"Me va a votar mucha gente que votó a Juanma Moreno en Sevilla en las andaluzas"

Cuando llega al centro cívico donde se va a realizar la entrevista, un chaval aborda a Antonio Muñoz con cierta guasa. "¿Cuándo va a llegar el metro a Sevilla Este, alcalde?". Muñoz se arremanga, admite que todavía faltan años y que lo engañaría si le dijera lo contrario. Pero le explica que antes, el año que viene, habrá un tranvibus que conectará este populoso barrio de la capital andaluza con el centro. Acaban hablando de la semifinal del Sevilla en la Europa League. Es conocido que el regidor y candidato socialista es del equipo del Ramón Sánchez-Pizjuán y su deseo secreto (o no tanto) es ganar el 28-M y luego irse a Budapest, como alcalde electo, a ver la final de su equipo. Por el camino, tiene una media de seis actos al día, pero asegura que lo lleva bien.

PREGUNTA. Se definió en una entrevista como un alcalde feliz. ¿Es un candidato feliz?

R. Soy un alcalde feliz, lleno de responsabilidad y tremendamente motivado en este momento por mantener el Gobierno socialista en Sevilla.

P. ¿Lo de feliz es por contraponerse al candidato del PP, al que todo el mundo le dice que es un tipo serio?

R. No. A esta vida hemos venido fundamentalmente a ser felices. Ser alcalde de Sevilla es una enorme responsabilidad y un reto. Me hace tremendamente feliz el contacto permanente con la gente, descubrir nuevos rincones de Sevilla. Me está enriqueciendo de una manera extraordinaria como persona. Dije en mi toma de posesión que cada vez tengo más claro, a pesar de haber vivido en distintos sitios y de haber viajado, que mi lugar en el mundo es Sevilla. Y eso lo ratifico como consecuencia de mi actividad como alcalde, que me hace conocer rincones o pisar calles que antes de ser alcalde no había pisado

P. Ha confesado que no se había planteado llegar a alcalde.

R. Formé parte de la candidatura de Juan Espadas en 2011 y nos pegamos el batacazo de la mayoría absolutísima de Juan Ignacio Zoido. Luego recuperamos el Gobierno, pero nunca, nunca, nunca estuvo en mi ambición política sustituir a Juan, ser alcalde de la ciudad. Cuando Juan me lo propuso, hice un ejercicio de honestidad conmigo mismo, intenté responder a la pregunta de si estaba dispuesto, si quería, si yo me veía, si me apetecía. Indudablemente ejercer la alcaldía de Sevilla tiene una parte de vanagloria, llena tu ego, pero al mismo tiempo hay que estar dispuesto a ejercer la responsabilidad, dedicarle muchísimas horas. Respondí que sí y ahora tengo la sensación y la certeza de que no me he equivocado.

P. ¿Qué diferencia al proyecto de Antonio Muñoz del de Juan Espadas?

R. He formado parte del equipo de Juan Espadas y no tendría mucha lógica un giro de 180 grados en la política impulsada desde el ayuntamiento. Pero aunque yo pertenecía a su equipo y pertenecemos a la misma organización política, cada uno le da su impronta en la acción de gobierno. Las circunstancias nos están obligando a ser mucho más contundentes, más ambiciosos, en todo lo concerniente al cambio climático. Hay que poner más énfasis en los barrios, en las políticas de barrio. Hay que empezar a configurar los barrios de Sevilla como si fueran pequeñas ciudades para que, en la medida de lo posible, todas puedan tener un nivel de equipamiento aceptable en materia deportiva, cultural y a la hora de realizar trámites. Son improntas de mi gestión que si sigo siendo alcalde se van a manifestar de una manera mucho más protagonista.

P. El PSOE tiene puesto el foco en los barrios porque hay miedo a la desmovilización de esos bastiones de voto socialista, básicos para que usted gane las elecciones.

R. Me gustaría afirmar rotundamente que soy el alcalde de toda la ciudad de Sevilla.

P. ¿Lo dice porque le achacan que es un alcalde demasiado del centro?

R. [Risas] Cuando me muevo de un barrio a otro, no voy con el prejuicio de que estoy pisando un terreno donde se vota a un partido o se vota al otro. Yo veo una movilización, veo al partido tremendamente activo, no solamente en barrios tradicionales de voto socialista, sino en términos generales. Hoy mismo he tenido una reunión con los 11 secretarios generales del partido en la ciudad de Sevilla y veo que hay una movilización importante. Hay un dato que me llena de orgullo. Hay viejos militantes que habían desaparecido de la órbita de los actos públicos del PSOE y los estoy volviendo a ver. Eso me rearma de motivación.

