La batalla de Sevilla se juega en el centro histórico (pero los votos están en la periferia)

“El centro de Sevilla es el hall, la principal tarjeta de presentación de la ciudad”. A las dos de la tarde de este martes, un Juanma Moreno descorbatado quiso apoyar a su candidato en Sevilla, José Luis Sanz, en uno de los proyectos que tiene en cartera para el 28-M. La elección de la hora no era casualidad. Ni la foto que se han hecho ambos, en un extremo de la avenida de la Constitución azotada por el sol de esta primavera calurosa que vive el sur de España. El mensaje era claro: la avenida (así, a secas, se refieren a ella los sevillanos) es un páramo casi intransitable de mayo a octubre por la falta de sombra. Y ahí pone el foco el PP, como lo pone el PSOE, en la batalla por la capital andaluza, una de las más relevantes del 28-M a nivel nacional.

Como suele ocurrir en la capital andaluza, gran parte del debate sobre la ciudad está en lo que ocurre en el casco histórico, uno de los más de grandes de Europa. Pero es solo el séptimo distrito más poblado de los 11 que dividen Sevilla, sobre todo después de varios años de pérdida de habitantes que huyen a zonas periféricas por la presión del turismo y el alza de los alquileres. Tampoco es casualidad que el Gobierno local socialista haya puesto en marcha un plan piloto para conocer la afección del gran número de visitantes en el barrio de Santa Cruz. Esta zona, pegada a la Catedral y al Alcázar, se diseñó a principios del siglo pasado precisamente como atractivo para los visitantes que ya entonces desembarcaban en Sevilla. Y ahora es el barrio con más presión de viviendas turísticas de España, según un informe de la patronal Exceltur.

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La importancia que ambos partidos dan a la zona noble de la capital hispalense se deja notar en este tipo de proyectos. El presentado este martes por José Luis Sanz es una especie de revisión del gran proyecto urbanístico del socialista Alfredo Sánchez Monteseirín. El regidor que gobernó la ciudad de 1999 a 2011 dejó como gran herencia la peatonalización de la citada avenida, la más importante de la ciudad. Cada día pasaban 21.000 vehículos a la vera de la catedral gótica más grande de la cristiandad. El exalcalde se dejó varias manchas, sobre todo vinculadas al tipo de solería y a la falta de sombra. “Quiero acabar con el abandono del casco histórico y el maltrato al peatón”, dijo el candidato popular el martes en una zona plagada de bancos, cafeterías, negocios y cada vez más hoteles y pisos turísticos.

Juanma Moreno, antaño contrincante orgánico de su hoy candidato, defendió la necesidad de que haya “armonía” en un casco histórico del calibre del que tiene Sevilla y que ha perdido casi 3.500 habitantes en la última década. Parte de ese éxodo conecta directamente con los candados pintarrajeados que aparecieron en varias de las calles más señeras del barrio de Santa Cruz, como Mateos Gago o Rodrigo Caro. Allí tiene previsto instalar el ayuntamiento —si gobierna el PSOE— unas cámaras que sirvan para medir el tránsito de visitantes por la zona, que fue recientemente reurbanizada en un proyecto del anterior alcalde, el hoy líder del PSOE andaluz, Juan Espadas.

Tanto esa obra como la de la avenida de la Constitución, en la primera década del siglo, provocaron debates bizantinos en una ciudad ensimismada y con el foco puesto en ese centro histórico que se paraliza en Semana Santa y se queda vacío en la Feria. Pero ni el 10% de la ciudad vive dentro del viejo recinto amurallado. Donde, por cierto, suele ganar el PP las elecciones. El próximo 28 de mayo, el regidor y candidato del PSOE aspira a revertir este dato con ese aval de ser un habitante de la zona, concretamente de la alameda de Hércules, donde la izquierda saca buenos resultados.

Pero hay que tener en cuenta que esa vitola de ser el alcalde de la alameda es un obstáculo que preocupa dentro del PSOE. Los socialistas saben, tanto en suelo sevillano como en Ferraz, que la victoria de Antonio Muñoz depende de la movilización de los barrios de la periferia, mucho más poblados que el centro y tradicional bastión del PSOE. “Es el miedo que tenemos”, cuenta una fuente del partido en la capital andaluza, que, no obstante, se muestra optimista respecto a la situación de hace unas semanas. El regidor se afana en patear esos barrios y no escatima en besos a las señoras que visita en actos como el fin de curso de los talleres de distritos, que coinciden con esta larguísima precampaña electoral y donde siguen sonando las sevillanas en un ambiente festivo. Eso es lo que replicará el mitin-fiesta de apertura de campaña de Muñoz, precisamente en uno de esos barrios, en San Pablo-Santa Justa, previsto para la tarde de este jueves.

Movilización en los barrios

Los distritos Norte (71.625 habitantes), Cerro-Amate (88.982) y Macarena (74.331) son esos lugares donde el PSOE tiene que movilizar a los suyos para conseguir esos 13 o 14 concejales que se dan por válidos para intentar sumar con las fuerzas de la izquierda, que necesitarían al menos dos o tres ediles para reeditar un pacto como el que hubo entre 2007 y 2011 en la capital andaluza. A ello, el PSOE asegura que puede sumar hasta un cuarto de los casi 40.000 votantes que optaron por Ciudadanos en 2019. No es casualidad que poco antes del pistoletazo preelectoral el alcalde se afanase en pactar los presupuestos de la ciudad con los naranjas en un intento por mostrar moderación.

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Claro que en las filas populares niegan ese trasvase del naranja al rojo y aseguran que serán ellos quienes consigan esos 13 o 14 escaños que parecen la llave de la ciudad más poblada de Andalucía. Su tesis es que todo el voto de Ciudadanos será para el candidato José Luis Sanz y que, además, Antonio Muñoz no será capaz de conservar el voto prestado del PP que sí tuvo Espadas —de un perfil más moderado— hace casi cuatro años. En el PSOE, creen que esto no será así y ponen mucha distancia entre la situación actual y la de 2011, cuando las ganas de cambio se palpaban en el ambiente después de los tres mandatos de Monteseirín y el batacazo socialista a nivel estatal provocado por la crisis financiera y la gestión que hizo de ella José Luis Rodríguez Zapatero.

En esta pugna, tendrán mucho que decir los 105.566 vecinos del distrito Este-Alcosa-Torreblanca, que tiene zonas de claro color rojo y otras donde el espectro sociológico ha cambiado con la llegada de familias jóvenes. Aquí, en la demarcación más poblada de la capital hispalense, PP y Cs casi empataron en 2019 y es la zona elegida por José Luis Sanz para abrir la campaña en la tarde del jueves. Pocas horas después, acudirá Pedro Sánchez en su acto en Sevilla, que se celebrará en el auditorio de Fibes este sábado, después de que la visita a la Casa Blanca trastocara los planes del presidente de comenzar el camino al 28-M en la ciudad andaluza.