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"La derecha solo quiere a Andalucía para usarla como laboratorio y llegar a Moncloa"
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Entrevista a Juan Espadas

"La derecha solo quiere a Andalucía para usarla como laboratorio y llegar a Moncloa"

El candidato del PSOE para el 19-J lleva en la mochila la vitola de buen gestor, de político que fue capaz de granjearse los apoyos de la Sevilla conservadora sin descuidar a la izquierda. Cree que ya no hay desapego a las siglas como en 2018

Foto: Juan Espadas, candidato del PSOE andaluz, en la sede socialista de Sevilla. (F. R.)
Juan Espadas, candidato del PSOE andaluz, en la sede socialista de Sevilla. (F. R.)
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Juan Espadas (Sevilla, 1966) llega de Cádiz y al día siguiente se levanta a las 07:00 para irse a Jaén. Justo después de la entrevista, en la sede del PSOE de Sevilla, tendrá un paseo por Mairena del Aljarafe, en el área metropolitana de la capital. Y así hasta el 19 de junio, sobre todo lejos de la ciudad de la que fue alcalde entre 2015 y principios de 2022. El reto de su campaña es que lo conozcan más allá de sus dominios, consciente de que ya queda lejano aquello que dijo Alfonso Guerra sobre las victorias garantizadas del PSOE, aunque el candidato fuera una cabra. En la mochila lleva la vitola de buen gestor, de político que fue capaz de granjearse los apoyos de la Sevilla conservadora sin descuidar a la izquierda. Pero la cuesta hacia el 19-J y el objetivo de ilusionar a los suyos para recuperar la Junta es muy empinada.

PREGUNTA. ¿Cree que está consiguiendo esa movilización de los 400.000 que no fueron a votar en 2018?

RESPUESTA. Absolutamente. Cada día que salgo a la calle veo un clima de cariño, de adhesión. En definitiva, de movilización. No solo en la organización, sino en la gente de a pie. Y las sensaciones son muy, muy buenas, muy positivas.

P. ¿La organización está tensionada?

R. La situación es completamente diferente a 2018. Entonces estábamos en el Gobierno y cuando el PSOE está en el Gobierno, lógicamente se relaja. Ahora estamos en una situación completamente diferente. El PSOE ha hecho un proceso de renovación interna muy grande. Hemos conseguido el objetivo de tener un PSOE más unido, lo que se traduce en un PSOE más fuerte. Es la condición 'sine qua non' para ganar elecciones. El PSOE está unido y tiene las ideas más claras que nunca por una razón. Sabemos que nuestro objetivo político no es otro que ganar a la derecha y a la ultraderecha. Y, por tanto, estamos preparados.

P. ¿En 2018 no tenía Susana Díaz las ideas claras?

R. Es que estábamos en el Gobierno y llevábamos 37 años. Se produjo una disociación entre los compañeros que estaban en el Gobierno, que tenían un formato de campaña electoral muy diferente a cuando se está en la oposición. Sobre todo cuando tienes un reto de la magnitud del nuestro. Hace muchos años que no hay una alternativa más clara entre izquierda y derecha, es decir, entre avanzar o retroceder, entre seguir conquistando derechos o empezar a restringirlos.

P. ¿Tres años y medio son suficientes para que a los andaluces se les olvide el mal recuerdo de los 37 anteriores?

R. No hay un mal recuerdo de esos 37 años. Hay enfado o decepción por cuestiones concretas en las que el PSOE no estuvo a la altura, se equivocó o dejó una asignatura pendiente. Querer embarrar 37 años de democracia en Andalucía es absolutamente injusto e irresponsable. Todo lo que se ha construido en Andalucía lo han construido los andaluces a pie de calle. El problema de los ERE, los casos de corrupción y otras situaciones deleznables están en los tribunales. Cuando se pronuncien, veremos que habrá responsables y personas que no lo son. Pero eso no puede enmendar 37 años de gobiernos socialistas.

P ¿La supuesta entrada irregular de su mujer para trabajar en la Faffe le puede perjudicar?

R. Es radicalmente falso. Estamos ante un bulo o intoxicación del PP y Vox, que quieren hacerme daño a mí, pero lo hacen en la persona de una mujer trabajadora que no se merece el trato ni la calumnia a que está siendo sometida.

