¿Dónde actúan las fuerzas especiales británicas? Los secretos de los últimos 20 años salen a la luz

Reino Unido no es formalmente parte activa de la guerra de Ucrania. Sin embargo, los documentos secretos del Pentágono filtrados recientemente por un miembro de la Guardia Nacional Aérea de Estados Unidos señalaron que, entre febrero y marzo de este año, se desplegaron 50 miembros de las fuerzas especiales británicas. Los mandados por Washington y París se enumeraron como 14 y 15, respectivamente.

Downing Street se niega a realizar comentarios al respecto. Las unidades militares de élite operan en secreto, sin que los ministros confirmen públicamente sus operaciones. Pero el grupo de investigación Acción sobre la Violencia Armada ha elaborado una lista de sus actividades desde 2011 basándose en filtraciones de los medios.

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El Servicio Aéreo Especial (SAS) y otras fuerzas especiales británicas han estado involucradas en operaciones encubiertas en 19 países, incluidos Nigeria, Filipinas, Rusia, Sudán o Siria. En este último país, han estado particularmente activas desde 2012 para ayudar a los grupos rebeldes que luchan contra el presidente Bashar al-Asad. También fueron enviados en 2013 para identificar objetivos militares antes de una campaña de bombardeos.

Pero tal es la obsesión por mantenerlo en secreto que cuando un miembro de SAS, Matt Tonroe, fue asesinado en Siria en 2018, se lo describió oficialmente como miembro del regimiento de paracaidistas. Más tarde se supo que no lo mató un artefacto explosivo improvisado, sino la detonación accidental de una granada que llevaba su colega estadounidense.

Si bien la convención dicta que los parlamentarios deben votar a favor de la entrada de Reino Unido en una guerra, se pueden desplegar a las fuerzas especiales sin la aprobación de la Cámara de los Comunes, y sus acciones no están sujetas a investigación por parte de ningún comité de Westminster.

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Aunque el pasado mes de marzo comenzó una investigación pública sobre las denuncias de que el SAS fue supuestamente responsable de 54 ejecuciones en Afganistán en 2010 y 2011, generalmente en redadas nocturnas. Separaron a los hombres de sus familias y, según los informes, los mataron a tiros después de los sospechosos sacarán un arma.

Iain Overton, director ejecutivo de Acción sobre la Violencia Armada, asegura que "el extenso despliegue de las Fuerzas Especiales en numerosos países durante la última década plantea serias preocupaciones sobre la transparencia y la supervisión democrática". "La falta de aprobación parlamentaria y revisiones retrospectivas de estas misiones es profundamente preocupante", recalca.

No obstante, expertos en defensa consultados por este diario recalcan que no hay nada de excepcional y que desde luego es una práctica extendida en el resto de países. "Estas fuerzas se despliegan para proteger los intereses británicos, así como los intereses de la OTAN y otros aliados y socios. Nada me sorprende en cuanto a dónde se supone que fueron enviados. Es un lapso de tiempo bastante largo", asegura un especialista.

Otro recalca que "estas operaciones son secretas porque es posible que Reino Unido no esté en guerra con los países a los que se envían las fuerzas especiales británicas", pero pueden apoyar a aliados "para ayudar a sus propias fuerzas o para brindar asistencia a las autoridades civiles".

Algunas operaciones podrían haber sido de combate, pero otras, según los expertos consultados, pueden ser de reconocimiento, protección diplomáticos, apoyo a operaciones antidroga o situaciones donde hay secuestros.

Según el informe del grupo de investigación, en junio de 2015, poco después de que 38 personas, incluidos 30 británicos, fueran asesinadas por un terrorista en un hotel de playa en Túnez, David Cameron, quien entonces era primer ministro, dio "carta blanca" al SAS para capturar o matar a líderes islamistas en el Medio Oriente.

Por otra parte, las fuerzas especiales participaron en el rescate de dos docenas de diplomáticos británicos y sus familias de Jartum el pasado mes de abril después del estallido de los combates en Sudán, evacuándolos a un aeródromo al norte de la capital, cuando corrían el riesgo de ser atacados.

En ese momento, Ben Wallace, titular de Defensa, elogió el esfuerzo militar involucrado. Sin embargo, el Ministerio de Defensa dijo que la operación involucró a miembros del regimiento de paracaidistas, los Royal Marines y la Real Fuerza Aérea (RAF), pero no mencionó a las fuerzas especiales.

Asimismo, las fuerzas especiales participan con frecuencia en rescates de rehenes. Un grupo de comandos de Servicio Especial de Embarcaciones (SBS) intentó sin éxito rescatar a un británico y un italiano retenidos por un grupo islamista en Nigeria en 2012, pero una pareja retenida en Filipinas fue rescatada con éxito en 2019 en una misión que las fuerzas especiales de Reino Unido ayudaron a planificar.

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El único despliegue en Rusia mencionado en los medios se remonta a 2014, cuando el tabloide Express informó que los soldados del SAS estaban "disponibles" para proteger la seguridad de los atletas británicos en los Juegos Olímpicos de invierno en Sochi.

La lista completa de países también incluye Argelia, Estonia, Francia, Omán, Irak, Kenia, Libia, Malí, Chipre, Pakistán, Somalia y Yemen. Un portavoz del Ministerio de Defensa asegura no obstante que "la política de larga tradición de los Gobiernos es no realizar comentarios sobre las Fuerzas Especiales de Reino Unido".