Unai Simón tiembla con los pies, pero su error con las manos reabre el debate de la portería
El portero del Athletic de Bilbao falló en el primer gol de Japón. Normalmente, compensa sus errores en el juego de pies con sus paradas, pero frente a los nipones no fue así
-
Camerún - Brasil, partido en directo
-
Serbia - Suiza, partido en directo
La clasificación se ha conseguido, pero el susto todavía sigue en el cuerpo. Los televisores seguirán encendidos, con los resúmenes aún emitiéndose, para comprobar que es real: España en octavos. Porque hubo 12 minutos en los que estuvo fuera. El país estaba en vilo. Y todo comenzó con un error de Unai Simón.
La portería es el debate que más ha perseguido a Luis Enrique desde que es seleccionador español. Empezó con De Gea, pasó a Kepa y finalmente a Unai Simón, el portero por el que apostó en la Eurocopa cuando para muchos sería el tercero en discordia. La audacia conlleva riesgo en muchas ocasiones. Y el mundo entero lo comprobó en la Eurocopa. Aquel control que nunca hizo en el partido frente a Croacia (3-5) acabó en el primer tanto de los balcánicos.
Encontrarse la cerradura forzada genera tanto susto como ver a Unai Simón con el balón en los pies, su problema habitual. Una puerta, precisamente, fue lo que el portero le abrió a Japón. Los nipones salieron con ganas en la segunda mitad y el error del vasco en el primer gol, al no tapar bien el remate, dio alas al rival. Antes, él había arriesgado demasiado en la salida de balón, algo que le exige Luis Enrique. El problema es que, normalmente, Unai arregla con las manos lo que estropea con los pies. Pero, ayer, falló en lo que mejor se le da. Desde entonces, todo fue cuesta arriba. Dar vida a un moribundo siempre es peligroso.
¿Son mejores los posibles sustitutos?
Si al paupérrimo dominio del juego de pies se suma que no es capaz de aportar seguridad con las manos, España tiene que abrir de nuevo el debate en la portería. El primer gol de Japón así lo confirmó, porque las manos estuvieron blandas ante un remate que no iba especialmente fuerte. Ya saben aquello de que el mejor ataque es una buena defensa. Y la Selección española no es un equipo especialmente fiable atrás.
La gestión de la portería, al igual que la mayoría de sus decisiones, ha sido un tema controvertido para Luis Enrique. Tras apostar por Unai Simón, ha dejado fuera de las convocatorias a los dos porteros que empezaron de titulares en su etapa. Además, cuando uno mira al banquillo, la apuesta del seleccionador es la de dos porteros más desconocidos como David Raya y Robert Sánchez. Pese a su falta de estrella para el aficionado español, lo cierto es que ambos han rendido a un alto nivel en la Premier League.
La dificultad frente a Marruecos
Convocar a Raya y Sánchez, dos profesionales cuyo nivel en la jerarquía de la portería española está por debajo del de Unai Simón, es un arma de doble filo. Te sirven para no dinamitar el grupo siempre que el titular esté a su nivel, pero si el portero del Athletic falla, empieza el problema. ¿Hay opciones de que alguno de los dos acabe como titular en octavos tras este partido? La incógnita seguirá presente hasta el encuentro frente a Marruecos.
Si España quiere estar en cuartos, tiene que mejorar atrás. Marruecos es un equipo que presiona arriba y al combinado nacional le gusta sacar el balón jugado. Ahí se puede sufrir. Además, a los africanos les gusta correr y buscar el espacio, uno de los mayores hándicaps de este equipo. O la Selección española mejora o el sufrimiento será mayor en los octavos. Ya ha llegado el primer aviso. Y la afición espera que no haya un segundo.
La clasificación se ha conseguido, pero el susto todavía sigue en el cuerpo. Los televisores seguirán encendidos, con los resúmenes aún emitiéndose, para comprobar que es real: España en octavos. Porque hubo 12 minutos en los que estuvo fuera. El país estaba en vilo. Y todo comenzó con un error de Unai Simón.