P. ¿Tiene alguna encuesta que dé la suma de las izquierdas?

R. Tendremos una encuesta interna en el inicio de la campaña, que será cuando haya pulsión electoral y ese 40% de gente que no dice qué va a votar se reduce notablemente. Ahí se ve también la fidelidad de tus votantes y el rechazo. En unas elecciones como estas, la campaña va a ser decisiva.

P. ¿Se iría si obtiene menos de 33 escaños, los que logró Susana Díaz en 2018?

R. Yo soy secretario general del PSOE en Andalucía y no me voy a ir de la responsabilidad que me han dado mis compañeros en un congreso hace seis meses. Es que es así. Además, soy candidato a la presidencia de la Junta, pero yo he hecho los deberes. Mis compañeros y yo hemos conseguido renovar todo el partido con cuadros nuevos que llevan solo unos meses, con muy poco margen de maniobra para construir un proyecto con calado que pueda explicarse en todos los rincones de Andalucía. Pero así es la política. Hemos cumplido la tarea de una forma democrática, consiguiendo la unidad y con mucha generosidad por parte de todos, los que ganamos y los que las perdieron. Hay un solo partido, un solo proyecto y estamos todos a una para ganar las próximas elecciones. Estoy convencido de que el resultado va a ser muy bueno, pero soy una persona responsable y no salgo huyendo. No lo hice en 2011 y cuatro años después era el alcalde del municipio más grande que gobernaba el PSOE en España.

Foto: Juan Espadas, en Torredelcampo (Jaén), donde usó por primera vez el lema "si votamos, ganamos". (EFE/José Manuel Pedrosa)

P. ¿Objetivo 2026?

R. No, no. Mi objetivo es el 19 de junio y ojalá les dé la noche a todos los encuestadores y medios de comunicación que solo han estado en los últimos tres meses pendientes de las encuestas. Ese día seré un hombre feliz.

P. ¿No se plantea la abstención para cerrar el paso a Vox?

R. Les estaríamos lanzando un mensaje confuso a los votantes. El PP movió ficha después de las elecciones de Castilla y León. Eligió socio de viaje. Eligió a Vox como socio de gobierno. Ahora escuchamos a Olona decirle a Moreno Bonilla que va a ser su vicepresidenta porque ella con quien compite es con Juan Espadas. El PP ha cometido un error histórico, abrir la puerta a la ultraderecha. Eso le va a generar un problema muy grave, porque la ultraderecha, cuando le dejas la puerta abierta, se te mete hasta el salón.

P. Moreno apuesta por la moderación, igual que usted. ¿Puede competir con él en su mismo terreno?

R. No competimos desde el mismo punto de partida. Ese es el relato de ficción que Moreno Bonilla quiere crear y yo se lo desmonto cada día. Yo no voy a gobernar con ningún partido ultra. Él gobierna ya en Castilla y León con un partido ultra. Moreno Bonilla puede presentarse todo lo moderado que quiera, pero lo cierto y verdad es que no ha dicho clara y sinceramente si no pactaría en ningún caso con Vox. Y eso significa que piensa pactar con Vox si lo necesita. Ante ese escenario, los andaluces tienen claro que, o votan al PP, con el riesgo cierto de acabar en una coalición derecha, o votan al partido de referencia de la izquierda, que es el PSOE. El PSOE, si consigue la movilización de voto de izquierda que ha tenido en otros momentos en Andalucía, va a ganar las elecciones y podrá gobernar.

placeholder Juan Espadas, en el ascensor de la sede del PSOE de Sevilla, antes de la entrevista. (F. R.)
Juan Espadas, en el ascensor de la sede del PSOE de Sevilla, antes de la entrevista. (F. R.)

P. Pero ambos han asegurado que buscan el voto del centro.

R. El centro político siempre es centro derecha o centro izquierda. No nos equivoquemos. Hay un centro con una orientación progresista, con mayor compromiso social, y un centro liberal o que se identifica mejor con las políticas conservadoras. Todo el mundo tiene una orientación 'a priori'. El centro es igual a moderación y el PP no se presenta con una opción moderada. Se presenta con un formato de pactos con la ultraderecha que hace que no pueda competir por el voto del centro. Un votante de centro moderado no va a arriesgarse a que su voto acabe, por ejemplo, cambiando leyes, conquistas y derechos. Es una forma de entender la política que repugna a cualquiera que tenga un sentido de las instituciones y de la democracia. Es lo que hemos visto con el vicepresidente del Gobierno de Castilla y León, dirigiéndose a una persona discapacitada en esos términos. O lo que hemos visto con el portavoz de Sanidad de Vox, que dice que la sanidad pública es una lacra.

