Cómo destrozar un tanque

Manual para entender el duelo de carros de combate

Se cumple un año de la invasión rusa a Ucrania, y aquella rápida ‘operación militar especial’ con la que Vladímir Putin aspiraba doblegar a Ucrania en 48 horas sigue empantanada. Al Kremlin le ha salido todo mal —hasta la fecha— en su brutal invasión. Pero la guerra sigue y en la partida entran ahora nuevas piezas que podrían desestabilizar el tablero. Bienvenidos a los duelos de blindados.

Carros rusos

Pueden ser determinantes en los próximos meses. Los rusos, si quieren romper el frente en su prevista ofensiva, deberán arriesgar y atacar con sus blindados pesados. Esto les va a suponer graves pérdidas, bien por la acción de los sistemas anticarro clásicos, como minas o misiles, o bien por el enfrentamiento con sus homólogos ucranianos.

El modelo 3D es un carro de combate T-72, uno de los carros que utiliza Rusia contra Ucrania.

Carros ucranianos

Por su parte, las tropas de Kiev esperarán a disponer de suficientes Leopard y Abrams para lanzarse sobre los rusos. Tampoco lo tendrán fácil y tal vez estemos a punto de asistir a un enfrentamiento de medios acorazados como no se veía desde las guerras árabe israelíes.

El modelo 3D es un carro de combate Leopard 2A4, uno de los carros enviados a Ucrania para luchar contra Rusia.

Texto Juanjo Fernández
Infografía Rocío Márquez
Desarrollo María Mateo | Luis Rodríguez

os errores de Moscú, la determinación ucraniana y la enorme ayuda militar que occidente está facilitando, son las claves que explicarían esta situación. Ahora, con una ofensiva rusa y el envío de importantes cifras de carros de combate occidentales, todo sigue en el aire. Rusia no ha vencido, pero aún está lejos de ser derrotada.

En ocasiones anteriores, hemos explicado las características y el potencial de los Leopard 2A4 que se van a enviar a Ucrania, y también cómo se organizan estas unidades pesadas sobre el terreno. En esta oportunidad, vamos a explorar un último aspecto fundamental: cómo es el combate de carros, cómo se les puede destruir y cómo se pueden defender.

carro T72 (bando ruso)
Leopard 2A4 (bando ucraniano)
Izquierda carro T-72B3M (bando ruso | Foto: Vitaly Kuzmin) y derecha Leopard 2A4 (bando ucraniano | Foto: Juanjo Fernández)
Arriba carro T-72B3M (bando ruso | Foto: Vitaly Kuzmin) y abajo Leopard 2A4 (bando ucraniano | Foto: Juanjo Fernández)

Duelo en la distancia

La primera noción sobre el combate entre colosos blindados es que suele librarse en la distancia. Los carristas buscan una posición ideal, separada de los enemigos buscando explotar la capacidad que le da su cañón de golpear a cientos de metros y alejar en lo posible potenciales ataques, ya que su blindaje será más efectivo en la distancia para detener el impacto. Por ello, en una acción real, es muy raro que dos carros se disparen a quemarropa, salvo que se trate de un encuentro fortuito. Una tripulación occidental buscaría una distancia óptima de entre 1.000 y 2.000 metros, aunque, en la realidad del terreno ucraniano, es muy probable que muchos de los enfrentamientos se produzcan a menos de 1.000 metros.

Participar en una refriega de carros implica una gran fortaleza psicológica: pasar largas horas encerrado, con la tensión al máximo y ser testigo de lo que le ocurre al blindado de tus compañeros cuando es alcanzado. Se precisa de nervios templados y mucho entrenamiento. Este duelo a distancia se rige por una serie de ‘buenas prácticas’ que condensa lo que debe hacer una tripulación para salir airosa de un enfrentamiento. Es lo que en algunos sitios se denomina “el ciclo de supervivencia”. Unas frases sencillas que resumen las fases del enfrentamiento entre blindados.

