Carlos III retomará su agenda pública el martes tras los rumores sobre su mal estado de salud

Carlos III retoma la agenda pública. Después de un período de tratamiento y recuperación tras el diagnóstico de un cáncer (de tipo no especificado) a principios de año, el monarca, de 75 años, se reencontrará finalmente con su pueblo, tal y como ha anunciado este viernes por la tarde el Palacio de Buckingham en un comunicado oficial, acompañado por una foto de un rey y Camilla muy sonrientes tomada a principio de este mes.

"Para conmemorar este hito, el Rey y la Reina realizarán una visita conjunta a un centro de tratamiento del cáncer, donde se reunirán con médicos especialistas y pacientes", reza el texto. La visita será la primera de una serie de compromisos que el jefe de Estado emprenderá en las próximas semanas, donde ya se ha confirmado que recibirá al Emperador y la Emperatriz de Japón en una visita de Estado en junio.

En una Monarquía parlamentaria, como es el caso del Reino Unido, tan importante son las firmas que el monarca impregna en los documentos que convierte en ley, como la agenda que le acerca al pueblo. Ya lo decía Isabel II "hay que ser vistos para ser creíbles". Son palabras que Carlos III, de 75 años, siempre ha tenido muy presente. De ahí la importancia de su regreso para una institución que atraviesa una etapa delicada.

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En plena transición, tras siete décadas de era isabelina, la Familia Real se ha tenido que enfrentar al cáncer de Carlos III y al de la princesa Catalina, de 42 años, para quien no hay aún fecha de vuelta. Con ambos fuera de escena, el gran desafío durante estos últimos meses ha sido el de evitar a toda costa la imagen de un trono vacío.

La última vez que se le vio en público fue el Domingo de Pascua, cuando acudió a la tradicional misa junto con Camilla. Aquella fue una aparición tan solo puntual. Pero parece que, ahora sí, puede retomar por completo su actividad coincidiendo precisamente con el primer aniversario de su Coronación, tal y como revela el comunicado, donde se especifica que los reyes "siguen profundamente agradecidos por las muchas bondades y buenos deseos que han recibido de todo el mundo durante las alegrías y desafíos del último año".

Lo cierto es que su retirada nunca fuera una completa desaparición. Durante todo este tiempo ha seguido al frente de sus deberes como jefe de Estado con, entre otros, reuniones semanales con el primer ministro y videoconferencias con diferentes personalidades.

Los documentos gráficos se publicaban a través de las vías oficiales, evidenciando así que el monarca evolucionaba favorablemente y evitando cualquier teoría de conspiración, como la que se publicó precisamente en las últimas horas informando falsamente sobre su empeoramiento y la organización de su funeral. La realidad es que, por protocolo, el funeral de un rey se prepara desde el momento que accede al trono y se va actualizando constantemente, por lo que la conocida Operación Menai Bridge no es algo alarmante ni mucho menos.

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El Palacio de Buckingham siempre ha optado por la transparencia. Es más, el hecho de que el monarca decidiera hacer pública sus problemas de agrandamiento de próstata hicieron que su popularidad aumentara. Se ha sabido mantener un buen balance entre la información y su respeto a la privacidad, una fórmula acertada que contrastó con el absoluto mutismo impuesto en el Palacio de Kensington, residencia oficial del príncipe Guillermo, para tratar los problemas de salud de Catalina, que no hicieron otra cosa que alimentar teorías de conspiración que dañaron la imagen de la Corona.

Finalmente, se optó por contar la verdad y el pasado 22 de marzo, la propia Catalina era la que contaba que tenía cáncer y que estaba recibiendo quimioterapia preventiva a través de un video que dio la vuelta al mundo.

Fue el 6 de mayo de 2023 cuando Carlos III fue coronado en la Abadía de Westminster en una pomposa ceremonia marcada por la tradición y modernidad, un binomio que se convertía en toda una declaración de intenciones para un rey que siempre se ha negado a ser una mera figura de transición entre su madre y su heredero, el príncipe Guillermo, uno de los más populares de la institución. Carlos III quiere dejar su impronta.

Se dice que el rey está "muy animado" a volver a asistir a más eventos públicos. Es un mensaje de cauto optimismo, pero el tratamiento —que comenzó en febrero— continúa y no hay fecha para su terminación. "Es demasiado pronto para decir por cuánto tiempo más continuará el tratamiento", dijo un portavoz de Palacio, añadiendo que los médicos estaban "muy alentados por el progreso realizado hasta ahora y siguen siendo optimistas sobre la continua recuperación del rey". El tipo de cáncer no ha sido revelado, pero el equipo médico del monarca está “lo suficientemente satisfecho con el progreso realizado hasta ahora, por lo que el rey puede reanudar una serie de tareas de cara al público”.