"Hay viejos militantes que habían desaparecido de la órbita de los actos públicos del PSOE y los estoy volviendo a ver"

P. ¿Podrá conservar el voto prestado de gente que optó antes por el PP y que eligió a Espadas en 2019?

R. Se lo digo de otra manera. Estoy seguro de que voy a tener mucho voto del que tuvo Moreno Bonilla en la ciudad de Sevilla en las autonómicas de 2022. Voy a tener mucho voto de Ciudadanos en las últimas municipales. Eso me hace albergar todas las esperanzas para seguir siendo alcalde. Hay gente que me dice que nunca había votado al Partido Socialista o que había dejado de votarlo y que voy a contar con su voto.

P. ¿Cómo va a convencer a esa gente que votó por Juanma Moreno?

R. Porque pueden ver en mí a un alcalde que pone el interés de la ciudad de Sevilla por encima de cualquier interés partidista. En este año y medio, se han desbloqueado déficits históricos de Sevilla, como pueden ser el metro, que corresponde a la Junta de Andalucía, el estudio de la conexión de Santa Justa con el aeropuerto o la licitación del Museo Arqueológico. Estas dos últimas inversiones corresponden al Gobierno de España. A mí públicamente se me ha escuchado demandar el sitio que le corresponde a Sevilla en el tablero nacional con independencia de exigir a la Junta de Andalucía o al Gobierno de España. Durante muchísimos años, los presupuestos generales del Estado y el presupuesto de la Junta de Andalucía, con gobiernos de mi partido y gobiernos del PP, no han estado en correspondencia con la tercera ciudad de España y la capital de Andalucía.

P. ¿Eso es un tirón de orejas a Espadas?

R. No, porque cada uno tiene su momento, sus prioridades, y yo las de Juan Espadas las comparto, porque hay una continuación de su acción de gobierno. Pero tenemos que perder el complejo que ha habido durante muchísimos años en la plaza Nueva [sede del ayuntamiento], a la hora de exigir para Sevilla lo que nos corresponde.

P. ¿Espadas tenia ese complejo?

R. Yo no digo que lo tenga Juan Espadas, pero yo lo he perdido. A la hora de pedir, no hay que olvidar que Sevilla es la tercera área metropolitana de España y la capital de Andalucía. No podemos seguir recibiendo la respuesta de que ya tuvimos bastante con la Expo. Hace ya 32 años. A una ciudad como Barcelona, que también tuvo en el 92 los Juegos Olímpicos, no se la ha tratado igual que a Sevilla. Eso ha calado entre el electorado sevillano, porque hay un alcalde que ha exigido con la misma contundencia al Gobierno de España, de mi partido, o a la Junta de Andalucía. La gente va a reconocer ese esfuerzo.

P. El eslogan es Sevilla y sólo Sevilla. ¿Está huyendo del ruido nacional?

R. Es un intento de centrar el debate de la campaña electoral en los problemas de Sevilla. Sevilla tiene la suficiente entidad como para que en los debates el protagonismo lo tengan la ciudad y el futuro de la ciudad. Sevilla no es, como he escuchado, una pieza del tablero nacional, tiene su propio tablero. Me parece una falta de respeto a los sevillanos centrar el debate en cuestiones como la ley del solo sí es sí, la reforma penal u otras cuestiones de carácter nacional. Ahora es el momento de Sevilla, al igual que en Cuenca, será el momento de Cuenca.

P. Pero ese tipo de debates nacionales a usted no le vienen bien.

R. No rehúyo ningún tipo de debate y por supuesto que tengo mi opinión sobre cuestiones nacionales. El alcalde de Sevilla debe de tenerla. Pero no podemos contaminar el debate de Sevilla con las broncas de la Comunidad de Madrid o con determinadas iniciativas a nivel nacional. Yo quiero hablar sobre el futuro de la movilidad en Sevilla, sobre las políticas de cambio climático, sobre qué hacer por amortiguar los impactos que pueda tener el turismo masificado. Tenemos suficientes temas como para que el centro del debate sea Sevilla.

P. Es imposible no contaminarse. En la Copa del Rey, su partido impugnó un cartel de EH Bildu poco después de que Juan Espadas dijera que los pactos con ese partido están “plenamente bien”.

