La mentira real de la que habla Rafa Nadal es no haber hecho lo mismo que Roger Federer

Nuevo varapalo para Rafa Nadal. El tenista español ya ha anunciado que no podrá competir en Indian Wells, además de no haberse inscrito en Miami, por lo que tendrá un par de semanas más para tratar de recuperarse físicamente a la perfección. El balear no termina de encontrar el punto que necesita para poder ser competitivo y, por esa razón, ha decidido no jugar en el torneo californiano, pero las dudas siguen siendo más que evidentes. Cada vez, más.

En el último año y medio, Nadal solo ha podido disputar dos partidos oficiales antes de volver a caer ante Jordan Thompson. Lo que parecía que era un problema puntual, de nuevo, se ha convertido en una nueva lesión que incluso le impide competir. El espejismo del Slam de Netflix nos hizo creer que el balear estaba de nuevo en condiciones de competir y de hacernos disfrutar, pero nada más lejos de la realidad: cuatro días después, vuelve a anunciar que no va a jugar.

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Rubén Rodríguez

"La decisión de no jugar es muy dura, pero no puedo mentirme a mí mismo, ni mentir a miles de aficionados", expresaba en redes sociales para anunciar su baja en Indian Wells. Lo que el español quería expresar no era más que su propio sentir: pese a poder disputar un partido de exhibición hace escasos días, su cuerpo no se encuentra en el punto que le permita ser competitivo. Los entrenamientos realizados no le dan la confianza para poder luchar por ganar.

El problema es que da la sensación de que Nadal ha entrado en un bucle peligroso. Lesión y, cuando parece que la recuperación está cercana, anuncia que no competirá en el próximo torneo. Eso es lo que lleva pasando en los últimos meses, lo que ha mermado la confianza de toda una leyenda del tenis. Ha llegado el momento en el que ver al mejor deportista español de todos los tiempos anunciar que no puede jugar por lesión no es noticia, sino lo habitual.

Aseguraba Nadal que no quería mentirse a sí mismo, pero la sensación es que lo lleva haciendo un tiempo, pues no se encuentra al nivel necesario para seguir jugando en la élite. O, al menos, eso es lo que se desprende de lo que sucede semana tras semanas. Parece que está cerca de recuperarse completamente, pero lo que apunta a reaparición inminente, se termina retrasando. Y eso es, precisamente, lo que Roger Federer trató de evitar antes de su adiós.

"Lo que quiero es retirarme sobre la pista, jugando. No quiero hacerlo, después de meses sin jugar, con una rueda de prensa", decía aquel día que anunciaba que 2024 sería su último año. Pero parece que intenta forzar torneo tras torneo sin conseguirlo, lo que genera una sensación de duda constante con su estado de forma. Federer, en su último año, fue mucho más inteligente para controlar los tiempos de su juego y poder despedirse a lo grande.

Tras disputar el Open de Australia de 2020, en el que llegó a semifinales, Federer decidió dejar de jugar para recuperarse de sus problemas físicos. ¿Cuánto tiempo? Baja indefinida, para poder despedirse en Wimbledon. Tras más de un año sin jugar, tres torneos seguidos para coger firma: Ginebra, Roland Garros y Halle. Así, hasta llegar a Wimbledon, donde compitió hasta llegar a cuartos de final y puso el lazo final a su carrera tras perder con Hubert Hurkacz.

Nadal no ha sabido hacer la misma jugada. Es evidente que ha marcado Roland Garros y los Juegos como más que posible punto y final pero, mientras tanto, trata de competir en otros torneos del calendario de los que, según se acerca la fecha, se termina bajando por no encontrarse bien. Es una trampa al solitario que se hace el propio jugador, confiando por encima de sus posibilidades. Nunca hay que dudar de un campeón como Nadal, pero las señales, son claras: su cuerpo dijo basta.