P. ¿Cómo es compatible criticar el continuismo de Juanma Moreno si el actual presidente ha sucedido a 37 años de gobiernos del PSOE?

R. Más bien creo que ha vivido de las rentas, que es una manera diferente de verlo. Desde que llegó a la política andaluza, se ha dedicado a denostar los gobiernos socialistas. No ha puesto en valor ninguno de sus elementos positivos, hasta que llega a la presidencia de la Junta. Cuando llega, se da cuenta de que la Administración andaluza son sus recursos. El capital humano, para construir sus políticas. Evidentemente, no solo no prescinde de ningún recurso en la Administración andaluza y sus empresas, sino que incrementa el volumen de altos cargos, el gasto en publicidad, en propaganda, etcétera. ¿Dónde estaba el cambio, señor Moreno Bonilla? Se ha dado cuenta de que todo lo que denostó es una herramienta fundamental para que pueda hacer política pública. A partir de ahí, es un mal gestor. El balance de gestión de Moreno Bonilla es muy negativo. Y en los servicios públicos, donde sí ha actuado, nos lleva paso a paso a un camino de privatizaciones y de pérdida de calidad. Es un escenario típico de la derecha en su primer mandato.

Foto: El candidato del PSOE a la Junta de Andalucía, Juan Espadas, junto a Pedro Sánchez. (EFE/Pepe Torres)

P. Imagínese que soy uno de esos 400.000 abstencionistas que no fueron a votar en 2018. ¿Cómo me convence para que vuelva?

R. Hace cuatro años y medio, solo el PSOE había gobernado en Andalucía. Hoy hemos contemplado qué hace un gobierno de la derecha. Ya tenemos dónde elegir. Moreno Bonilla se jacta de que Andalucía crea empleo y es la mejor comunidad de España. El último gobierno del PSOE tiene un balance de legislatura de reducción de 500.000 desempleados. En esta legislatura hay 33.000 desempleados menos. Se presenta en una legislatura diciendo "oye, votadme porque soy un tipo moderado".

P. Hay una sensación, al menos, de que no genera rechazo.

R. ¿El electorado es tan poco exigente que vota a alguien que no lo ha hecho tan mal? Yo quiero hacerlo mucho mejor que el señor Moreno Bonilla. Creo que tengo más capacidad de gestión. Y el señor Moreno está dispuesto a desmontar los pilares de los servicios públicos en Andalucía. Ahí tenemos que competir para convencer a los ciudadanos. ¿Le importa la sanidad a la gente a la hora de votar?

P. Pero ahora no se detecta el descontento con la situación de la sanidad que había hace unos meses.

R. Eso es falso. Hay gente a la que todavía le dan cita de su médico de familia para dentro de 15 días. Hace unos meses, había un colapso total. Ahora hay mala calidad del servicio, hay un servicio mediocre. Antes teníamos colas en los centros de salud y ahora el problema es que tu médico te atiende por teléfono. ¿A qué modelo de sanidad pública nos lleva la derecha? Estoy convencido de que Moreno Bonilla, en cuatro años más, nos sitúa donde está la Comunidad de Madrid. Su modelo es Ayuso. No piensa gastarse un euro más de lo que ya gastamos en sanidad pública.

placeholder Juan Espadas, candidato del PSOE andaluz a la presidencia de la Junta. (F. R.)
Juan Espadas, candidato del PSOE andaluz a la presidencia de la Junta. (F. R.)

P. Precisamente Isabel Díaz Ayuso logró una victoria como a la que ahora aspira Moreno.

R. Cada uno que decida lo que considere. Yo les quiero preguntar a los andaluces si quieren esa sanidad pública u otra. En educación, tenemos el problema de la caída de la natalidad. ¿Moreno Bonilla va a seguir reduciendo unidades o bajar la ratio? Yo prefiero bajar la ratio y mejorar el servicio. Me presento porque la derecha representa en Andalucía una pérdida de calidad de los servicios públicos y una dejación de funciones en las políticas activas de empleo. Y luego están los derechos. Yo creo que el PP solo no sería capaz de cargarse la Ley de Memoria Histórica, cambiar las leyes de igualdad de género o acabar con los recursos para la violencia de género. Pero el PP no se presenta solo. Se presenta en una coalición encubierta con Vox.