R. Había un incumplimiento de la ley electoral. Y me da igual que sea Bildu.

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P. ¿Aunque hayan incluido a condenados por terrorismo en sus listas del 28-M?

R. Me indigna que haya personas condenadas por crímenes terroristas en las listas de un partido como Bildu. Y no me gusta que haya acuerdos con un partido en esas condiciones. Dicho esto, tampoco me gusta que el PP acabe usando en todas las campañas el terrorismo y a las víctimas para arañar un puñado de votos. Estas elecciones van de Sevilla y sólo Sevilla. Y cuando se usan este tipo de argumentos, es porque no se tiene nada que ofrecer a los sevillanos y sevillanas.

P. ¿Al alcalde de Sevilla le parece bien la política de pactos de su partido?

R. La democracia española, ya quizá no tan joven, de mediana edad, tiene su primer Gobierno de coalición. Las primeras veces tienen un peaje de coste político. Si el PSOE hubiera gobernado en solitario en Madrid, el discurrir de algunas iniciativas hubiera ido por otros derroteros. Pero el balance que puede presentar el Gobierno de España es el de una economía en crecimiento, con una inflación controlada, con un descenso del desempleo. En la anterior crisis, con el PP en el Gobierno, fueron recortes, recortes y recortes. Y ahora se han aplicado políticas keynesianas de gasto público. Es la noche y el día con respecto a la hora de abordar una crisis económica. Hay suficientes activos políticos de este mandato, que ha sido muy convulso. Este mandato comenzó con el problema de Cataluña y luego ha pasado a un segundo, tercer o cuarto lugar como consecuencia de la pandemia, de la guerra y de otras circunstancias. La manera de afrontar estas crisis ha sido muy satisfactoria.

P. Le escuchamos poco hacer este tipo de defensas de la política del Gobierno de Pedro Sánchez.

R. Yo no reniego. Pero les hacemos un flaco favor a los sevillanos si todo el debate lo llenamos de política nacional. Yo sé que al PP, y lo veo en los plenos del ayuntamiento, le interesan los debates de carácter nacional porque cree que tienen un caldo de cultivo. Pero Sevilla no es Madrid. Sevilla está ajena a la bronca. Aquí hay otra manera de hacer política.

"Si Pedro Sánchez no viniera a apoyarme me estarían crucificando, dirían que no tengo el apoyo de Ferraz"

P. ¿El acto del sábado pasado, con Sánchez en Fibes, le sumó?

R. ¿Que estaríamos diciendo si el secretario general de los socialistas, el presidente del Gobierno, no viniera a apoyar al candidato en la ciudad de mayor tamaño gobernada por los socialistas? Me estarían crucificando, diciendo que no tengo el apoyo de Ferraz.

P. ¿A usted le favorece su presencia?

R. Claro. Porque las decisiones que ha tomado el Gobierno para Sevilla tienen un balance positivo. La candidatura de la Agencia Espacial Española está ahí. Como la firma de la licitación del Arqueológico o el acuerdo del metro con 1.300 millones financiados al 50% por el Ministerio de Fomento.

P. Existe una animadversión hacia el presidente del Gobierno que puede expulsar a esos votantes de Juanma Moreno que usted asegura que lo van a elegir ahora.

R. Lo lógico y normal es que el presidente venga a Sevilla, igual que venga el señor Feijóo. Con independencia de la animadversión o simpatía que pueda tener cada uno. En Sevilla no se presentan Pedro Sánchez, Moreno Bonilla ni Yolanda Díaz. Se presenta por el PSOE Antonio Muñoz.

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P. ¿Y la situación de atonía del PSOE andaluz le perjudica?

R. El PSOE andaluz está despertando después de la mayoría absoluta del PP. Es normal que a medida que el PP vaya desarrollando su acción de gobierno, le salgan goteras, le van a salir grietas. Estoy seguro de que la oposición del PSOE lo denunciará y pondrá alternativas. Es relativamente pronto todavía. Estoy seguro de que saldrán temas que serán rechazados por una buena parte de la población, como en el caso de Doñana. Y ahí encontrará Juan Espadas su razón de ser para la denuncia y para una acción política más beligerante. Yo he estado sentado con él frente a una mayoría absoluta como no ha tenido nadie. Y hemos visto cómo se fue emborronando y se fue agrietando a pesar de que parecía muy sólida y que podría durar dos o tres mandatos como mínimo.

