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Juan Espadas se examina el 28-M y estos son los mínimos que necesita el PSOE andaluz
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El PP solo da por seguras tres capitales

Juan Espadas se examina el 28-M y estos son los mínimos que necesita el PSOE andaluz

El líder socialista sigue muy debilitado por la derrota del 19-J, pero la buena expectativa de los alcaldes le puede dar aire a su liderazgo si gana en votos, conserva el Ayuntamiento de Sevilla y no derrapa en las diputaciones

Foto: Juan Espadas, en su escaño del Parlamento andaluz. (EFE / José Manuel Vidal)
Juan Espadas, en su escaño del Parlamento andaluz. (EFE / José Manuel Vidal)

En el entorno de Juan Espadas hay quien dice que el líder del PSOE andaluz no se examina el próximo 28 de mayo. En puridad, es cierto. Se examinan los 459 alcaldes socialistas que aspiran a revalidar su cargo en la comunidad y los 326 candidatos que aspiran a logar la alcaldía desde la oposición. Pero las municipales que se celebran en apenas 3 semanas son una suerte de elecciones de medio mandato para el exalcalde de Sevilla. Su aprobado está en lograr la victoria en votos al PP de Juanma Moreno, todavía en plena luna de miel tras la mayoría absoluta del pasado año. Pero también en conservar Sevilla, uno de los lugares donde habrá foco nacional por la relevancia de la capital andaluza, y en evitar que la ola azul no se lleve por delante el poder provincial que sirve de sustento al PSOE.

Un dirigente provincial del PSOE, cuando todavía faltaban más de seis meses para el 28-M, defendía en privado que quien gana las municipales es quien se impone en votos en el cómputo general. No es una tarea muy complicada para los socialistas andaluces, que solo han perdido en dos ocasiones. En las primeras de la democracia, en 1979, cuando la UCD se impuso al PSOE; y en las de 2011, cuando la crisis económica y financiera dio al traste con el proyecto de José Luis Rodríguez Zapatero. Entonces fue el PP quien logró ganar en las ocho capitales andaluces y conquistar 5 de las 8 diputaciones provinciales.

Foto: Ana Isabel Jiménez, alcaldesa de Alcalá de Guadaíra, con María Jesús Montero y Juan Espadas, en un acto del PSOE. (EFE/José Manuel Vidal)

Hay consenso en los dos principales partidos en que la situación en este 2023 dista bastante de la de hace 12 años. La “animadversión” que despierta Pedro Sánchez está muy lejos de la situación por la que pasaba el PSOE y el entonces presidente del Gobierno. El propio Espadas lo sufrió en sus carnes, ya que se presentaba a la alcaldía de Sevilla y vio como Juan Ignacio Zoido arrasaba con más de 160.000 votos y una mayoría histórica de 20 concejales de 33 posibles. El ahora secretario general de los socialistas andaluces tiene su propio manual de resistencia en cómo aguantó aquellos cuatro años de oposición para acabar convirtiéndose en alcalde en 2015.

Con esa receta quiere volver a presentarse en 2026 y, aunque falta un mundo, su primera piedra de toque es el 28-M. Espadas y todo el PSOE confían en el buen hacer de sus alcaldes, con la ventaja de que tienen la mayoría en la comunidad. Por eso tiene sentido que Moreno se pusiera como objetivo “equilibrar el poder municipal” que ahora tienen los socialistas. Y el malagueño lo hizo mucho antes de que Alberto Núñez Feijóo empezase a bajar expectativas a nivel nacional. Los socialistas creen que habrá un voto dual y que en lugares donde el PP arrasó el 19 de junio, los ciudadanos vuelvan a votar a sus alcaldes, obviando la ola azul de Juanma Moreno y el ruido que perjudica a Sánchez.

La victoria de Sevilla es clave porque Ferraz ha puesto el foco en la capital andaluza, la ciudad más poblada en manos de los socialistas

El principal obstáculo para el objetivo de Espadas es la capacidad que tengan los candidatos del PP para absorber al voto de Ciudadanos, que prácticamente desaparecerá de Andalucía el 28-M. Muchos alcaldes y concejales naranjas se han integrado en las filas populares, así como candidatos independientes. Pero es cierto que el PP parte de una cota muy baja después de un sonoro batacazo en las municipales de 2019 provocado, precisamente, por el bueno momento de Ciudadanos. En los cuarteles generales de uno y otro partido admiten que muchas de las pugnas se van a dirimir por unos pocos votos. Es lo que parece que ocurrirá en Sevilla, aunque también se puede repetir en otras capitales como Granada, Jaén o Cádiz.

