El "tipo serio" que quiere gobernar Sevilla subido a la ola de Juanma Moreno

José Luis Sanz (Sevilla, 1968) empezó la campaña de las elecciones municipales cuando faltaban 600 días para el 28 de mayo. Fue en septiembre de 2021 cuando Juanma Moreno bendijo su candidatura con una cerveza en la plaza del Salvador de la capital hispalense, punto de reunión habitual de los sevillanos. “Quería tener dos ciclos, dos navidades, dos semanas santas y dos ferias”, explica. Ese largo viaje le ha servido, asegura, para saber al dedillo qué necesita la ciudad que quiere gobernar con su vitola de “tipo serio”, como se definió a sí mismo hace unos días en una suerte de resignificación de la broma que más ha escuchado desde que empezó.

“La gente que me conoce sabe que no soy serio, pero a Sevilla hay que tomársela en serio”, defiende el senador popular, que tiene como carta de presentación sus 15 años como alcalde de Tomares. Esta ciudad del Aljarafe, en la corona metropolitana de la capital andaluza, tiene el PIB per cápita más alto de la región, con 27.000 euros por habitante. Son 10.000 euros más que la media autonómica, según el dato de 2022. “Todo el mundo conoce a alguien que vive en Tomares”, señala el exalcalde. Y eso, explican en su equipo, es una ventaja para un candidato que tiene un nivel de conocimiento limitado entre quienes deben votarlo.

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En los bastiones del PSOE, afirma, los vecinos lo conocen por su origen. “El de Tomares”, le dicen cuando visita zonas como el Cerro o Pino Montano. Hay quien le dice que va a apoyarlo el 28-M, aunque reconoce que son los menos. Sí hay muchos, asegura, que dicen que no van a votar al PSOE porque “no es el partido al que se afiliaron”. Esa es una de sus bazas, la desmovilización de los barrios del puño y la rosa, algo por lo que también se preocupan en los cuarteles generales del PSOE. Y esa atonía del votante socialista tiene que ver, cree Sanz, con la “animadversión” que genera Pedro Sánchez.

“Soy el candidato de Alberto Núñez Feijóo y de Juanma Moreno”, señala el dirigente popular, que recibirá el apoyo del líder nacional de su partido en dos o tres ocasiones de aquí al 28-M. No es casualidad que el gallego se paseara el domingo por el real de la Feria de Abril después de acudir el Martes Santo a las procesiones sevillanas. El PP tiene claro que Feijóo suma, al contrario que lo que, aseguran, pasa con Sánchez para los candidatos socialistas. Pero el mayor impulso para Sanz le llega desde San Telmo.

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Juanma Moreno arrasó en Sevilla en las autonómicas del pasado 19 de junio, con 139.650 votos en la capital, 57.000 más que el PSOE. Es justo la ola que Sanz quiere surfear para devolverle al PP la alcaldía de la capital andaluza después de ocho años. La victoria del 28-M andaluz se calibrará a partir del número de votos que logren PP y PSOE, pero el foco sobre Sevilla es nacional. Ferraz ha puesto como objetivo prioritario conservar la ciudad, y los populares quieren hacer daño en un bastión del puño y la rosa. Hay que recordar que la primera vez que los populares ganaron en la provincia fue el pasado 19-J.

No es casualidad que unos días después de aquella victoria histórica, en la primera entrevista que concedió Juanma Moreno, había un titular para la confirmación de la candidatura de José Luis Sanz. En las primarias del PP en 2018, el senador se puso del lado de María Dolores de Cospedal. Al caerse de la pugna la exministra de Defensa, Sanz y el resto de sus afines se pusieron del lado de Pablo Casado. Juanma Moreno iba en el otro equipo, el de Soraya Sáenz de Santamaría, que acabó perdiendo aquella pugna. La suma de PP con Cs y el apoyo de Vox acabó por encumbrar a Moreno, que puso entonces los cimientos del barón que es hoy. Esto le permitió librarse, en la medida de lo posible, de los envites de la dupla que formaban Casado y Teodoro García Egea, pero fue el anterior líder popular quien forzó la designación de Sanz como candidato.

Pero hay que irse todavía más atrás para tener en cuenta que Sanz y Moreno tienen una historia de competición. En 2014, tras la marcha de Javier Arenas y, después, José Ignacio Zoido, el PP andaluz quedó descabezado. Cospedal quiso que Sanz fuera el jefe del partido a nivel regional, pero el dedo de Mariano Rajoy apuntó al malagueño. “Tú lo has querido”, dijo el gallego, según cuentan las crónicas. Entonces Moreno comenzó una travesía que comenzó con las suspicacias del PP de Sevilla, que recibió muy fríamente al ahora presidente de la Junta. Salvo excepciones. “Todo eso está olvidado”, asegura Sanz, que quiere ser “el Juanma Moreno para Sevilla” y poner en marcha una “transformación” como la que, asegura, ya funciona en Andalucía tras la llegada del malagueño a San Telmo.

Esa transformación es necesaria, según el candidato popular, porque la ciudad “no funciona”. El principal foco está en la limpieza, cuenta Sanz durante la conversación. A pocos metros, en las principales calles del centro de la capital, la cera de las procesiones de Semana Santa sigue pegada al suelo cuando han pasado ya más de 10 días del último cortejo. Tampoco funciona bien el transporte público, denuncia el exregidor de Tomares, y hay un creciente problema de “seguridad”, por lo que propone instalar más cámaras de videovigilancia y ampliar las plantillas de Policía Local y Nacional.

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“Antonio Muñoz no engaña ya a nadie”, critica el candidato popular, que recuerda que el actual regidor y candidato socialista lleva poco más de un año al frente de la ciudad, pero ha sido concejal de Urbanismo, Turismo y Cultura, por lo que su gestión puede ya valorarse. Sanz, como es lógico, suspende a su contrincante, al que achaca un exceso de preocupación por “la ideología, las risas y las fotos”. “Lo que hace falta es gestión, no buenismo con perfil de modernidad”, abunda el dirigente popular, que acusa al alcalde de centrarse en “cubrir perfectamente la agenda de la ciudad” mientras los barrios se “degradan”. Esto, asegura, es mucho más flagrante en zonas como el Polígono Sur o los Pajaritos, que copan año tras año las estadísticas de los barrios más pobres de España.

La solución para esas bolsas de exclusión, defiende Sanz, es una alianza de administraciones como la que pretende activar para desatascar proyectos eternizados en la capital andaluza, como el cierre de la circunvalación SE-40 con unos túneles y no con el puente que defiende ahora el Gobierno central. Pero hay otro problema que será prioritario si gobierna y pasa por recuperar para Sevilla la relevancia que, considera, ha perdido en el ámbito estatal en la última década en favor de otras capitales como Valencia o Málaga. Para solucionar estas situaciones, Sanz confía en que se dé una doble victoria. La suya el 28-M y la de Alberto Núñez Feijóo a finales de año. Si eso ocurre, por primera vez habrá un alcalde en Sevilla, un presidente en la Junta y un jefe del Ejecutivo en la Moncloa con carné del PP. Y eso es “una oportunidad maravillosa”, según dijo Juanma Moreno para la ciudad en un acto con su candidato.