Semáforos de la A-5: atascos a primera hora, gana el bus y pierden las ciudades vecinas

El plan —y al mismo tiempo promesa— del ayuntamiento de Ahora Madrid de convertir el Paseo de Extremadura (prolongación de la A-5) en una calle urbana se inauguró este martes con la principal novedad de tres intersecciones con semáforo situados en la avenida de los Poblados y en los kilómetros 6.5 y 5.7 de la A-5. Pero no fue hasta este miércoles cuando comenzaron a funcionar desde primera hora enfrentándose al temido momento de la hora punta.

A pocos minutos de que el reloj marcara las ocho de la mañana fue el momento más crítico. A la altura de Campamento, donde hay dos de los tres semáforos, los coches se acumulaban formando una larguísima fila, que no era tan habitual hasta la semaforización, y que tardó en diluirse. Empeoraba en los tramos de las incorporaciones. Esta parte de la autopista urbana soporta en torno a 150.000 vehículos al día, siendo el principal generador de contaminación acústica del distrito de Latina. La situación fue mejorando, aunque hasta las nueve y media de la mañana la densidad de tráfico continuó siendo muy alta.

En todo caso, los tiempos de espera no eran superiores al del resto de accesos a la ciudad. Desde la concejalía de Desarrollo Urbano Sostenible, el delegado José Manuel Calvo, insiste en la necesidad de "eliminar autopistas urbanas", porque es una "anomalía" que delante de casas o colegios "pasen coches a 70 o 90 kilómetros por hora". Aunque desde el consistorio entienden que se generarán mayores atascos a raíz de la semaforización, aseguran que la iniciativa será positiva no solo por la reducción de los niveles de contaminación acústica para los vecinos de la zona, sino por la posibilidad de avanzar hacia "un modelo de movilidad más sostenible".

Los que sin duda salen ganando con la conversión del Paseo de Extremadura son los usuarios de autobús gracias al carril-bus exclusivo (situado entre los kilómetros 3.7 y 8 en ambos sentidos), que también forma parte de las novedades, y que a lo largo de este miércoles funcionó sin problema.

En cuanto a los semáforos, el primero de ellos, situado en la avenida de los Poblados, sirve para que los conductores puedan hacer el giro a la izquierda y accedan a la nueva incorporación que conecta esta vía con la A-5 (antes no se podía). Los otros dos, explica el consistorio, facilitarán la regulación adaptada a las necesidades de las nuevas intersecciones y el acceso seguro a la vía principal, permitiendo abandonar rápido el nuevo carril-bus.

Sobre la velocidad de circulación permitida en ese tramo del Paseo de Extremadura, continuará limitada a 70 kilómetros por hora, con la excepción de las zonas de aproximación a los semáforos en las que quedará limitada a 50 km/h. Se abren dos nuevas conexiones con la A-5 desde la avenida de los Poblados y la calle Carabias, y lo que sigue funcionando (como advierten los paneles de información) es el radar de tramo entre los kilómetros 4 y 5.7 (a la altura de Batán), en pruebas desde hace un mes y que podría empezar a multar a partir del mes de marzo.

Frente a las críticas de la oposición, especialmente de PP y Ciudadanos, el proyecto encabezado por el concejal Calvo ha contado con la defensa total de la alcaldesa. Manuela Carmena, además de calificarla como una "iniciativa valiente", insiste en que la A-5 es una vía "con carácter de calle" y asegura que tiene toda la lógica que se pongan en marcha estas medidas. La regidora considera que se trata de un debate sobre movilidad "incuestionable", que debe afrontarse "con valentía y prudencia", evaluando progresivamente sus resultados.

En todo caso, la puesta en marcha de los semáforos y el resto de iniciativas que pretenden convertir la carretera de Extremadura en una vía urbana, ha enfrentado a los vecinos del distrito con los de las ciudades vecinas. Siendo una reivindicación histórica de los ciudadanos de Latina, sobre todo por las molestias que ocasiona el ruido, los municipios colindantes que se verán afectados (Alcorcón, Móstoles, Navalcarnero, Boadilla o Arroyomolinos), gobernados por PP y PSOE a excepción del último, dirigido por Ciudadanos, han mostrado abiertamente su descontento y malestar por la "decisión unilateral" del consistorio, que repercutirá directamente en todos sus vecinos que se desplazan cada mañana.

Críticas y propuestas de la oposición

El portavoz del PP en el consistorio, José Luis Martínez-Almeida, aseguró que la semaforización supone “una fórmula ya caduca” que “no va a dar resultados”. Todo lo contrario según el candidato popular a la alcaldía: “Generará más dificultades a las personas que quieran acceder” a la capital y “más molestias a los vecinos”, aseguró este martes, recordado que el PP “soterró la M-30” cuando la izquierda proponía semáforos y también estudian hacerlo en la A-5. También se pronunció en ese sentido la candidata del PP a la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, que se trasladó a la autovía con alcaldes y portavoces de su formación de los municipios cercanos. “Estos semáforos solo van a servir para molestar”, aseguró.

En el caso de Ciudadanos, la portavoz naranja, Begoña Villacís, vaticinó que la medida será un “desastre”, e insistió en su apuesta concreta de soterrar la A-5 a su entrada en Madrid. “Los vecinos no necesitan semáforos, no necesitan más atasco y no necesitan más contaminación”, zanjó. La propuesta del grupo naranja, en la que llevan trabajando meses y que concretarán en su programa electoral, no solo supondría iniciar esos trabajos de soterramiento, sino “una importante actuación de regeneración urbana realizada en la ciudad, apostando por el reequilibrio territorial y la eliminación de la infravivienda que aún existe”, explican desde el grupo municipal.