P. ¿No va a echar en falta la maquinaria del PSOE andaluz al 100%?

R. Yo lo que necesito es la maquinaria del PSOE de Sevilla y le puedo asegurar que está muy bien reactivada y muy motivada. Los socialistas sevillanos saben perfectamente que tienen un reto, un desafío que es mantener Sevilla. Y Sevilla no es cualquier bastión, no es cualquier ciudad española, es la capital de Andalucía. Los socialistas de Sevilla son conscientes de que tenemos una tarea encomiable, que tenemos un foco puesto a nivel nacional sobre lo que va a ocurrir en Sevilla. Y ahí quien se la juega soy yo. Pero tengo detrás un equipo de concejales y una organización política que está muy movilizada. La maquinaria está engrasada. Reconozco que estoy sorprendido del alto grado de motivación que tienen los socialistas sevillanos para acompañarme en este objetivo.

P. ¿Acusa la presión de ese foco nacional?

R. Siento una enorme motivación.

P. Su derrota sería vista como una derrota para todo el partido.

R. Indudablemente. Tendría repercusión a nivel nacional, pero confío plenamente en ganar las elecciones, seguir siendo el alcalde y gobernar en minoría. Esta afirmación no la hago desde la prepotencia. La hago desde el termómetro de la calle. El contacto con los ciudadanos en barrios de distinta naturaleza me hace sentirme seguro de que voy a ser alcalde.

P. ¿No tiene buen recuerdo de la coalición con IU entre 2007 y 2011?

R. Quiero gobernar en solitario. Hemos sacado los presupuestos con los partidos de izquierda, con la abstención del PP, y, en 2023, con Ciudadanos. En primero de política se enseña que en año electoral no hay que intentar sacar los presupuestos porque lo que intentamos es enfatizar nuestras diferencias.

P. Supongo que es un intento de captar a parte de esos 40.000 votantes de Cs en 2019.

R. Cuando hay un acuerdo entre el PSOE y Cs es porque entendemos que es beneficioso para las dos partes. Ellos han ganado visibilidad, se han presentado como un partido bisagra, una imagen que habían perdido en la última etapa. El anterior portavoz, Álvaro Pimentel, va ahora en las listas del PP.

"No me gustaría que Cs desapareciera del ayuntamiento, puede jugar el papel de bisagra"

P. Y si de paso pesca unos cuantos votos de Cs, mejor.

R. Las encuestas le dan un mal resultado. Pero a mí no me gustaría que Cs desapareciera del ayuntamiento. Creo que puede jugar ese papel de bisagra, la centralidad politica.

P. ¿Prefiere pactar con Cs que con los partidos de izquierda?

R. Ningún tema de la ciudad se ha quedado en el cajón por falta de acuerdo. Hemos utilizado la geometría variable a veces pactando con un grupo y otras veces pactando con otro. Los ciudadanos agradecen que los grupos políticos nos pongamos de acuerdo. El diálogo ha sido una de mis señas de identidad y lo voy a seguir manteniendo. Sí me gustaría tener distintas posibilidades a la hora de sacar acuerdos.

P. ¿Le preocupa la división de la izquierda en dos listas?

R. Con todo el respeto, me parece un error que no haya una única candidatura. Me parece una pérdida, porque el electorado y las propuestas son bastante similares. Yo no lo entiendo.

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P. Podemos e IU han dicho que si necesita sus votos, quieren entrar en el Gobierno.

R. Ya veremos, pero mi intención es seguir gobernando en solitario.

P. ¿Cuál es el principal problema de Sevila?

R. Sevilla tiene por delante un desafío o reto como ciudad. Sevilla está en un punto de inflexión porque concita un cúmulo de inversiones públicas y privadas como hace décadas que no tenía. Podemos mirar de tú a tú a Madrid o Barcelona. Es argumento suficiente como para que no haya un cambio de gobierno. Estamos mejor que hace ocho años en crecimiento de empresas, en descenso del desempleo. ¿Por qué vamos a dar un volantazo? Hay una serie de retos que hay que afrontar de cara al futuro para que se vaya hacia esa ciudad competitiva, que atraiga talento, que atraiga inversiones. La reducción de las desigualdades en los barrios periféricos. La sostenibilidad y ser una referencia en la lucha contra el cambio climático. Pero también tenemos que diversificar nuestra economía. El turismo es muy importante, pero tenemos que aprovechar las oportunidades del sector aeronáutico y espacial. Hay que consolidar las inversiones en marcha con la movilidad, que es nuestro cuello de botella.

