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El Atlético de Madrid cae en la orilla ante un City que abrazó el fútbol "prehistórico" (0-0)
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Bronca final entre los jugadores y técnicos

El Atlético de Madrid cae en la orilla ante un City que abrazó el fútbol "prehistórico" (0-0)

Mereció más el conjunto de Simeone, que gozó de buenas ocasiones en el tramo final. El City de Guardiola perdió tiempo de manera descarada y Felipe acabó expulsado por agresión

Foto: Tangana entre los jugadores. (EFE/Ballesteros)
Tangana entre los jugadores. (EFE/Ballesteros)

El Atlético de Madrid cayó en los cuartos de final de la Champions League al empatar a cero frente al Manchester City. El conjunto inglés defendió el resultado de la ida (1-0) y sobrevivió a un asedio final rojiblanco que a punto estuvo de lograr el gol del empate global. Los minutos finales dejaron imágenes de alta tensión entre jugadores del Atleti y del City después de una merecida tarjeta roja a Felipe, además de dos paradas salvadoras de Ederson para fortuna de los ingleses. El equipo de Pep Guardiola, acorralado, se entregó a las pérdidas de tiempo, provocando la furia de Diego Pablo Simeone. El Wanda Metropolitano brindó un homenaje a sus futbolistas pese a la derrota, demostrando la comunión entre equipo y afición. "A nosotros muchas veces se nos critica por esto, a ver qué dicen ahora", aseguró Koke, en una clara alusión a la actitud de los pupilos de Guardiola. En dos semanas, el técnico catalán se verá las caras con el Real Madrid de Ancelotti en las semifinales.

Foto: Simeone y Guardiola durante el Manchester City-Atlético. (REUTERS/Craig Brough)

El plan ofensivo de Simeone se cimentó en tres jugadores: Renan Lodi para lanzar los contragolpes, Joao Félix como lanza del ataque y la esperanza de que el talento de Antoine Griezmann cazase alguna oportunidad. El sistema defensivo, en cambio, era bastante más sencillo. Stefan Savic fue un muro y sostuvo, una vez más, los errores de Felipe y las subidas de Reinildo (que se ha destapado como un estupendo central en línea de tres, casi como falso lateral).

Sabía el técnico argentino que esta vez jugaba en superioridad numérica. No paró de rugir el Wanda Metropolitano durante los 90 minutos del partido. Lo sufrió el City, incapaz de encontrar los espacios y el talento que acumula a raudales. El Atleti planteó un encuentro diferente al vivido en Mánchester. Sí replegó cuando tocaba sufrir, pero en toda la segunda mitad consiguió ganar terreno a su rival, acostumbrado a defender con el balón.

Correa tocó los tambores y Felipe provocó una tangana

Cuando faltaban apenas 17 minutos para el final del encuentro, el marcador mostraba un 0-0 tan esperanzador como agobiante para el aficionado colchonero. Simeone tiró de sus habituales revulsivos: Ángel Correa y Matheus Cunha. De sus botas salieron las ocasiones a la desesperada en el tramo final del encuentro. Antes, Griezmann rozó el golazo para los rojiblancos al enganchar un balón llovido con su zurda. La volea se marchó muy cerca de la escuadra derecha de la portería de Ederson. Sabedor de que los centros laterales iban a ser obligatorios, el argentino dio entrada a Luis Suárez, mermado físicamente, por Joao Félix. El portugués había sido la referencia en ataque: en cuanto la tocaba, algo de magia se veía en el césped. Pero le volvió a faltar acierto de cara a puerta.