Ver y golpear desde lejos

Es lo ideal. Los cañones suelen tener alcances eficaces que rondan los 3.000 – 3.500 metros, por lo que detectar rápidamente al enemigo es crucial para ser el primero en disparar. En esta lucha, el que golpea primero lo hace dos veces, pues ese primer disparo puede ser el definitivo. Incluso aunque no se consiga destruir al adversario, cualquier impacto puede dejarlo muy dañado y en clara inferioridad. Por eso son tan importantes los equipos ópticos, la telemetría y la visión nocturna. Quien tenga mejores sistemas de visión, contará con una importante ventaja. Por este motivo los modelos occidentales son clave para Ucrania.

Que no me vean

Es la mejor defensa. Es imposible destruir un carro enemigo que no ha sido localizado, pues todos los medios para destruirlo - excepto las minas, como es obvio - se basan en algún tipo de sistema de puntería o guiado. Por eso es tan importante no moverse por terreno descubierto y utilizar camuflaje. En este sentido cada vez cobran más importancia los sofisticados sistemas de ocultamiento del tipo Barracuda (sueco) o Nakidka (ruso). Estos sistemas no solo realizan un enmascaramiento visual, sino también térmico, porque es una de las formas de localizarlos.

Si me ven, que no me disparen

Una vez te han localizado hay que evitar que el enemigo dispare. Cómo hacerlo es más complicado, pero vale de todo. Muchas veces lo más sencillo es disparar al enemigo, aunque sea sin afinar la puntería, o hacerlo con las armas ligeras de abordo o tender una cortina de humo con los lanzafumígenos del vehículo. Se trata de impedir que pueda realizar un correcto cálculo de tiro, hostigarle y hacer que se mueva. Aquí la preparación y sangre fría de las tripulaciones y el apoyo de otros carros de la unidad, son fundamentales.

Si me disparan, que no me alcancen

Cuando el disparo es inevitable, hay que moverse ya que, si te quedas estático, te conviertes en un blanco fácil. Pero es muy importante saber con qué te están disparando. Si es con el cañón, huir es lo mejor; pero, si es con un misil, además de la cortina de humo, hay que utilizar las defensas activas, si se dispone de ellas —cosa que en Ucrania se ha visto entre poco y nada—, y rezar para que funcionen.

Si me alcanzan, que no me perforen

Es el peor momento para una tripulación. Una vez te han alcanzado, poco se puede hacer salvo tratar de mantener el movimiento y evitar un segundo disparo. Aquí juega el blindaje y la distancia a la que se ha mantenido el duelo. Si hay muchos metros de por medio, el impacto no es en un punto crítico y se cuenta con una coraza estratificada y eficaz, puede que el proyectil no penetre el blindaje. Sin duda, se producirán daños y la tripulación quedará aturdida, pero con suerte volverán a combatir otro día.

Si me perforan, que no me maten

Todo depende del vehículo y de cómo haya sido la perforación del proyectil, pero el carro está sentenciado. Llegado este momento, la disposición interna y la distribución de la munición, los sistemas antiincendios y los revestimientos interiores de Kevlar, que evitan la generación de esquirlas, son la última defensa para que la tripulación cuente con unos instantes para abandonar el blindado. En otro caso, el final es el peor. No hay más que ver las imágenes de algunos modelos rusos alcanzados en la guerra, por cuyas escotillas sale un chorro de llamas y donde la torre termina saltando por los aires.

Carro ruso alcanzado y perforado por un misil ucraniano

Leopard 2A4 | Ucrania

El Leopard 2A4 comenzó a producirse en 1985 y es una evolución avanzada del clásico diseño alemán Leopard posterior a la Segunda Guerra Mundial. Su llegada al frente supondrá para Ucrania una mejora y actualización respecto a los viejos diseños soviéticos que manejan ahora (los propios, los cedidos por países como Polonia y los capturados a los rusos). El Leopard 2A4 goza de una alta movilidad, sobre todo a la hora de realizar giros y de ir marcha atrás; un gran blindaje, y ópticas de última generación.

Puntos fuertes

Blindaje

Su blindaje está mucho mejor repartido que en los modelos rusos. Esto hace que estén mejor protegidos en laterales, parte trasera y en la parte superior.

