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"Era broma, el año que viene vuelvo": la 'ilusionante' anécdota en la emotiva despedida de Nadal del Mutua Madrid Open
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"Era broma, el año que viene vuelvo": la 'ilusionante' anécdota en la emotiva despedida de Nadal del Mutua Madrid Open

El manacorí disputó su último encuentro en el Masters 1.000 que se celebra en la Caja Mágica al caer ante el checo Jiri Lehecka y recibió un merecido homenaje

Foto: Rafael Nadal, durante su despedida de la Caja Mágica. (AFP7)
Rafael Nadal, durante su despedida de la Caja Mágica. (AFP7)

Tenía que llegar... y llegó. Poco importaba que hubiera pasado la medianoche, que el Madrid se jugara las habichuelas en Múnich o incluso que aún tenga por delante su verdadero objetivo esta temporada. Rafa Nadal dijo adiós al Mutua Madrid Open disputando el último partido de su trayectoria en la Caja Mágica y con ello se produjo un volcán de recuerdos que transportaron, a los allí presentes pero también a los que lo veían por el televisor, a más de dos décadas atrás. Como si su carita aniñada de adolescente, su melena y sus pantalones piratas hubieran sido ayer mismo.

Rafa remó lo que pudo y, de hecho, hizo un partido más que digno ante el martillo pilón que acabó siendo Lehecka. El balear logró varios puntos de la casa, con su "vamos" espoleando al público y renovando la ilusión en que sí se podía. Pero el checo no cometió un solo fallo al saque (ni al resto, ni en la red...), y sus golpes demoledores, con una colección de bolas a la línea, acabaron definitivamente con la leyenda en dos sets y poco más de dos horas de juego. Finalizaba la canción del último baile en Madrid.

Foto: Nadal, en un entrenamiento en Madrid. (AFP7)

Como no podía ser de otra forma, el Mutua Madrid Open preparó un bonito homenaje. Que dos de las lonas que formaban el "Gracias, Rafa" se resistieran a desplegarse fue la fiel representación de lo que sintió todo aficionado al tenis. Decía adiós al único Masters 1.000 que hay en España el tenista que más veces lo ha ganado, con cinco (una en pista rápida y cuatro en tierra batida), pero también lo hacía el mejor deportista español de siempre. Con un vídeo en las pantallas recordando esos triunfos junto a la música de Gladiator se pudo ver a un Nadal visiblemente emocionado, como el resto de la Caja Mágica. Y no era para menos.

"Era broma, el año que viene vuelvo"

Las lágrimas brotaban por las gradas en uno de esos momentos que nunca quieres que se acabe, y más cuando Nadal cogió el micrófono y dejó a la pista Manolo Santana totalmente paralizada con un pequeño chiste que todos sabían que lo era, pero deseaban que fuera verdad: "Que era una broma. Que el año que viene vuelvo, hombre". Silencio sepulcral hasta que se desataron las risas, claro.

Nadal explicó que este tenía que ser el fin y, pese a que Roland Garros volverá a disfrutar de su rey y el español peleará con todo por sacar algo de los Juegos Olímpicos, la meta ya sí que está a la vuelta de la esquina: "He tenido la oportunidad de poder volver a jugar en esta pista. Ha sido muy especial a nivel deportivo y a nivel emocional. Hace pocas semanas, dos días antes de Barcelona, no sabía si podría volver a competir en un partido oficial y he jugado dos semanas. Ha sido inolvidable".

"Es un día difícil cuando llega, pero la vida y mi cuerpo llevan tiempo mandando señales de que es el momento adecuado. Solo puedo agradecer a todos los que en algún momento me han ayudado en mi carrera", dijo el tenista español, que no dejó de mostrar su agradecimiento: "No ha terminado aún, pero aquí sí. Es un regalo que me habéis hecho durante 21 años. Madrid ha sido para mí más importante que ganar algunos Grand Slam. Las emociones de Madrid se quedan conmigo para siempre. He tenido la suerte de haber podido hacer de lo quera un hobby un trabajo y además hacerlo bien. Me siento muy afortunado y no puedo pedir nada más".

"Espero que haya podido ser un buen ejemplo para las nuevas generaciones. Eso es incluso más importante que los títulos. Espero haber generado emociones positivas. Lo único que puedo deciros es 'gracias'. No puedo decir nada más. Lo que siento es esto. Este era un día difícil cuando llega, pero ya es una realidad. He podido decir adiós jugando en esta pista, una de las que más me han emocionado y jugando como quería", reconoció el manacorí.

Rafa señaló que, aunque fue un homenaje de despedida, aún tiene por delante algunos objetivos esta temporada: "No quería hacer un mar de lágrimas porque no he terminado aún mi camino con la raqueta. Ha sido una noche emocionalmente a más no poder. Pero no es el momento de dejar ir todo lo que llevo dentro a nivel de emociones y sensaciones. Me queda un camino por recorrer y no quiero soltar toda la adrenalina. En Madrid sí que he cerrado un círculo. No me imaginaba estar aquí con casi 38 años. Es muy bonito este torneo y espero que todas las generaciones puedan disfrutarlo en el futuro. No voy a darle las gracias a mi equipo y a mi familia porque lo haré el día en el que me retire", dijo antes de recibir un trofeo de manos de Feliciano López y Gerard Tsobanian, CEO del Mutua Madrid Open.

Tenía que llegar... y llegó. Poco importaba que hubiera pasado la medianoche, que el Madrid se jugara las habichuelas en Múnich o incluso que aún tenga por delante su verdadero objetivo esta temporada. Rafa Nadal dijo adiós al Mutua Madrid Open disputando el último partido de su trayectoria en la Caja Mágica y con ello se produjo un volcán de recuerdos que transportaron, a los allí presentes pero también a los que lo veían por el televisor, a más de dos décadas atrás. Como si su carita aniñada de adolescente, su melena y sus pantalones piratas hubieran sido ayer mismo.

Rafa Nadal
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