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La sevillana que susurra a Carlos III cómo llenar de bicis y árboles la calle más elegante de Londres
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LOS ENCARGOS DEL REY VERDE

La sevillana que susurra a Carlos III cómo llenar de bicis y árboles la calle más elegante de Londres

La capital británica mira a Sevilla o Barcelona en busca de inspiración para la Regent St. del futuro. La arquitecta Graciela Moreno es una de las mentes que están dando forma a la idea

Foto: Luces de Navidad en Regent Street a finales de 2023. (EFE/EPA/Tolga Akmen)
Luces de Navidad en Regent Street a finales de 2023. (EFE/EPA/Tolga Akmen)
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A Carlos III de Inglaterra le apodan, entre otras cosas, el Rey Verde. Desde los años setenta, cuando denunciaba el daño que la contaminación marina causaba a las playas y las aves, hasta el mismo día de su coronación —en la que llevó prendas que pertenecieron a otros monarcas y sirvió un plato principal vegetariano—, el monarca ha sido considerado un ecologista ferviente.

Durante su reinado, sacudido la semana pasada por la noticia de que padece un cáncer inespecífico, Carlos III se ha mostrado también dispuesto a dejar huella en este aspecto. Concretamente, la Corona ha desplegado recientemente sus planes para convertir una de las calles más icónicas de Londres, Regent Street, en un símbolo de la ciudad verde del siglo XXI, coincidiendo con el 200 aniversario de su construcción: "Introducir la naturaleza y reverdecer, preservar el patrimonio y priorizar el espacio peatonal" son las prioridades en materia medioambiental de The Crown Estate, una corporación que gestiona el patrimonio público de la Corona, que incluye aquellas propiedades que pertenecen a la familia real, pero no entran dentro de su patrimonio privado, como los castillos de Windsor y Balmoral.

Para este propósito, la familia real y el Westminster City Council, distrito donde se ubica la calle, han contado con los servicios de Prior + Partners, donde la directora, Graciela Moreno, una arquitecta y urbanista sevillana afincada en Londres, ha supervisado los estudios iniciales para la reurbanización y rediseño de Regent Street. La calle, planificada a comienzos del s. XIX por el arquitecto John Nash, recibió su nombre en honor del príncipe regente que más tarde fue el rey Jorge IV.

Originalmente, esta arteria urbana servía para conectar la residencia del príncipe, Carlton House, con los terrenos de caza que poseía al norte. Hoy en día, ambos espacios son conocidos como St. James' Park y Regent's Park.

Las prioridades de la Corona: "Introducir la naturaleza y reverdecer, preservar el patrimonio y priorizar el espacio peatonal"

"Nosotros entramos como especialistas en diseño urbano para explorar oportunidades y el potencial de Regent Street", explica a El Confidencial, "es algo que no se valora lo suficiente en España y es una lástima". La arquitecta sevillana indica que en nuestro país "se están realizando iniciativas urbanas muy buenas, pero principalmente desde el punto de la movilidad, nuestro papel de diseñadores urbanos es prácticamente inexistente y la mayoría de intervenciones son realizadas por equipos de ingeniería y transporte, no hay una labor de integración de disciplinas y diseño de la ciudad que responda de manera holística a los desafíos específicos de cada zona", añade.

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La parte más conocida de la calle se llama The Quadrant, una suave curva que Nash se vio obligado a trazar para salvar la oposición de algunos vecinos de la época a ceder sus terrenos. Un siglo después, otro arquitecto, Richard Norman Shaw, cambió las fachadas originales por una versión sin costuras en que los edificios parecen conectados unos con otros, el característico aspecto que ha llegado a nuestros días.

Por supuesto, todo cambio en una arteria tan conocida está sujeto a miles de controversias. Por ello, en el documento [PDF] que han publicado en los últimos días The Crown Estate y el Westminster City Council, Moreno y su equipo se encargaron de pulsar la opinión de los londinenses y comprobar cómo de involucrados están en un cambio tan radical de una calle que conecta con centros neurálgicos como Piccadilly Circus.

"En Reino Unido, en el sector público y más aún en proyectos de esta envergadura, las comisiones tienen que ser por concurso público", indica Moreno. En estos momentos, las autoridades británicas están en el proceso de convocar el concurso que debe seleccionar al equipo de diseño definitivo. Su trabajo es, por tanto, preliminar, aunque no se descarta que su empresa compita con otras por hacerse con la licitación.

placeholder Compradores en Regent Street durante las últimas rebajas de diciembre. (Reuters/Hollie Adams)
Compradores en Regent Street durante las últimas rebajas de diciembre. (Reuters/Hollie Adams)

Sí es mérito de esta sevillana que la Regent Street del futuro pueda recoger influencias de algunos proyectos que han transformado la cara de ciudades como Sevilla o Barcelona. "Son ciudades europeas pioneras en intervenciones que mejoran la experiencia de calles y espacios públicos para las personas", indica. "Estas medidas han surgido en los últimos 10 o 15 años principalmente como respuestas al cambio climático y las emisiones de carbono, promoviendo la sostenibilidad y la prioridad de los peatones frente al tráfico".

