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España fracasa en el Mundial de Qatar con un mal partido y falta de puntería en los penaltis (0-0)
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España fracasa en el Mundial de Qatar con un mal partido y falta de puntería en los penaltis (0-0)

España pierde contra Marruecos en los penaltis tras ser incapaz de marcar un gol en 123 minutos. Fallaron Sarabia, Carlos Soler y Busquets desde el punto de penalti

Foto: Carlos Soler se lleva las manos a la cabeza. (Efe/Tolga Bozoglu)
Carlos Soler se lleva las manos a la cabeza. (Efe/Tolga Bozoglu)
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España cae en los penaltis contra Marruecos y está eliminada del Mundial de Qatar. Le faltó ambición y falló en una tanda, en el mata a mata, con nula eficacia en los lanzamientos. Una eliminación que es un fracaso. El primer penalti lo ejecutó Sarabia y lo envió al poste, el segundo fue para Carlos Soler y lo paró Bono. Busquets fue el encargado del tercero y lo falló. Volvió a pararlo Bono. Marruecos había marcado los dos primeros y el tercero lo detuvo Unai Simón. Achraf no falló. Tiró el cuarto y clasificó a Marruecos. La eliminación confirma las inseguridades del equipo de Luis Enrique. Empezó el Mundial marcando siete goles a Costa Rica, generó ilusión en una goleada engañosa, sufrió en la segunda parte contra Alemania, perdió con Japón y acaba decepcionando en los octavos. Colapso total en la idea de fútbol de un seleccionador que ha ido de más a menos en el Mundial y ahora tiene que decidir su futuro.

Mal Luis Enrique y horrible los jugadores en el lanzamiento de los penaltis. El nivel de la Selección no da ni para estar entre los ocho mejores del mundo. Es la realidad del grupo que montó un seleccionador carismático, pero incapaz de hacer un bloque competitivo. El partido y el plan del equipo de Luis Enrique fue demasiado conservador. Generó poco peligro, tuvo poca amenaza y fue incapaz de marcar un gol en 123 minutos. España dominó con la posesión de la pelota, pero no supo ni pudo poner contra las cuerdas a Marruecos. Le faltó intención y ser más incisiva. Luis Enrique quiso jugar a un partido largo y llegó hasta los penaltis. La falta de valentía y riesgos provocó que se viera a una España lenta en la circulación del balón, previsible y monótona. El plan dio para no encajar goles e irse a los penaltis. En el precipicio se cayó la España de un seleccionador que dijo que de miedo no morirían. No cumplió su palabra. España se marcha de Qatar con la sensación de ser una Selección impotente. Vistosa, por momentos, floja en las áreas.

Luis Enrique sorprendió con Marcos Llorente en el lateral derecho. Ni Carvajal ni Azpilicueta. Eligió al jugador del Atlético de Madrid, un interior para ocupar una posición más retrasada. Son las cosas del seleccionador. Rodri, pivote en el Manchester City, es central fijo con Laporte. De los cuatro jugadores en la línea de atrás que empezaron contra Marruecos solo había dos defensas puros: Laporte y Jordi Alba. La explicación de apostar por Marcos Llorente se basa en su poderío físico. Es un jugador que se caracteriza por su velocidad, fuerza y contundencia en los duelos. Con esta novedad retocó un equipo en el que Busquets, Gavi y Pedri en el centro del campo son inamovibles. Con Ferran Torres, Dani Olmo y Marco Asensio en la línea de ataque. España empezó sin Morata, sin nueve fijo, y con la idea de tener mucha posesión y ser un equipo dinámico. La misma fórmula que en el partido inaugural contra Costa Rica y Alemania.

España era inferior en las gradas del estadio Education City, en la ciudad de Rayán. Unos 20.000 aficionados marroquíes por los 4.500 españoles. Había que imponerse en el césped ante un rival que jugaba el partido de su historia, extremadamente motivado y pleno de confianza tras una fase de grupos brillante, con un solo gol en contra y ninguna derrota. Marruecos jugaba de local y España de visitante (con camiseta y medias azul celeste y pantalón blanco).

Posesión sin riesgos

El partido empezó con una falta a los diez segundos de Ziyech a Jordi Alba. Primer avisó de la dureza con la que se podía emplear el rival. El árbitro, Fernando Rapallini, tuvo que pedir calma. El colegiado argentino barrió a favor de los marroquíes en la señalización de faltas con balones divididos. A Luis Enrique se le vio dando órdenes de estar tranquilos. La tensión se palpaba en el césped. Eran los minutos de tanteo, en los que España cogió el control del partido y Marruecos esperaba ordenada en su campo, compacto, buscando robar, con agresividad y salir al contraataque.