P. Eso suena al clásico mantra socialista: que viene la derecha.

R. Y ellos dicen "que viene Frankenstein". Ya estamos igualados. Que los ciudadanos decidan.

No observo ahora el nivel de rechazo al PSOE andaluz que vi en las elecciones de 2018

P. ¿Y eso funciona?

R. Funciona decir que la izquierda y la derecha no somos iguales. No se puede querer servicios públicos de calidad y votar a la derecha. ¿Yo voto a un partido que pacta con quien dice que la sanidad pública es una lacra y me asombro de que no tiene la inversión que necesita?

P. En un momento en que las vísceras influyen en política, ¿funciona la política de argumentos?

R. Tenemos que dejar las vísceras a un lado. Me comprometo a cambiar el estilo de hacer política y el clima con el que se hace la política en el Parlamento andaluz. El Gobierno de Andalucía no puede ser un gobierno para la confrontación desleal con el Gobierno de España, sea cual sea el color político. El señor Moreno Bonilla se ha dedicado a seguir las instrucciones de Génova al margen de los intereses de los andaluces. Él lo cuenta al revés. Pero yo tengo datos suficientes para demostrar que se ha sido desleal en la gestión del estado de alarma y en la gestión de la pandemia. Porque he sido alcalde de Sevilla y ha sido desleal también con los ayuntamientos. Es posible un gobierno mejor, con las ideas más claras respecto a los servicios públicos y que no va a retroceder en derechos.

P. La Junta critica al Gobierno central porque asegura que perjudica a Andalucía. ¿Eso le perjudica?

R. Cuando el PP ataca al Gobierno de España, no dice lo que hizo el Gobierno de Rajoy en Andalucía. Pero los andaluces no son tontos. Cuando Moreno Bonilla se pone a calcular cuánto dinero ha venido del Gobierno de España en su legislatura, se da cuenta de que es un 30% más de lo que transfirió el señor Rajoy. ¿Cómo puede decir que tiene un agravio si nos han llegado un 30% más de recursos? Miente con rotundidad. Estoy harto de que la derecha engañe a los andaluces con la confrontación permanente.

P. ¿El mal momento por el que pasa el Gobierno central le pasa factura a su candidatura?

R. El Gobierno está tomando decisiones todos los días que benefician a los ciudadanos. Subida del salario mínimo interprofesional, adaptación de las pensiones al IPC, reforma del mercado laboral para que haya más contratos indefinidos. Son medidas buenas para la gente que más necesita a su Gobierno y las políticas públicas.

placeholder Juan Espadas, antes de la entrevista con El Confidencial, en Sevilla. (F. R.)
Juan Espadas, antes de la entrevista con El Confidencial, en Sevilla. (F. R.)

P. Pero existe un descontento social ante la subida del precio de la electricidad o la escalada de la inflación. Eso no beneficia al Gobierno.

R. El señor Sánchez no ha subido la luz. Lo que hay son muchos engaños, muchos bulos y una confrontación sistemática durante cuatro años al Gobierno de Pedro Sánchez. Eso, dicho tantas veces, todos los días, acaba calando. Cuando lleguen las elecciones generales, los ciudadanos valorarán la opción que plantea la derecha y la que plantea la izquierda. El Gobierno ha gestionado la pandemia, ahora la guerra de Ucrania, ha hecho reformas estructurales que benefician a los ciudadanos que menos recursos tienen y a los trabajadores. ¿Cómo va a tener este Gobierno de izquierda progresista un problema de conciencia respecto a cómo está haciendo las cosas? El problema lo tiene la derecha, que está en una faena de acoso y derribo permanente y que quiere que eso cale en la opinión pública. Más allá de esta cuestión, hay elecciones en Andalucía y el que quiera hacer laboratorios para unas futuras generales se va a equivocar y le falta el respeto a Andalucía. Eso lo suele hacer la derecha, a la que no le interesa Andalucía y solo quiere llegar a la Moncloa. Por eso utiliza estas elecciones para aprobar sus pactos con Vox o aplicar políticas neoliberales o rebajas de impuestos a los más ricos. Pero no se preocupa de los problemas reales de Andalucía.

