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El plan del PSOE para atar Sevilla: la imagen del alcalde y Facebook en bastiones obreros
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El plan del PSOE para atar Sevilla: la imagen del alcalde y Facebook en bastiones obreros

Los socialistas ponen el peso de su campaña en la capital en los barrios rojos donde perdieron voto entre 2015 y 2019, cuando Espadas optó por la moderación para pescar electores del PP

Foto: Antonio Muñoz y Pedro Sánchez, en una visita a Pino Montano. (EFE/Julio Muñoz)
Antonio Muñoz y Pedro Sánchez, en una visita a Pino Montano. (EFE/Julio Muñoz)
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Cuidar a sus bastiones para amarrar Sevilla y que Antonio Muñoz repita como alcalde de la capital andaluza. Con ese objetivo, el PSOE ha preparado una campaña centrada en los barrios que siempre han votado al partido del puño y la rosa de forma mayoritaria. Esta propuesta responde a la fuga de votos que han detectado en los cuarteles generales socialistas entre las municipales de 2015 y las de 2019 en los barrios que siempre acaban teñidos de rojo, incluso en las situaciones más adversas.

Los distritos de Cerro-Amate y Norte son muy útiles para hacer la radiografía de esta situación. Para hacerse una idea de la fidelidad de estos barrios al PSOE, solo hay que tener en cuenta que son las dos únicas demarcaciones de la capital donde los socialistas se impusieron al PP en las autonómicas del pasado 19 de junio. No obstante, en estos dos distritos, el PSOE perdió votos en las municipales de 2019 respecto a las de 2015, a pesar de que en el cómputo general los socialistas lograron aumentar en 20.472 el número de sufragios.

Foto: Ana Isabel Jiménez, alcaldesa de Alcalá de Guadaíra, con María Jesús Montero y Juan Espadas, en un acto del PSOE. (EFE/José Manuel Vidal)

Juan Espadas, candidato en aquellos comicios, compensó la caída en las zonas rojas con mejores datos en terrenos más inhóspitos para el PSOE, como Nervión, Triana o San Pablo-Santa Justa. En su camino al 28 de mayo, los socialistas no quieren descuidar los avances en estos barrios. Por eso, Antonio Muñoz ha potenciado su imagen más moderada y se ha acercado a sectores ajenos a su trayectoria previa, centrada en al ámbito cultural y turístico. En la pasada Semana Santa, desplegó un calendario de visitas a las hermandades, puntualizando el carácter social de las cofradías. Sin embargo, el foco en los próximos meses se centrará en esos barrios obreros, donde se enfrentan al obstáculo de la alta abstención.

En el PSOE de Sevilla están convencidos de que la victoria del 28 de mayo debe pasar por lograr un buen dato en esos bastiones, y por eso han empezado a desplegar ya una estrategia a varias bandas. La primera pasa por activar una campaña en redes sociales, sobre todo Facebook, para que los habitantes de esos barrios de la capital hispalense reciban anuncios que mejoren la imagen y el nivel de conocimiento de un alcalde que lleva poco más de un año al frente de la ciudad. Para paliar ese punto débil, el PSOE ha repartido hasta 200.000 folletos con la imagen del alcalde.

De forma paralela, los socialistas han intensificado su relación con el tejido social. En las últimas semanas, ha habido varias reuniones con asociaciones de vecinos de distintos barios para elaborar el programa electoral. El pasado jueves, por ejemplo, el secretario general del PSOE de Sevilla, Javier Fernández, y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, secretario de Política Institucional de la Ejecutiva de Ferraz, estuvieron con vecinos de San Jerónimo, uno de esos barrios del norte de la capital donde los socialistas detectaron esta fuga de votos.

"Hace tiempo que no hacíamos el programa de una forma tan participativa", apunta una fuente conocedora de la estrategia de campaña del PSOE, que tiene como lema Sevilla como te gustaría. Con esta información, la idea es poner en marcha un "plan de barrios" con "propuestas claras" que suplan las carencias de estas zonas para seducir a los vecinos y animarlos a votar. "Si no nos votan en Pino Montano, estamos muertos; esa es la base de un buen resultado", reconoce un dirigente socialista.

Foto: Antonio Muñoz y Juanma Moreno, en un acto en Sevilla. (EFE/Julio Muñoz)

El objetivo es lograr los 14 concejales que el PSOE cree que puede amarrar el 28-M, conscientes de la dificultad de alcanzar la mayoría absoluta, marcada en los 16 ediles. Las encuestas que manejan detectan este crecimiento, que solo puede ser el resultado de recuperar votos en sus barrios y mantener los logrados en zonas menos afines. "Hay que hacer compatible la Sevilla del Alcázar con la Sevilla de Palmete", dice un dirigente local, que no renuncia a captar parte de los votantes de Ciudadanos que queden huérfanos por la debacle naranja.

El botín de Ciudadanos

Cs tiene cuatro ediles en la actual corporación municipal y sus votos le sirvieron al alcalde para atar el presupuesto de la ciudad para 2023. El propio Antonio Muñoz presumió de moderación cuando aprobó las cuentas tras el acuerdo con Ciudadanos. Los naranjas, por su parte, intentaron marcar perfil propio con el pacto para evitar una desaparición que se da por hecha. Los socialistas quieren pescar en ese río revuelto, pero se da por hecho —y el barómetro del Centra así lo indica— que será el PP quien se beneficie en mayor medida de la debacle. El candidato popular, José Luis Sanz, cuenta, además, con el impulso del buen momento por el que pasa su partido y los retazos de la victoria apabullante que Juanma Moreno logró el pasado junio en las andaluzas.

El buen momento del PP no es el único obstáculo al que se enfrentará el PSOE, ya que necesitará apoyarse en las fuerzas a su izquierda para gobernar Sevilla. Hace unos días, Podemos e IU llegaron a un acuerdo para acudir coaligados a las municipales, con la candidata morada como cabeza de lista. Pero el viernes, Más País anunció que dejaba las negociaciones con el resto de fuerzas de la izquierda para el 28-M. La duda es si los de Íñigo Errejón presentarán listas, pero fuentes de la dirección recuerdan que no tienen intención de dañar las posibilidades de la izquierda.

Cuidar a sus bastiones para amarrar Sevilla y que Antonio Muñoz repita como alcalde de la capital andaluza. Con ese objetivo, el PSOE ha preparado una campaña centrada en los barrios que siempre han votado al partido del puño y la rosa de forma mayoritaria. Esta propuesta responde a la fuga de votos que han detectado en los cuarteles generales socialistas entre las municipales de 2015 y las de 2019 en los barrios que siempre acaban teñidos de rojo, incluso en las situaciones más adversas.

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