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Dura lección y un premio inmerecido: España tiene motivos para estar contenta en el naufragio
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El fútbol da una segunda oportunidad

Dura lección y un premio inmerecido: España tiene motivos para estar contenta en el naufragio

A pesar de la dolorosa derrota ante Japón y de la imagen frágil exhibida por la Selección, los de Luis Enrique acceden a octavos por el lado bueno del cuadro. Se evitan unos hipotéticos cuartos de final ante Brasil. Marruecos, primer rival

Foto: La celebración de los jugadores nipones. (Reuters/Dylan Martínez)
La celebración de los jugadores nipones. (Reuters/Dylan Martínez)
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"Esto es un Mundial". La frase de Luis Enrique cayó como un jarro de agua fría. El rostro del seleccionador lucía igual de gélido ante las cámaras de la prensa en la cálida noche de Doha. El enfado del asturiano tras caer derrotados ante Japón, en un partido que España comenzó dominando y que se dejó remontar en cinco minutos de "pánico" absoluto, era mayúsculo. Un desastre sin paliativos y que, por momentos, dejó a la Selección española fuera de Qatar, aunque el míster no se enterase hasta la rueda de prensa. Solo el buen hacer de los alemanes, que merecieron muchos más goles ante Costa Rica, evitó una debacle histórica en la Roja. Pero incluso en los desiertos salen flores, y el conjunto nacional tiene motivos para sonreír.

La derrota ante los nipones y el resultado del otro partido del grupo E sitúan la Selección en los octavos de final del Mundial como segunda de grupo. Así, los pupilos de Luis Enrique se medirán a la gran sorpresa del campeonato, Marruecos, el próximo martes 6 de diciembre a las 16:00 hora española. Un partido complicadísimo, visto el nivel ofrecido por nuestros vecinos geográficos, pero que tiene argumentos optimistas. Por un lado, la selección liderada por Achraf Hakimi, carrilero del Paris Saint-Germain y ex del Real Madrid, ofrece un fútbol más vistoso y arriesgado que la Croacia de Luka Modric, un equipo sólido, con menos imaginación, pero más pragmático. A diferencia del próximo rival de Japón, Marruecos ofrecerá más margen y espacios para la combinativa española. El escenario perfecto para reencontrar sensaciones.

Foto: La decepción de los jugadores españoles fue evidente. (EFE/José Méndez)

La carambola que sitúa a España en el lado bueno

Se veía como una probabilidad alejada de toda lógica, pero, recordemos, durante cinco minutos España y Alemania estuvieron eliminadas en favor de Japón y Costa Rica. Un ejemplo de las maravillas que puede ofrecer una Copa del Mundo. La Selección tenía todo en su mano para clasificarse como primera de grupo y, por tanto, visualizar unos hipotéticos cuartos de final ante Brasil y unas semifinales ante Argentina. ¿Conocen aquello de que en un Mundial hay que ganar a todos los buenos? Pues es mentira. Queda muy épico para el relato, pero a la hora de levantar la copa dorada nadie se acordará de los rivales que has dejado por el camino.

En este lado del cuadro, los posibles rivales a falta de que termine la fase de grupos de España en unos cuartos de final serían la Portugal de Cristiano Ronaldo o Suiza, selección que ya eliminó a Francia contra todo pronóstico en octavos de final de la pasada Eurocopa 2021. En semifinales, como debe ser, palabras mayores: Argentina e Inglaterra asoman como los favoritos para llegar a dicha cita.

Una lección que grabar sobre la piel y el augurio del Tata

"Nos han pasado como aviones. La situación se ha controlado una vez que Japón ha decidido volver a encerrarse atrás, ellos tenían lo que querían y hemos intentado gestionar lo mejor que podíamos. Pasa Japón como primera, merecido, y nosotros... ¿Autocrítica? El duelo lo pasaremos esta noche, pero esto tiene que servir de aviso. Tenemos que mostrar un poco más de contundencia", la reflexión de Luis Enrique en caliente ("hoy no tengo mucho que celebrar, la verdad") ofrecía una imagen panorámica del final del partido: España no tuvo ideas ante una selección replegada y metida atrás.

placeholder Imagen del segundo gol japonés. (Reuters/Ryan Pierse)
Imagen del segundo gol japonés. (Reuters/Ryan Pierse)

En un vestuario joven y descarado, la falta de experiencia es un hándicap. Haber vivido momentos de máxima tensión y, encima, con derrota incluida ante Japón, puede suponer un antes y un después para este grupo de jugadores. No existe una experiencia más cercana a la eliminación en una fase final como la que vivirán en los próximos días que lo sufrido ante Japón. Una lección a tatuarse en el pecho. A fuego si hace falta.

Dos días antes del desastroso partido, el Tata Martino recibió una pregunta directa: ¿qué selección es la gran favorita para alzarse con la gloria del Mundial? "España es la gran candidata. Independientemente de que hay muchas selecciones que han hecho buenos trabajos. Me parece que es la única que propone un fútbol totalmente distinto a lo que se ve en la Copa del Mundo. A veces, ganar jugando de una forma tan estética es mucho más difícil que… ganar de casualidad". El argentino, quien se ha despedido de la selección de México tras caer en fase de grupos, matizó lo complejo que era mantener el nivel de excelencia necesario para triunfar con dicho fútbol. Un augurio tan acertado como peligroso. El camino de Luis Enrique es, sin duda, el más bonito, el más brillante, el que busca la gloría más alta… pero el que debe sostenerse rayando la perfección. Ante Costa Rica se consiguió, ante Alemania se acercó y contra Japón hizo agua. Marruecos es la próxima prueba. En 2010, se perdió contra Suiza y el resto es historia.

"Esto es un Mundial". La frase de Luis Enrique cayó como un jarro de agua fría. El rostro del seleccionador lucía igual de gélido ante las cámaras de la prensa en la cálida noche de Doha. El enfado del asturiano tras caer derrotados ante Japón, en un partido que España comenzó dominando y que se dejó remontar en cinco minutos de "pánico" absoluto, era mayúsculo. Un desastre sin paliativos y que, por momentos, dejó a la Selección española fuera de Qatar, aunque el míster no se enterase hasta la rueda de prensa. Solo el buen hacer de los alemanes, que merecieron muchos más goles ante Costa Rica, evitó una debacle histórica en la Roja. Pero incluso en los desiertos salen flores, y el conjunto nacional tiene motivos para sonreír.

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