En concreto, seleccionaron seis grandes ciudades con calles principales análogas a Regent Street. "Estudiamos el grado de reducción de espacio para el tráfico de menos a más y en cada una destacamos los puntos relevantes para este caso y de los cuales podríamos aprender", señala Moreno. "No decimos que estas ciudades sean modelos para aplicar a Regent Street, lo que hacemos es estudiar cómo está reaccionando Europa y qué lecciones podríamos emplear".

¿Puede aplicarse allí lo de aquí?

Pese a los elementos que tienen en común Barcelona, Sevilla y Londres —grandes ciudades con un notable patrimonio arquitectónico y un problema de congestión de tráfico en el centro— es, como poco, debatible que las soluciones a emplear puedan ser las mismas.

La arquitecta reflexiona a este respecto que "Barcelona es una ciudad muy comparable a Londres en el sentido de que la Diagonal, al igual que Regent Street, es una arteria principal de tráfico de la ciudad, aunque su escala no sea comparable porque es el doble de ancha", comenta, "por lo tanto, no comparamos la intervención o el diseño físico, pero destacamos la relevancia política, histórica y social así como la introducción del tranvía, que es el transporte público más sostenible; en este caso, la ambición de la intervención para reducir el tráfico que se hizo en Barcelona resulta muy relevante para Regent Street".

Además, la forma de organizar la movilidad en algunos barrios con superillas o corredores verdes, pese a las críticas de muchos vecinos, merece el aplauso de esta experta: "La ciudad de Barcelona siempre ha tenido a buenos diseñadores urbanos al frente del urbanismo de la ciudad".

Sevilla, por su parte, no es comparable en escala a Londres, "sin embargo, la avenida de la Constitución es a Sevilla lo que Regent Street es a Londres", dice Moreno. "Situada en pleno casco histórico, con edificios de valor histórico, una calle comercial que estaba dominada por el tráfico y donde se ha hecho una intervención radical de peatonalización con tranvía que hoy día tiene una gran acogida y ha potenciado el uso turístico y comercial de la zona".

placeholder La avenida de la Constitución (Sevilla), llena de turistas el pasado puente de octubre. (Europa Press/Francisco J. Olmo)
La avenida de la Constitución (Sevilla), llena de turistas el pasado puente de octubre. (Europa Press/Francisco J. Olmo)

Sin embargo, la arquitecta no cree que estos proyectos no sean francamente mejorables. Su principal crítica a la forma en que se trabaja en España es que la aproximación es casi únicamente desde un enfoque de movilidad, sin contemplar otros. "En el caso de Sevilla, no se piensa en la integración y beneficios desde el primer momento", ejemplifica, y añade que cosas que sí se tuvieron en cuenta a la hora de montar la Expo 92 se han dejado de lado en proyectos como este. "En una ciudad donde se alcanzan los 45 grados en verano no se puede plantear la peatonalización de una avenida de esa escala y en ese entorno solo pavimentando y con un arbolado muy escaso".

Aunque en Londres no tienen temperaturas máximas como las de Sevilla, la creación de espacios verdes con cierto grado de biodiversidad y adaptados al clima de la ciudad tiene un fin parecido, a tenor de lo que declaran la Corona y el distrinto de Westminster: "Londres, como muchas otras ciudades alrededor del mundo, está experimentando unas temperaturas crecientes en verano, más eventos de lluvias extremas y una mala calidad del aire".

"Hay un 50% más de gente que decide ir por esa calle, pasan un 20% más de tiempo y gastan un 30% más de dinero en los comercios de la zona"

En cuanto a Madrid, que comparte con Londres muchas características, empezando por su capitalidad, Moreno observa que "se están realizando grandes proyectos de infraestructuras que no tienen en cuenta ni el bienestar de las personas ni el cambio climático", en referencia al soterramiento de la A-5 o la ampliación de la línea 11 del metro. En un caso, porque supone construir "nuevas estaciones en zonas verdes con la consecuente tala de árboles y reducción de espacios verdes", y en otro, porque, según su criterio, "en lugar de promocionar e invertir en transporte público y movilidad sostenible, se realizan grandes inversiones en infraestructuras que quedarán obsoletas, duplicando el espacio para vehículos, tanto subterráneo como a pie de calle".

A falta de saber quién tomará el relevo de Nash y Shaw para dotar a Regent Street de unas características adaptadas al siglo XXI, Graciela Moreno ya avanza ciertas observaciones de la futura calle con base en estudios que han realizado de proyectos similares. "Hay un 50% más de gente que decide transitar por esa calle, pasan un 20% más de tiempo y gastan un 30% más de dinero en los comercios de la zona", gracias, en parte, a que las altas temperaturas se reducirían hasta 2ºC.

A Carlos III de Inglaterra le apodan, entre otras cosas, el Rey Verde. Desde los años setenta, cuando denunciaba el daño que la contaminación marina causaba a las playas y las aves, hasta el mismo día de su coronación —en la que llevó prendas que pertenecieron a otros monarcas y sirvió un plato principal vegetariano—, el monarca ha sido considerado un ecologista ferviente.

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