Pedro quiere que soterren la A-5, pero no a costa de perder su garaje: "¡Me lo van a expropiar!"

Pedro Martínez Sanz es un tipo normal. Un hombre de 67 años, ya jubilado, que dedicó su vida laboral al mundo de las finanzas. Es también residente desde hace cuatro décadas en un bloque de viviendas a orillas de la A-5, a la altura del barrio de Campamento. Una zona de edificios grises y de ladrillo rojo, donde todavía quedan pequeños comercios locales y pizzerías sin franquicia. Parece, también, que el moderneo del centro de la capital todavía no ha llegado.

Pero hay dos cosas de las que carecen: plazas de aparcamiento y una autovía soterrada (un compromiso de la Administración desde hace décadas). Por extraño que parezca, estas dos cuestiones están estrechamente relacionadas. Pedro Martínez lleva años a favor de que la carretera vaya bajo tierra, pero no a costa de perder su garaje. El proyecto tendrá una longitud aproximada de tres kilómetros, entre la avenida de Portugal y "el enlace de la avenida de los Poblados", según fuentes del consistorio.

Sobre el soterramiento de la autovía se han publicado centenares de noticias. Es el tema de conversación por excelencia en las terrazas de los bares cuando, de tanto en tanto, el asunto regresa al primer plano. No obstante, y ahora que parece que el proyecto echa a andar, aparecen los primeros problemas. A Pedro y a otras 259 personas les expropiarán las plazas del garaje que disfrutan en la calle Illescas, y este hombre no parece muy por la labor.

Campamento es un barrio donde los espacios de aparcamiento escasean y en el que empieza a producirse el efecto frontera de los parquímetros calle abajo. La cuestión es que muchos de los usuarios del garaje todavía no saben que su plaza, asegurada desde hace año, tiene fecha de caducidad. "Mucha gente no se ha enterado. Tú llegas, aparcas el coche y te vas", explica Pedro. "Desde hace una semana han venido varios a preguntarme y bueno, yo les digo lo que sé, que se va a expropiar", sentencia Paco, el guardia del parking desde hace 25 años. La sensación entre los afectados es que la mayoría todavía no es consciente de que se va a quedar sin sitio para el coche.

Karina, de 45 años, pasea a su perro cerca de la autovía y admite que sí era consciente. "Yo me enteré por un cartel de un túnel hace muy poco. Pensaba que era mentira hasta que le llegó un mail a mi marido", señala.

El documento que el Ayuntamiento de Madrid envió a la gestora de la comunidad de residentes del estacionamiento tiene fecha del 20 de noviembre de 2023. Este mismo papel es el que descansa ahora en las paredes del barrio, al igual que en la garita de Paco, miembro del equipo de seguridad del parking. En este se indica que se habilitará un plazo de alegaciones de un mes, ahora expirado. Cuando los vecinos con los que ha podido hablar este diario tuvieron constancia, dicho periodo había terminado.

El garaje de Pedro no será el único que tendrá que adquirir el consistorio. El ayuntamiento calcula que la superficie total afectada será de 109.390,15 metros cuadrados. De estos, 100.131,52 son de titularidad municipal. Los 9.258,63 restantes son de propiedad privada, pero deberán ser intervenidos para la ejecución de las obras.

Las parcelas afectadas por "expropiación, ocupación temporal e imposición de las servidumbres" se ubican en los barrios de Lucero, Aluche, Campamento, Las Águilas y Casa de Campo, según la memoria del proyecto. Martínez-Almeida ha garantizado a los afectados el "cumplimiento íntegro" de la normativa legal, la "fijación del justiprecio" y "el pago de las cantidades correspondientes".

El hermano de Madrid Río

El proyecto para soterrar la A-5 comenzó a sonar en tiempos de Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de la ciudad entre 2003 y 2011, pero ha sido el equipo de José Luis Martínez-Almeida quien lo ha adoptado como uno de sus grandes compromisos. Para llevarlo a cabo, es necesario expropiar algunas parcelas y terrenos. ¿El problema? Que terminar el soterramiento a la altura de Pedro Piquer provoca que el fin del túnel acabe, justo, próximo al parking de la discordia.

El Paseo Verde del Suroeste —nombre con el que se conoce al proyecto— tiene varios objetivos sobre la mesa. Por un lado, la mejora de la movilidad a pie y en bicicleta a lo largo de una superficie de 3,5 kilómetros. La intención es prolongar los espacios verdes de la capital, siendo la ubicación de esta un punto estratégico por su cercanía con Madrid Río y la Casa de Campo. Se presenta, por tanto, como un diseño de transformación de la ciudad.

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Ruth Ugalde

El pasado viernes se produjo una reunión técnica entre el delegado de Urbanismo, Borja Carabante, y el secretario de Estado de Vivienda y Agenda Urbana, David Lucas. En este encuentro, se marcaron el objetivo de iniciar las obras de urbanización de la Operación Campamento en 2025. Pero para alcanzar dicha meta, es necesario soterrar la A-5 cuanto antes.

Por ello, la ejecución de la obra interesa también al Gobierno central. "Estamos plenamente alineados para, definitivamente, desbloquear esta operación y que a lo largo de este mandato sea una realidad", señaló Carabante a la salida del encuentro. El Ministerio de Transportes se hará cargo de la autovía desde el inicio de los primeros cuarteles militares.

El plan es ambicioso, pero la verdadera incógnita es si será suficiente para levantar un Madrid más limpio. Para el doctor en Sociología Urbana Daniel Sorando, lo ideal sería invertir en grandes infraestructuras públicas. Soterrar la A-5 está bien, pero no disminuirá el flujo de vehículos hasta la capital.

"El área metropolitana de Madrid necesita una revisión completa", señala Sorando

"Seguiremos teniendo una autovía hasta el centro", explica. Hoy en día, pensar en un Madrid eco sin coches es una utopía. Por eso, la transición hacia modelos ecológicos debe hacerse de forma justa para evitar que se "mermen" las condiciones de vida de quienes viven en las clases populares, en este caso, en Campamento. "El área metropolitana de Madrid necesita una revisión completa para avanzar hacia una situación que reduzca el tráfico y las molestias vinculadas", expone.

Paralelamente, otros vecinos de la zona siguen sedientos de información. "Queremos que nos expliquen el proyecto", señala Andrés Piñeiro, portavoz de la Asociación de Vecinos del barrio. Piñeiro explica que la última reunión que tuvieron con el área de Medioambiente fue en 2022, cuando les explicaron que el proyecto abarcaría hasta la avenida de los Poblados.