La manera más cojonuda de Ancelotti de contestar a Guardiola y dar mérito a la final del Real Madrid

Ancelotti dejó varias perlas tras eliminar al Bayern de Múnich. También lanzó algunos dardos. Al entrenador tranquilo le encuentras si le buscas las cosquillas y a Tuchel, por ejemplo, le dejó claro que el árbitro no anuló ningún gol y le echó en cara que Kimmich exagera la caída en el forcejeo con Nacho. También sacó pecho. "Nunca nos hemos quejado de nada" es un mensaje que contrasta con el que tuvo Guardiola tras caer eliminado. "Qué manera más cojonuda de perder", dijo el entrenador del Manchester City. El Real Madrid se clasificó para las semifinales por pequeños detalles, según Pep. Esto lo tenía guardado el italiano.

"Los jugadores han hecho una temporada que nadie esperaba. Yo tampoco". Le honra a Carlo Ancelotti reconocer que para él y en las expectativas del club no estaba tan claro que con esta plantilla se podía llegar a la final de la Champions. Es bueno ser sincero y no engañar a la gente. Le da todavía más valor a la hazaña y hace más grande la capacidad que tiene el Real Madrid para competir en Europa.

El mérito del entrenador está en haber convencido a los jugadores que son capaces de ganar con sufrimiento, resistencia, coraje, carácter y hambre. Es la inteligencia emocional de un entrenador que demuestra su facilidad para adaptarse a los jugadores que tiene y mejorarlos con el refuerzo de una mentalidad competitiva y un discurso táctico con instrucciones sencillas.

Ancelotti no tenía la mejor plantilla de la Champions, pero con estos mimbres ha hecho el mejor cesto posible. Con normalidad y, por supuesto, con exigencia y errores ha conseguido darle una identidad de equipo a un grupo de jugadores con calidad, juventud y experiencia.

Para superarse es clave reconocer tus limitaciones, potenciar tus virtudes y no subestimar la fuerza del oponente. El Real Madrid se ha comportado en la Champions de a misma manera que lo ha hecho en la Liga. Con humildad, unión y mucho sacrificio. Con la diferencia de que en Europa el nivel es mucho más alto y el margen de error bastante más pequeño.

El duro camino a Wembley

El Real Madrid no ha tenido un camino sencillo para llegar a Wembley. Empezó con dificultades y dudas en su estreno con una victoria por la mínima contra el Unión Berlín en el Bernabéu. La consiguió con un gol de Bellingham en el minuto 94. En Nápoles ganó a falta de diez minutos (2-3), en Braga por la mínima (1-2), en Berlín con un gol de Ceballos en el minuto 89 (2-3)... En las eliminatorias sufrió una tortura contra el Leipzig, un asedio en Manchester y tuvo que remontar al Bayern en el Allianz Arena para empatar y en el Bernabéu para ganar.

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Ulises Sánchez-Flor

No es tan fácil llegar a una final de la Champions y el Real Madrid lo consigue por empeño, trabajo, un fuerte compromiso de los jugadores y un entrenador que sabe hacer autocrítica. Ancelotti es de los que reconoce públicamente sus errores, rectifica (Nacho es más seguro de central que Tchouaméni), no se queja por los infortunios de las lesiones y no pone excusas.

A Guardiola le costó darle el mérito suficiente al Real Madrid, se quedó en la solidaridad defensiva de los de Ancelotti y comentó que "en otro deporte, por estadísticas, hubiéramos ganado". Ya en el Bernabéu se quejó del estado del césped. Luis Enrique, el otro perdedor de la Champions, sacó a relucir el 'expected goal' (goles esperados) para justificar la injusticia de la eliminación del PSG. Dos casos de entrenadores que se agarran a las estadísticas frente al éxito de Ancelotti, que disputará su sexta final de la Champions. El italiano acabó el partido contra el Bayern de Múnich emocionado, con lágrimas y cantando el "¡Hala Madrid!".