Puntos fuertes

Opticas diurnas/nocturnas y dirección de tiro

Dispone de unas ópticas diurnas y nocturnas, así como una dirección de tiro, superiores a sus homólogos rusos intermedios, como podría ser el T-72 B y B3.

Puntos débiles

Accionamiento hidráulico de la torre

Es un mecanismo que se encuentra a la derecha del carro, encargado de mover la torre. Un impacto en este punto podría suponer un peligroso incendio al salir el líquido hidráulico pulverizado a presión.

Puntos débiles

La santabárbara

A la izquierda, la santabárbara, con los proyectiles de uso inmediato. Un impacto puede tener un resultado desastroso si el soldado cargador, por deficiente adiestramiento o problemas técnicos, no maneja adecuadamente la compuerta blindada de separación y la mantiene abierta.

Carro de combate T72 | Rusia

El T-72, un diseño soviético que data de principios de los años 70, es el más abundante en las filas rusas. Cerca del 70% de sus fuerzas acorazadas en Ucrania están formadas por distintas versiones de este modelo. Ha ido recibiendo sucesivas modernizaciones —las más comunes son el T-72B y T-72B3—, siendo la más moderna la B3M. Solo las versiones más actualizadas, B3 Obr 2011 y, sobre todo, la B3M (modernización de 2016), están en condiciones de enfrentarse con opciones de victoria a los carros occidentales, como el Leopard 2 o el Abrams.

Puntos fuertes

Sencillez y bajo coste

Las ventajas del T-72 son su bajo perfil, sencillez, bajo coste y facilidad para fabricación en masa.

Puntos fuertes

Cañón

Dispone de un potente cañón y utiliza cargador automático, lo que le permite funcionar con tan solo tres tripulantes frente a los cuatro que requiere un Leopard 2A4.

Puntos débiles

Ópticas y visión nocturna

En su contra tiene el disponer de ópticas (en general) más anticuadas, que permiten menos precisión y capacidad de operaciones.

Puntos débiles

Blindaje

Su blindaje, eficaz solo en la parte frontal y torre, así como cierta dificultad para ir marcha atrás suponen una gran desventaja en combate.

Puntos débiles

Disposición interior del carrusel de munición

Muy poco protegido y expuesto con la débil protección de los laterales. Una vez alcanzada por un proyectil enemigo, su munición desengarzada se incendia y explota con facilidad, siendo desastroso para vehículo y tripulación.

Objetivo: destruir el carro de combate

Destruir un blindado pasa por penetrar su blindaje o ponerle fuera de juego —que, en plena acción, basta con dejarle inmovilizado—. Atravesar la coraza es un pulso entre esta y el proyectil, lo mismo que la lanza contra el escudo. Se trata de impactar concentrando el máximo de energía sobre la mínima superficie, de tal forma que consiga perforar la defensa blindada. Vamos a repasar algunos de los principales medios para conseguir este objetivo.

Minas

Son un arma traicionera porque, oculta bajo tierra, inmoviliza o destruye la mayoría de blindados. Además, no solo afecta al vehículo que la acciona, sino que influye sobre todos los que hay alrededor al existir el riesgo de que existan más minas. Las más comunes son las que funcionan por presión, detonando cuando se pisan y destruyendo el tren de rodaje.

Carros rusos T-72 inmovilizados y vehículos de infantería BMP destruidos por minas ucranianas, en un ataque en los alrededores de Svatove

La defensa contra las minas es utilizar vehículos con kits especiales dotados de arados o rodillos, cuya misión es tan simple como desenterrarlas o hacerlas estallar. Una de sus ventajas es que sembrar un campo de minas es muy fácil. Se puede hacer manualmente o por medios más avanzados. Los ucranianos, por ejemplo, han recibido proyectiles de artillería RAAMS, válidos para cualquier pieza de 155 mm, con proyectiles que albergan en su interior nueve minas que se dispersan antes de su caída.

