de armas, compartió un video en Twitter (sobre estas líneas) de soldados ucranianos utilizando una ametralladora Maxim equipada con ópticas modernas, camuflaje, una culata y un supresor. Esto es sorprendente, considerando que esta arma generalmente se suele utilizar en posiciones atrincheradas, montada en su pesado fuste de hierro.

En otro video bajo estas líneas se muestra a los soldados ucranianos utilizando un ingenioso sistema que consta de cuatro ametralladoras Maxim montadas en un dispositivo controlado remotamente capaz de girar 360 grados. El soldado puede disparar las cuatro ametralladoras Maxim a la vez, cada una alimentada por cintas desde cajas de munición. En teoría, esta configuración es para derribar drones rusos e iraníes.

Es fascinante cómo estas ametralladoras —que han sido testigos de la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil Rusa y la Segunda Guerra Mundial— siguen siendo relevantes en el siglo XXI. Especialmente en un mundo donde la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, la Maxim es un testimonio del poder del buen diseño y la buena ingeniería. Su efectividad en Ucrania es otro recordatorio más de que, a veces, lo antiguo puede ser tan efectivo como lo nuevo. Como ha sido el caso de otras armas ‘hechas en casa’ y otros inventos ucranianos creados durante esta guerra contra el invasor ruso, la Maxim se ha convertido en un símbolo de la resistencia y la adaptabilidad del David contra el Goliath ruso.

En la ofensiva de Ucrania hacia Crimea, entre tanto dron, batería Himars y arma futurista facilitada por la OTAN, hay un anacronismo que resulta sorprendente: la venerable Maxim Gun. La primera ametralladora de la historia está desatando el caos en las filas rusas en manos de las tropas ucranianas. Estas armas fueron literalmente fabricadas en la Rusia zarista hace casi 140 años; no son nuevas unidades, son las originales.

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