El patriotismo de Laporte para decir que España puede ganar el Mundial de Qatar

Con Aymeric Laporte cuesta identificarse porque no nació en España ni juega en nuestro país. A esto se suma que es el central que eligió Luis Enrique para dar el relevo a Sergio Ramos. No levanta pasiones y tiene un riguroso examen cada partido con la Selección para demostrar sus méritos. Es el jugador que pasó un examen de españolidad en la sala de prensa antes de la Eurocopa cuando un periodista le preguntó: "¿Te sientes plenamente español para poder defender un escudo, una nación, una bandera?". Laporte se quedó de piedra y contestó que era una pregunta "bastante fuerte" y que "nadie puede dudar que lo voy a dar todo por esta Selección". En la Eurocopa jugó todos los partidos y al Mundial llega como el central fijo para el seleccionador.

El patriotismo se puede demostrar con palabras y hechos. De lo primero rehúye Laporte. Resulta innecesario para un francés que se nacionalizó español, a los 27 años, porque Luis Enrique le transmitió que entraba en sus planes y se cansó de esperar a Francia. Jugó con la Selección Sub-21 de su país y fue tres veces convocado por la absoluta. Pero no llegó a jugar y la llamada de Luis Enrique le convenció. La nacionalización de un tipo nacido en Agen levantó polémica. Todo lo que pueda decir sobre su sentimiento de españolidad carece de importancia, por lo que se centra en los hechos. Lo que dé en el campo, cómo compita y se deje la piel por este escudo y la camiseta tendrá un valor demostrable.

El patriotismo de Laporte se juzga en el rendimiento y su compromiso. No le falta. Es un futbolista imprescindible para Luis Enrique y el grupo. El carisma que tiene dentro es difícil verlo fuera, pero los hechos demuestran cuál es su personalidad. Le sobra. Lo que le falta, y es más complicado, es empatizar con los aficionados. Laporte ha sido uno de los elegidos para hablar ante la prensa antes del debut de España contra Costa Rica. Su mensaje es ganador y ambicioso. Lo que significa que tiene ganas de ganar, de agradar, de comerse el mundo, de llevar a España a lo más alto. Este perfil de jugador es muy necesario en una Selección joven, inexperta y en la que el foco está continuamente puesto en la figura de Luis Enrique.

Defender el escudo

A Laporte, en Doha, le han vuelto a poner en un compromiso. "¿Por qué España puede ser campeona del mundo?", es la pregunta directa, en la que tenía que mojarse y una manera más de comprobar qué perfil de jugador y español está defendiendo el escudo. Con la mirada fija y una seguridad aplastante, Laporte contestó hasta en dos ocasiones: "¿Y por qué no?". Hizo una pausa y redondeó la respuesta, como si se tratara de un desafío, con un "Sí, sí".

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España puede ser campeona del mundo en Qatar. Lo dice Laporte, un futbolista francés nacionalizado español, al que hay que medir su sentimiento por su calidad y entrega. Por su sacrificio y si realmente aporta algo diferente a lo que tenemos en nuestro país. De lo que no hay ninguna duda es que está respaldado por Luis Enrique y es un líder en la defensa. Su mensaje ganador sirve para reforzar a una plantilla que repite que la fuerza está en el grupo. "¿Por qué no vamos a ganar el Mundial? Como todas las selecciones, cada uno tenemos nuestros puntos fuertes. Tenemos una grandísima Selección. Tenemos calidad y un gran seleccionador. Luego, en estos partidos o torneos, hace falta suerte y otros factores", es la mejor declaración que puede hacer un futbolista que viste la camiseta de España y que demuestra que hay que competir sin complejos.

Aymeric Laporte jugó en la cantera del Athletic y un total de 222 partidos con el primer equipo bilbaíno desde 2012 a 2018. Hasta que se marchó a Inglaterra. El Manchester City hizo un desembolso de 67 millones de euros, a petición de Pep Guardiola, que lo señaló como uno de los centrales modernos, capaz de ser contundente y jugar el balón desde atrás. Condiciones indispensables para el estilo que propone Luis Enrique y del que el seleccionador también destaca su jerarquía. Aunque cueste verla o reconocerla, porque lo que verdaderamente persigue a Laporte son las comparaciones con Sergio Ramos en lo que se refiere a carácter y españolidad.

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Aymeric Laporte llega al Mundial de Qatar, a sus 28 años, en una edad de madurez, de plenitud como futbolista y habiendo hecho un gran esfuerzo para recuperarse de una lesión que le tuvo de baja en el primer tramo de la temporada. Es uno de los jugadores de máxima confianza para Luis Enrique, de los que forman el pasillo de seguridad y dan equilibrio. Pero es, además, uno de los que tiene rol de líder. Lo que demuestra es importante cuando habla de su ilusión y pasión que tiene por jugar con España. Ya sabe lo que es enfrentarse a Francia, lo hizo en la final de la Liga de Naciones y, aunque dijo que es un partido especial, reconoció que está "al 300%" comprometido con España.