P. En las generales de abril de 2019 hubo una gran movilización, la marca PSOE sumaba, ¿ahora suma o resta?

R. En las generales de 2019, el PSOE venía de una moción de censura, en un arranque de legislatura. Acababa de aparecer Vox en escena y había movilizado el voto de la izquierda y, efectivamente, la acción de movilización que generó Pedro Sánchez fue muy superior a la que generó Susana Díaz. Fue un cúmulo de factores. Pero el problema es que en 2018 nosotros éramos el enemigo a batir y los ciudadanos nos castigaron. Castigaron a quien dirigía el proyecto. No fueron a votar y esa fue la clave de los ocho o nueve diputados que pensábamos tener y no tuvimos. Nuestro bajonazo genera la entrada de Vox. El nivel de rechazo que yo observaba en la calle en diciembre de 2018 no lo observo ahora. Observo lo contrario, la gente visualiza nuestra estrategia, que dice que el Gobierno del PP no tiene mucho que aportar en gestión, que ha vivido del cuento. Además, no reconocen que han gobernado con los recursos económicos más importantes que ha tenido Andalucía.

Foto: La ministra de Justicia, Pilar Llop, este viernes en Granada. (EFE/M. A. Molina)
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P. ¿Cree que los ciudadanos son conscientes de la llegada de esos fondos y que vienen del Gobierno?

R. Yo lo digo en todos los sitios a los que voy. La gente es consciente de que ha habido mucho más dinero, que Pedro Sánchez ha transferido más recursos con el PSOE. La gente sabe que con eso se ha hecho el Hospital Militar de Sevilla. Moreno Bonilla intenta vender que tiene las elecciones ganadas, eso aparece en las encuestas, pero no es real en la calle. Hay momentos en los que no se corresponden la temperatura y el clima en la calle con las encuestas, primero, y con el resultado electoral.

P. ¿Los pactos del Gobierno de Pedro Sánchez con ERC y Bildu en el Congreso son un hándicap para el PSOE andaluz?

R. Para mí no. El único argumento del PP para confrontar con Pedro Sánchez y con el Gobierno de España es decir que se rompe España. Otra falsedad absoluta, rotunda. Quien puso en peligro la unidad de España fue el señor Rajoy, que generó una situación de inhabitabilidad y de relación imposible con la Generalitat de Cataluña. Llevó a algo absolutamente injustificable, una declaración unilateral de independencia. Oír hablar de ETA, como hizo el señor Bendodo para atacarnos a Pedro Sánchez o a mí, demuestra que el PP está muy nervioso o que no tiene argumentos ni proyecto.

P. Pero muchoas bases del socialismo andaluz nunca han entendido del todo la relación del PSOE con los independentistas y los acuerdos a que se llegan.

R. Eso le puede sentar mal al votante de base y a mí. Pero hay que analizar si el Gobierno ha hecho una cesión que afecte a otros territorios por acordar un presupuesto con ERC. Lo que al votante de base le afecta es que el PP y Vox no hayan apoyado las medidas que ayudan a su familia a llenar el depósito de gasolina en esta crisis. ¿Por qué sienta peor que te apoye en el Congreso ERC para sacar adelante un presupuesto o para subir el salario mínimo? Eso le da argumentos a la derecha, pero ¿a quién beneficia la subida del salario mínimo? Si yo se lo pregunto al trabajador al que le suben el sueldo de 700 a 1.000 euros, le da igual. Lo importante es que salga. El problema aquí es que es imposible generar una política constructiva con un PP que no se sienta para llegar a acuerdos de Estado. El PP sigue dividiendo a los españoles cuando habla de Cataluña, porque en Cataluña al PP no lo vota nadie. Al PP le da igual Cataluña y alega que está en riesgo la unidad de España, pero nunca lo ha estado. El PSOE tiene muy claro lo que dice la Constitución y el principio indisoluble de su artículo 2. Lo demás son cuentos de la derecha para intentar atacar a la izquierda.

Juan Espadas (Sevilla, 1966) llega de Cádiz y al día siguiente se levanta a las 07:00 para irse a Jaén. Justo después de la entrevista, en la sede del PSOE de Sevilla, tendrá un paseo por Mairena del Aljarafe, en el área metropolitana de la capital. Y así hasta el 19 de junio, sobre todo lejos de la ciudad de la que fue alcalde entre 2015 y principios de 2022. El reto de su campaña es que lo conozcan más allá de sus dominios, consciente de que ya queda lejano aquello que dijo Alfonso Guerra sobre las victorias garantizadas del PSOE, aunque el candidato fuera una cabra. En la mochila lleva la vitola de buen gestor, de político que fue capaz de granjearse los apoyos de la Sevilla conservadora sin descuidar a la izquierda. Pero la cuesta hacia el 19-J y el objetivo de ilusionar a los suyos para recuperar la Junta es muy empinada.

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