España tocaba y tocaba, más en horizontal que en vertical. Costaba progresar, encontrar espacios y darle profundidad al juego. El plan de España volvía a ser el de siempre: desgastar a Marruecos con la pelota. Una táctica conservadora, a la que le faltaba más fluidez y ritmo en la circulación del balón. España dominaba y tomaba precauciones para no verse sorprendida con una transición rápida del equipo marroquí. Pedri no estaba cómodo. Muy vigilado y marcado. Gavi era el jugador más batallador en la recuperación de la pelota. Iba con todo a las disputas. Marcos Llorente el que tenía problemas en el duelo con Boufal y en los pases interiores. La primera acción de peligro fue para España en un disparo de Gavi que desvió Bono al larguero. Gavi estaba en fuera de juego. En la siguiente la tuvo Marco Asensio tras un balón largo de Jordi Alba. El disparo de Asensio pegó en el lateral de la portería. En el segundo poste estaba solo Ferran Torres.

España amenazó poco

La primera ocasión para Marruecos, en el 30', fue un disparo de Mazraoui en un robo a Ferran Torres en el centro del campo. Su disparo lo detuvo Unai Simón en dos tiempos. La segunda fue un cabezazo de Aguerd. Con centros al área, por arriba y en segundas jugadas buscó el equipo marroquí hacer daño. En la primera parta pasaron pocas cosas en las áreas. España no generó peligro en ataque, con muchas dificultades de Dani Olmo y Ferran Torres para desbordar y penetrar. El partido pedía a Morata. España necesitaba filo y amenazar.

La primera acción de peligro en la segunda parte fue un disparo duro de Dani Olmo, desde el costado izquierdo y tras tocar Asensio una falta. Lo desvió Bono con los puños. España entró bien. Avisó primero en ataque y desactivó una contra de Marruecos en una recuperación de Marcos Llorente. El ritmo seguía siendo lento, con dos equipos que asumían pocos riesgos y esperaban a que el otro se equivocara para aprovechar el error. España amasaba la pelota. Marruecos replegaba y hacía un partido cerrado.

placeholder Marcos Llorente disputa una carrera con Abde
Marcos Llorente disputa una carrera con Abde

Luis Enrique metió en el campo, en el 63', a Morata y Carlos Soler, por Marco Asensio y Gavi. El joven futbolista del Barcelona se vació. Estaba siendo de los mejores en las disputas, muy competitivo. A España le faltaba más riesgo e inspiración. Metió a Marruecos atrás, pero no conseguía darle más velocidad a los ataques. El siguiente cambio fue quitar a Ferran Torres y meter a Nico Williams. Su primera acción llevó peligro. Metió un balón tenso al primer poste que casi remata Olmo. La segunda, otro buen balón profundo a Morata. Nico estaba haciendo daño. Era vértigo y velocidad lo que necesitaba España para generar peligro.

En el descuento, Unai Simón hizo infartar a España con el balón en los pies y la presión de Abde. Unai sería decisivo en la prórroga con una parada con el pie en una internada de Chedira. Antes, en el 94', en un lanzamiento de falta de Dani Olmo pudo llegar el gol. El bote no sorprendió a Bono, que desvió el balón. El partido se fue a la prórroga con una España que dominó más con la posesión de la pelota, pero con una claridad nula, ni ritmo en la circulación del balón y poco atrevimiento. En el 98' entraron Ansu Fati por Dani Olmo y Alejandro Balde por Jordi Alba. Un plan para refrescar el equipo, meterle chispa y darle una marcha más para buscar el camino del gol. No cambió nada. Sarabia entró en el 118' por Nico Williams. La tuvo en un remate al palo tras un pase largo de Rodri. Marruecos fue un rival rocoso y España un equipo encogido.

España cae en los penaltis contra Marruecos y está eliminada del Mundial de Qatar. Le faltó ambición y falló en una tanda, en el mata a mata, con nula eficacia en los lanzamientos. Una eliminación que es un fracaso. El primer penalti lo ejecutó Sarabia y lo envió al poste, el segundo fue para Carlos Soler y lo paró Bono. Busquets fue el encargado del tercero y lo falló. Volvió a pararlo Bono. Marruecos había marcado los dos primeros y el tercero lo detuvo Unai Simón. Achraf no falló. Tiró el cuarto y clasificó a Marruecos. La eliminación confirma las inseguridades del equipo de Luis Enrique. Empezó el Mundial marcando siete goles a Costa Rica, generó ilusión en una goleada engañosa, sufrió en la segunda parte contra Alemania, perdió con Japón y acaba decepcionando en los octavos. Colapso total en la idea de fútbol de un seleccionador que ha ido de más a menos en el Mundial y ahora tiene que decidir su futuro.

Luis Enrique Mundial de Qatar 2022
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