La falsedad de acusar al Real Madrid de cobarde contra el City: otra debacle de la posesión

"En otro deporte, por estadísticas, habríamos ganado", comentó Pep Guardiola con la impotencia y resignación que da no ganar al Real Madrid con un 67% de posesión y 919 pases. El doble de los que dieron los jugadores de Ancelotti (458) en el Etihad Stadium. El entrenador del Manchester City no va a dudar, ni mucho menos renunciar nunca a su filosofía de fútbol ofensiva y dominante. Es innegociable.

El objetivo de no estar en las semifinales de la Champions es frustrante para el equipo que más hizo por ganar. El Real Madrid se metió atrás, con una estructura de equipo ultra defensivo y una actitud de sacrificio y resistencia descomunal de todos los jugadores. El City arrasó en las estadísticas, demoledoras en cualquier apartado, con 33 remates por 8 del Real Madrid, pero no le sirvió.

El partido entre el Manchester City y el Real Madrid pasa a la historia del fútbol como un monumento a la supervivencia del equipo de Ancelotti y otro ejemplo que desmonta la posesión. No siempre gana el equipo que más tiempo tiene el balón y genera más ocasiones de peligro. Por norma general, tiene muchas posibilidades de hacerse con la victoria el conjunto que más ataca. Pero influyen otros factores: la inspiración, la precisión en los pases, la claridad para descubrir los espacios y, por supuesto, la contundencia.

La posesión te posibilita someter al adversario, pero no te garantiza cien por cien el gol. Hay muchas maneras de defenderse y lo que hizo el Real Madrid no se puede calificar de anti fútbol. Jugó con el factor campo en contra y esto hay que tenerlo en cuenta. En el inicio del partido se plantó cerca de la portería de Ederson. Salió a recuperar el balón arriba. Se adelantó con el gol de Rodrygo y retrocedió.

No con una actitud de cobardía. Fue de resistencia, obligado ante la superioridad y el alto ritmo de combinaciones del City. Midió sus virtudes y defectos. Entre lo primero está el fuerte compromiso de todos los jugadores para defender y en lo segundo, la humildad para aceptar que el City tiene una propuesta ofensiva muy trabajada y dominante.

El Real Madrid se hizo rocoso, con una excelente defensa que se le atragantó al Manchester City. Castigó la posesión. Hace dos años sucedió algo similar con la visita del Atlético de Madrid al Etihad Stadium en el partido de ida de los cuartos de final. Simeone construyó una estructura defensiva con dos líneas: cinco defensas y cinco centrocampistas. Al Atleti le sirvió para perder (1-0) con gol de Kevin de Bruyne en el minuto 70.

La solidez le dio para una derrota por la mínima y Guardiola manifestó que "en la prehistoria, hoy y en 100.000 años, es muy difícil atacar una formación con dos líneas de cinco. Es que no hay espacios". En la vuelta en el Metropolitano, el planteamiento del Manchester City fue conservador, con un bloque sólido que consiguió un empate a cero. Guardiola entendió que lo mejor para clasificarse era ser prácticos, compactos y asumir menos riesgos.

No hubo anti fútbol

Defender con éxito en el Etihad Stadium, en casa del campeón de Europa y un equipo que tiene a Haaland, no es tan sencillo como se cree. El Real Madrid es un equipo que no está acostumbrado a defenderse tanto tiempo replegado. Está más cómodo con la pelota, pero no hizo el anti fútbol. No hay una sola jugada polémica y arbitral en la que se pueda decir que beneficiaron al Madrid. Fue un partido limpio con un ejercicio defensivo ejemplar por el compromiso. Al equipo de Ancelotti le faltó fútbol y le sobró actitud.

Las estadísticas del Manchester City-Real Madrid son irrebatibles. El fútbol tiene más matices y casos recientes en los que la posesión ha sucumbido a un excelente sistema defensivo. En el Mundial de Rusia, la Selección española que dirigió Fernando Hierro batió un récord de pases (1.114) en los octavos de final contra la anfitriona y cayó en los penaltis. Con un 79% de posesión. En el Mundial de Qatar, la Selección española de Luis Enrique se estrelló contra el muro de Marruecos con 1.041 pases y un 68% de posesión. Eliminada en los penaltis.

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Ulises Sánchez-Flor

Carlo Ancelotti no esconde cuál es su filosofía de fútbol y lo que significa jugar bien. Lo ha dicho en varias ocasiones. Consiste en hacerlo bien cuando tienes el balón y cuando no lo tienes. Parece simple, pero hay que demostrarlo contra el campeón de Europa y en su campo.

La eliminatoria ha medido a los dos últimos campeones de Europa y hay que verla en su totalidad. Empezó con un gol de Bernardo Silva en el Bernabéu, en un error de Lunin, y acabó en los penaltis con dos detenidos por el portero ucraniano. En el Bernabéu, el partido estuvo abierto, con tres goles para cada equipo, y en Manchester, el Real Madrid entendió que debía ser más conservador para tener éxito.