Blindado barreminas BMR-3MS, basado en la barcaza de un T-90 | Fotografía: Rosoboronexport

En Ucrania, las minas están siendo muy empleadas y con resultados devastadores. Las más corrientes son las del tipo TM-57 y TM-62, de origen soviético. También las hay de activación magnética, como la de origen francés HPD-2A2 (usada por los ucranianos) y las que utilizan cargas huecas o cargas preformadas (EFP), también llamadas de efecto dirigido y que son mucho más letales. Más sofisticada es la mina ‘saltadora’ rusa del tipo PTKM-1R, que lanza un proyectil que ataca la parte superior del blindado, que suele ser uno de sus puntos débiles.

Proyectiles de carga hueca

Es el tipo más extendido. Basa su efecto en la forma interior de la ojiva del proyectil. Al explotar, concentra su energía formando un chorro de gases a alta presión y temperatura que, literalmente, funde el metal.

Modelo de Rocio Michi Ojeda | Creative Commons Attribution

El RPG-7 es una de las armas contracarro más comunes y sencillas. Basa su eficacia en utilizar una ojiva de carga hueca, en extremo sencilla, barata y fácil de fabricar. Consta de un lanzador, al que se le acoplan cohetes de 85 mm, con un coste de unos 800 dólares por lanzador y entre 100-500 dólares por cohete. Su alcance efectivo es de casi 1.000 metros, pero, al carecer de elementos sofisticados de puntería, solo es fiable entre 50 y 100 metros, mientras que acertar a un blanco más allá de los 400 es solo cuestión de suerte.

La carga hueca es muy eficaz contra blindajes poco sofisticados de acero homogéneo (ya superados). Para minimizar el efecto de las cargas huecas se emplean dos tipos de defensa. Por un lado, el blindaje reactivo y, por otro, el estratificado. El primero está formado por placas o elementos – los típicos ‘ladrillos’ que se ven en los carros rusos – que explotan al recibir un impacto. Con esta explosión se consigue dispersar el chorro candente de la carga hueca, haciendo que no sea tan eficaz. El estratificado tipo Chobham o ‘sandwich’ consiste en intercalar placas de metal con placas cerámicas. Cuando el chorro candente llega a la placa cerámica, el calor es absorbido por este material, impidiendo que penetre el blindaje.

Misiles contracarro

Cada vez más sofisticados, con sistemas de guiado muy precisos y elevados alcances, se han convertido en la principal amenaza de los grandes blindados.

Javelin | Modelo de Tactical_Gamer | Creative Commons Attribution

Los más modernos están preparados para superar la mayoría de las barreras defensivas, incluido el blindaje reactivo. Para ello utilizan lo que se denomina ojivas en tándem. Este sistema hace que el misil disponga de dos partes explosivas en su cabeza de guerra. La primera es pequeña y genera una explosión que hace reaccionar a los elementos reactivos o destroza los de otros tipos, como los de rejas. De este modo, abre un hueco por donde actúa la ojiva principal, que es la que perfora la coraza propiamente dicha. Contra estas armas, las principales medidas son los sistemas de ocultación, que pueden engañar al sistema de guiado del misil y, sobre todo, las defensas activas o sistemas APS, que detectan al misil entrante y lanzan una pequeña granada de fragmentación contra él.

Proyectiles flecha

Los proyectiles subcalibrados APFSDS (Armour-Piercing Fin-Stabilised Discarding Sabot) o ‘proyectiles flecha’, son lo ideal para acabar con un gran blindado por su relación coste/eficacia.

Municionando un Leopardo 2E con proyectiles APFSDS de instrucción | Fotografía: Juanjo Fernández

La idea es concentrar toda la energía cinética de la munición – que en un cañón de 120 o de 125 mm es mucha – en la menor superficie posible. Contra este tipo de arma se debe confiar en las defensas pasivas, es decir, el blindaje. Si no es estratificado, poco hay que hacer y el dardo atravesará la coraza. Si es del tipo moderno, las diferentes densidades de cada capa dificultarán la entrada de la flecha y harán que pierda gran parte de su energía, se desvíe o incluso llegue a partirse.