La capital andaluza es clave para Espadas, como admitió semanas después el citado dirigente provincial del PSOE. Sánchez arrancó en Sevilla la precampaña y tenía previsto hacer lo mismo con la campaña hasta que Joe Biden lo invitó a la Casa Blanca el mismo día que el presidente del Gobierno pretendía estar en la capital hispalense. Antonio Muñoz, que lleva poco más de un año con el bastón de mando (que heredó del propio Espadas), ha crecido en estos 16 meses, pero tiene el problema del bajo nivel de conocimiento entre los ciudadanos. Y, sobre todo, el riesgo de que los bastiones del PSOE, en los que debe sustentarse si quiere ganar, no se movilicen. Los Pino Montano, Cerro-Amate o San Pablo son los barrios donde se registra una mayor abstención elección tras elección y ahí está centrándose Muñoz, que tiene la vitola de ser un alcalde muy del centro de la capital.

Foto: Antonio Muñoz y Pedro Sánchez, en una visita a Pino Montano. (EFE/Julio Muñoz)

“Ha habido reuniones pidiendo tranquilidad para contener la euforia”, cuenta una fuente socialista en la capital. El optimismo entre los cuadros socialistas es directamente proporcional a la prudencia entre los populares, que ya solo dan por conquistadas las tres capitales donde ya hay un alcalde popular: Almería, Córdoba y el incombustible Francisco de la Torre en Málaga. Lejos queda ese 8+8 que se le escapó al secretario general del PP andaluz, Antonio Repullo, en una comparecencia de prensa. Y aunque en San Telmo aseguran que tienen opciones en todas las capitales, no ocurre lo mismo con las diputaciones, otro de los ejercicios que tiene que superar Espadas para aprobar en su examen del 28-M

El PSOE gobierna ahora mismo en 6 de las 8 instituciones provinciales, aunque en Córdoba se apoya en las fuerzas de izquierda y en Cádiz en el partido local del alcalde de La Línea de la Concepción. Huelva, Sevilla y Jaén siempre han estado en manos socialistas y fuentes de los dos partidos aseguran que las dos primeras son prácticamente bastiones inexpugnables. El PP en Sevilla aspira a mejorar sus resultados para poder contar con un grupo provincial más nutrido que le sirva para reforzar la situación de un partido que prácticamente no existe en lo orgánico. Hay que recordar que los populares gobiernan en una decena de los 106 municipios de la provincia de Sevilla.

placeholder Antonio Muñoz, Pedro Sánchez y Juan Espadas, en un acto en el barrio sevillano de Pino Montano.
Antonio Muñoz, Pedro Sánchez y Juan Espadas, en un acto en el barrio sevillano de Pino Montano.

Jaén es un objetivo prioritario para el PP, que mejoró mucho sus datos en las autonómicas, pero en el PSOE confían en mantenerla. Lo mismo ocurre en Cádiz, que si estuvo bajo control popular entre 2011 y 2015, igual que Granada. En la institución gaditana, explica una fuente conocedora de la realidad de la provincia, el PP tiene que mejorar mucho sus resultados, contar con que Vox entre por primera vez y cambiar la posición del partido del alcalde de La Línea. En Córdoba, donde el PP también arrasó el 19-J, incluso los populares afirman que el gobierno provincial dependerá de los resultados en los partidos judiciales de Aguilar de la Frontera y Posadas. Estos cálculos dan cuenta de la dificultad que supone este asalto provincial.

Si Espadas logra estos tres hitos, podrá coger aire después de casi un año de oposición, una labor a la que su partido todavía no se ha amoldado después de 37 años en la Junta. Su perfil, más gestor, no ha cuajado frente a un Gobierno de mayoría absoluta al que apenas le ha dado dolores de cabeza. El principal problema de Moreno, el de Doñana, es casi un error no forzado. Pero un buen resultado en las municipales tampoco garantiza a Espadas la tranquilidad. Ya que tendrá un segundo examen en las generales finales de año. Del éxito que tenga el PSOE andaluz dependerá en gran parte el futuro de Pedro Sánchez y sus posibilidades de seguir en Moncloa. Y si el viejo bastión socialista no da la talla, las miradas se volverán hacia el exalcalde de Sevilla.

En el entorno de Juan Espadas hay quien dice que el líder del PSOE andaluz no se examina el próximo 28 de mayo. En puridad, es cierto. Se examinan los 459 alcaldes socialistas que aspiran a revalidar su cargo en la comunidad y los 326 candidatos que aspiran a logar la alcaldía desde la oposición. Pero las municipales que se celebran en apenas 3 semanas son una suerte de elecciones de medio mandato para el exalcalde de Sevilla. Su aprobado está en lograr la victoria en votos al PP de Juanma Moreno, todavía en plena luna de miel tras la mayoría absoluta del pasado año. Pero también en conservar Sevilla, uno de los lugares donde habrá foco nacional por la relevancia de la capital andaluza, y en evitar que la ola azul no se lleve por delante el poder provincial que sirve de sustento al PSOE.

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