Cunha se quedó cerca de celebrar el gol de su vida con un disparo a cuatro metros de la portería, pero la defensa ‘citizen’ evitó el tanto. El Atleti consiguió remar hasta asfixiar al equipo de Guardiola en su propio campo. Y llegó el gran error de Felipe. El central brasileño, que tenía amarilla desde la primera mitad, barrió con clase un balón de Foden. Cuando la pelota ya había salido del campo, acompañó al inglés hasta darle una patada. Una infracción innecesaria y absurda que provocó una tangana tremenda entre banquillos, jugadores y cuerpos técnicos. Como es lógico, el VAR avisó al árbitro de que Felipe debía ser expulsado. No se lo creía el brasileño, pero las imágenes no dejaban lugar a dudas. Podía haber sido peor para el Atleti, ya que en las redes sociales se vio un tirón de pelo de Savic a Grealish, que no apreció el videoarbitraje.

Esto llevo al cuarto árbitro a dar un descuento de nueve minutos. No optó por el ‘jogo bonito’ el equipo de Pep Guardiola, perdiendo el tiempo de manera descarada e incluso rechazando los balones de los recogepelotas del Wanda. Algo habitual en la alta competición, pero que se podría tachar de fútbol “prehistórico”, como definió el propio técnico al catalogar el estilo rácano del Atleti en la ida. Cada dos minutos, un futbolista del City se marchaba al suelo, a lo que Simeone respondía con un aplauso irónico. Yannick Carrasco puso emoción hasta el último momento. Primero forzando una falta a centímetros del área para luego estar a punto de marcar de no ser por la parada de Ederson. En el minuto 101, el portero brasileño volvió a parar un disparo a bocajarro rojiblanco. No hubo milagro de última hora y el Atleti se queda en los cuartos de final de Europa. La Policía Nacional tuvo que intervenir en el túnel de vestuarios por un enfrentamiento entre Grealish, Vrsaljko y Savic, a los que tuvieron que separar diferentes trabajadores del Atleti y del City.

Quizás el mejor halago que puede recibir el partido del Atlético de Madrid es que en ningún momento estuvo cómodo el City, probablemente el equipo más completo de Europa. Kevin de Bruyne, autor del único tanto de la eliminatoria, se marchó antes de tiempo tocado. Prueba de la dificultad a la que se enfrentó Guardiola, el técnico catalán dio entrada a Fernandinho junto a Rodrigo, en un doble pivote atípico esta temporada.

Del vendaje de Foden al palo del City en la primera mitad

Pudo cambiar el partido en los primeros 45 minutos, cuando Gundogan mandó una pelota franca al palo. Foden recibió un centro al segundo palo, tenía disparo, pero en vez de probar suerte frente a Oblak cedió a Gundogan, que pisaba el área pequeña. El alemán la pegó rasa y el Atleti se salvó.

placeholder Foden celebra el pase. (Reuters/Lee Smith)
Foden celebra el pase. (Reuters/Lee Smith)

En las repeticiones ya se podía ver a Foden con un aparatoso vendaje en la cabeza. Felipe se jugó la amarilla —que recibiría pocos minutos después— llevándose el inglés la peor parte con una brecha. El mediapunta, que es capaz de jugar en cualquier posición de la delantera ‘citizen’, fue la estrella absoluta del partido de ida en Mánchester, donde salió como revulsivo. Bastante más discreta fue su actuación en la capital española.

El Atlético de Madrid cayó en los cuartos de final de la Champions League al empatar a cero frente al Manchester City. El conjunto inglés defendió el resultado de la ida (1-0) y sobrevivió a un asedio final rojiblanco que a punto estuvo de lograr el gol del empate global. Los minutos finales dejaron imágenes de alta tensión entre jugadores del Atleti y del City después de una merecida tarjeta roja a Felipe, además de dos paradas salvadoras de Ederson para fortuna de los ingleses. El equipo de Pep Guardiola, acorralado, se entregó a las pérdidas de tiempo, provocando la furia de Diego Pablo Simeone. El Wanda Metropolitano brindó un homenaje a sus futbolistas pese a la derrota, demostrando la comunión entre equipo y afición. "A nosotros muchas veces se nos critica por esto, a ver qué dicen ahora", aseguró Koke, en una clara alusión a la actitud de los pupilos de Guardiola. En dos semanas, el técnico catalán se verá las caras con el Real Madrid de Ancelotti en las semifinales.

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