Indignación con la nacionalización de Lorenzo Brown: "España pierde identidad"

La Selección española de baloncesto no ha fichado a un jugador top. Lorenzo Brown no es un crack de la canasta. Tampoco lo es Aymeric Laporte, cuando el 12 de mayo de 2021 el Consejo de Ministros le concedió el pasaporte exprés para que pudiera disputar la Eurocopa de fútbol. Laporte, al menos, habla el idioma español. Lorenzo Brown no tiene ningún vínculo con España y esto hace más complicado que los aficionados y también los jugadores acepten la decisión. Tanto Sergio Scariolo como Luis Enrique miran y confían en lo de fuera para reforzar sus proyectos y reabren el debate polémico sobre la identidad de la Selección y los méritos para llegar a ser internacional.

Lo de Lorenzo Brown todavía es más difícil de entender, pese a las bajas que tiene la Selección de baloncesto para el Eurobasket que se disputa en el mes de septiembre. Sin Ricky Rubio ni Carlos Alocen, por lesión, y con la retirada de Sergio Rodríguez, la solución que encuentra el seleccionador es fichar a un veterano estadounidense. Lorenzo Brown tendrá 32 años en el Eurobastek. Su mérito es que le conoce bien Sergio Scariolo de su etapa en los Toronto Raptors. Es un base-escolta que destaca por el manejo del balón, por ser eléctrico y ágil. Pero es un desconocido. Pasó por la NBA, por China y por varios equipos de Europa (Estrella Roja, Fenerbahçe y Unics Kazan). Acaba de fichar por el Maccabi Tel Aviv. Con esta hoja de ruta le sirve para conseguir una nacionalización exprés, la ciudadanía española y poder jugar el Eurobasket.

¿Fichajes como el de Lorenzo Brown y Laporte desnaturalizan la Selección española? La esencia de la Selección está en formar un combinado en el que estén representados los mejores profesionales de los diferentes equipos del territorio nacional. Si hay uno muy bueno de fuera y cumple con los requisitos, es interesante planteárselo. España, como otros países, se puede beneficiar del talento que viene de fuera. Para entenderlo mejor es necesario que el profesional tenga vínculos. Lorenzo Brown no los tiene. Nacido en Rosswell (Georgia) no es el caso de Serge Ibaka (Hospitalet, Manresa y Real Madrid) y Nikola Mirotic (Real Madrid y Barcelona).

Apostar por el talento nacional

El baloncesto español está indignado con el 'fichaje' de Lorenzo Brown. Alfonso Reyes, exjugador y presidente de la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP) manifiesta su malestar y preocupación con estas reflexiones en El Confidencial: "Es una noticia perjudicial para nuestro baloncesto. Están transmitiendo el mensaje de que van a contar con un puesto menos para los jugadores que están actuando en las ventanas y para los jóvenes. He visto que hay muchos aficionados que no comparten esta decisión. Es inexplicable. No por el jugador, que es el que menos culpa tiene. Pero las explicaciones que se dan desde la Federación y el CSD no me convencen. Si no velan por lo español, pues entonces apaga y vámonos".

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Alfonso Reyes muestra el rechazo, es rotundo, pero sobre todo quiere hacer ver la necesidad de apostar por el talento español y que las canteras de los equipos trabajen más con el producto nacional: "No tiene sentido llegar a esto. Hay talento en España. Eso sí, llevamos muchos años sin desarrollar el talento joven. Estoy seguro. En la Liga ACB el porcentaje de españoles es cada vez menor, del 28% aproximadamente. Está bajando. A la Selección tienen que ir los mejores españoles dentro del talento que tienes y sacar a los mejores jóvenes. Lo que se debe hacer es trabajar la cantera. No creo que se deba fichar a nadie y si deberíamos llegar al máximo con nuestros recursos. Legalmente, puedes nacionalizar, pero éticamente es reprobable. El fin no justifica los medios porque el aficionado pierde cercanía y la Selección pierde identidad. Estoy seguro de que la inmensa mayoría de jugadores y exjugadores están en contra".

El caso de Lorenzo Brown no es comparable con el de Laporte, según Alfonso Reyes, que también es tajante en este sentido: "Puedes estar más o menos de acuerdo con lo de Laporte, pero no tiene nada que ver. Lorenzo Brown no sabe de qué va esto porque no ha jugado en España. Otros nacionalizados sí conocían nuestro baloncesto".

El caso Laporte

Aymeric Jean Laporte (nacido en la localidad francesa de Agen), que no se libró de la polémica, encajaba. Cumplió los requisitos establecidos por la FIFA para cambiar el pasaporte francés por el español y era defendible desde el punto de vista de un posible arraigo. El Gobierno le concedió el pasaporte el 12 de mayo de 2021, con 24 años (no los 32 de Lorenzo Brown), para poder jugar la Eurocopa. Laporte no había jugado más de tres partidos con la Selección absoluta de Francia, ni un Mundial ni una Eurocopa. Lo esencial es que llegó al Athletic con 15 años y entre sus vínculos estaba que el padre montó una frutería y la madre una peluquería en Bayona.

Con todo esto, después de debutar con España en un partido contra Portugal, Laporte se indignó cuando un periodista le preguntó si se sentía plenamente español para defender el escudo, la nación y la bandera. "Es una pregunta bastante fuerte. Estoy aquí para competir al máximo nivel. Mi objetivo es el mismo que España, ganar todo tipo de competiciones. Voy a dar el máximo de mí para ganar y creo que es lo importante. Nadie tiene que dudar que lo voy a dar todo por esta Selección", fue la contestación de Laporte.

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Hay lío con la nacionalización de Lorenzo Brown. La postura de la Federación de Baloncesto y su presidente, Jorge Garbajosa, justifican la incorporación porque "viene para ayudarnos en una situación difícil por las lesiones". El deporte, además de tener referentes con los que identificarse por sus cualidades y la identidad, es pasión. Lorenzo Brown es un 'fichaje' frío.

El estadounidense no tiene planeado viajar a España para jurar la Constitución y las gestiones pueden permitirle hacerlo en Atlanta (Georgia). Los criterios por los que se le ha otorgado la nacionalización vía carta de naturaleza no están detallados. Ha sido aprobado en el Consejo de Ministros y entra en efecto en el momento que se publica en el BOE. El único argumento ofrecido es por "circunstancias excepcionales".