P. ¿Por qué va a conseguir usted acabar con la situación de barrios como el Polígono Sur si no lo ha conseguido ninguno de sus antecesores?

R. Voy a culminar la erradicación del chabolismo en El Vacie, pero no prometo erradicar 100% la problemática de estos barrios que encabezan las clasificaciones de pobreza. Estoy dispuesto a liderar una acción política mucho más potente, consolidada y continua en el tiempo en estos barrios. Pero necesito el compromiso presupuestario del Gobierno de España y la Junta de Andalucía. Si en esos barrios hay una situación excepcional, hay que abordarlos con políticas excepcionales.

P. Hay una sensación de que la ciudad está sucia.

R. Reconozco que la ciudad puede estar más limpia. No me he cruzado de brazos, pero lo que hemos hecho no ha funcionado del todo. Una inversión de dos millones y medio en máquinaria, contenedores y aumentar la plantilla en 126 personas se tiene que notar. No lo suficiente, lo reconozco, pero tengo diagnosticado perfectamente el problema. Hay que superar el déficit de personal que tiene la plantilla de Lipasam. Ha ido perdiendo más de 200 trabajadores y es un problema que hay que solucionar en los próximos años. Y no hay que perder de vista una cosa. Sevilla es una ciudad que se vive mucho en la calle y es una ciudad turística, con multitud de eventos extraordinarios.

P. ¿Son demasiados eventos ya?

R. Yo creo que no. Los eventos contribuyen a posicionar Sevilla de manera nacional e internacional y suponen una inyección económica importantísima en un momento de recuperación. Son eventos que posicionan la ciudad de una manera internacional y con una publicidad para nosotros envidiable para otras ciudades.

P. Dice José Luis Sanz, el candidato del PP, que no cabe ni un piso turístico más en Sevilla. ¿Está de acuerdo?

R. En algunas zonas de Sevilla, sobre todo del centro. Deberíamos delimitar y suspender el otorgamiento de licencias para ello. El decreto de la Junta, que va a salir, debe dar herramientas a los ayuntamientos para poder hacer algo. Nosotros hicimos una modificación del PGOU para exigir los mismos criterios urbanísticos a un piso turístico que a un hostal, una pensión o un hotel. Para no profundizar en el desequilibrio entre piso turístico y unidades residenciales donde viven sevillanos y sevillanas, es la Junta quien tiene la competencia y es quien tiene que posibilitar que no se den más.

P. Se han abierto casi 30 hoteles en los últimos años. ¿Hay una burbuja?

R. Los hoteles que se están abriendo en Sevilla son de cuatro y cinco estrellas mayoritariamente. Hay que sacar lecturas de esa apuesta de la iniciativa privada y las cadenas internacionales por el segmento de lujo. Tenemos que ir más por un perfil de turista de alto poder adquisitivo, que gaste más en la ciudad. Tenemos un volumen de más de tres millones de turistas al año, pero ahora tenemos que ir a por los grandes eventos y congresos para atraer turista prémium.

P. ¿El turismo está expulsando a los sevillanos del centro?

R. La población no tiene que ver con esto. Sevilla ha ganado 2.250 habitantes en el censo de 2022. Si no se construye vivienda y no hay oportunidades de empleo, las ciudades pierden población. Creo que con las promociones que se están construyendo, los suelos que se han desbloqueado y las oportunidades económicas que está presentando ahora mismo Sevilla, lo podremos solucionar. Eso me hace afirmar que Sevilla va a ganar población.

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P. ¿Le preocupa sentir el aliento de Málaga?

R. La competencia entre ciudades andaluzas me parece cateta. La competencia de Sevilla es con otras ciudades que están a más distancia. Sevilla es la capital administrativa, la capital cultural y la capital tecnológica. No alimento la rivalidad de Sevilla con ninguna ciudad andaluza, incluida Málaga. Yo me alegro y, si puedo establecer líneas de colaboración para que crezca Málaga, mi mano está tendida.

P. Hay dirigentes del PP que dicen en privado que hay alcalde de Sevilla para rato.

R. Pues bienvenida sea esa opinión, desde luego. Yo soy optimista en cuanto a los resultados que vayamos a tener el 28 de mayo para ganar las elecciones. Y luego, con cuatro años por delante, desarrollar una acción de gobierno que consiga aumentar el respaldo de cara a futuro.