El CIS catalán impulsa al PSC hasta los 47 escaños mientras ERC resiste el efecto Puigdemont

Los socialistas amplían la ventaja que tenían frente a sus principales rivales mientras ERC y Junts pelean por el segundo puesto, a una cierta distancia del PSC. La última encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO, el CIS catalán) despeja muchas dudas: el PSC se hace dueño de la situación, ERC y Junts pelean a cara de perro por el segundo puesto, el independentismo pierde la mayoría absoluta, Ciudadanos desaparece del hemiciclo, el PP se dispara, Vox y los comunes bajan y Aliança Catalana, la extrema derecha independentista, entra en el Parlament.

Salvador Illa, que en el barómetro de hace dos meses obtenía una ajustada victoria con un resultado entre 35 y 42 escaños, sube ahora a una horquilla de entre 40 y 47 escaños, lo que implica llevar al PSC a sus mejores tiempos, en los que estuvo liderado por Pasqual Maragall: en 1999, el que fuera alcalde de Barcelona obtuvo 50 diputados, aunque no pudo gobernar, pero en 2003 bajó a 42 y pudo gobernar al pactar con ERC e ICV. Salvador Illa, pues, obtendría un mejor resultado que cuando Maragall fue elegido president.

En cambio, ERC, que se situaba en una horquilla entre 26 y 32 representantes, sube también a una posición entre 31 y 37. Y Junts, que estaba hundida en una horquilla entre 24 y 29, se dispara ahora a una posición de entre 28 y 34 diputados, por lo que aprieta a Esquerra e incluso podría darse la circunstancia de que pudiese arrebatarle el segundo puesto.

La encuesta se realizó entre el 11 y el 22 de abril y, por tanto, no recoge el efecto de la carta de Pedro Sánchez. La muestra se efectuó entre 1.500 personas. Según sus responsables, recoge “la situación política que se da en el contexto previo a la campaña electoral”. Pero el panorama que arroja no es bueno para el independentismo: la CUP, que sacaba entre 7 y 10 diputados, se queda ahora en una posición mucho más discreta: de 4 a 8 diputados.

Con esas cartas encima de la mesa, y teniendo en cuenta que entre los partidos independentistas hay vasos comunicantes, difícilmente el soberanismo podría repetir una mayoría absoluta en escaños. Se abre paso, en cambio, la posibilidad de un Govern de cambio con un socialista al frente. La nueva encuesta vaticina un aumento espectacular del PP, puesto que obtendría entre 8 y 12 escaños (en la actualidad tiene 3) y Vox se desplomaría, obteniendo entre 5 y 9 (tiene 11, aunque en el anterior barómetro sacaba entre 9 y 13).

Los comunes, por su parte, se hundirían: en el anterior barómetro, los sondeos le daban buenas perspectivas, una horquilla entre 8 y 13 (tiene 8 representantes), pero la nueva encuesta los sitúa en una horquilla entre 3 y 6. Las dos grandes incógnitas están en los dos últimos puestos: Ciudadanos, que tiene 6 diputados, se quedaría fuera del hemiciclo, pero podría entrar Aliança Catalana, de Sílvia Orriols, con hasta 2 diputados.

La estimación de voto da también ventaja al PSC de Illa, que oscila entre una horquilla de 28 a 33%, cuando en las anteriores elecciones tuvo el 23%. Los republicanos oscilan entre el 20 y el 24% (el 14-F tuvieron el 21,3%) y Junts se queda en un segmento entre el 18 y el 22% (en las anteriores, cosechó el 20%). Todos los demás partidos parlamentarios bajan ostensiblemente su intención de voto excepto el PP, que pasa del 3,9 del 2021 a una horquilla entre el 6 y el 9% del voto en la actualidad.

Poco interés ciudadano

Las elecciones autonómicas, no obstante, no despiertan un gran interés en la ciudadanía. Un 78% de lis encuestados afirma que sigue poco o con ningún interés la campaña electoral. En concreto, lo que no tienen ningún interés llegan el 38%. Por el contrario, sólo un 16% tienen bastante interés y un 4%, mucho interés.

A la hora de decidir el voto, el votante se rige ahora por criterios de gestión y no tanto ideológicos. Según los encuestados, la gestión de los servicios públicos tiene un peso considerable a la hora de decidir su voto: un 8,2 sobre 10 puntos, mientras que la situación económica tiene un peso del 8 sobre 10. El cambio climático tiene un pero del 7,9 y la financiación de Cataluña lo tiene en el 7,7. Curiosamente, la gestión de la inmigración ha irrumpido en esta campaña y es decisiva, puesto que en un 7,5 sobre 10 puntos es tenida en cuenta por el elector. El tema de la amnistía es casi secundario, ya que tanto esta peculiaridad como el debate sobre la independencia de Cataluña tiene un menor grado de importancia en la decisión del voto (5,7 y 5,3 respectivamente en una escala del 0 al 10).

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En cuanto a pactos, los votantes del PSC prefieren un pacto con ERC o con los comunes, mientras que los de ERC se decantan por un pacto con Junts y con el PSC casi a partes iguales. Los de Junts, en cambio, apuestas en su gran mayoría (un 66%) por pactar con ERC. Los comunes prefieren un pacto con el PSC, seguido de ERC, los votantes de la CUP apuestan por un pacto con ERC, seguida de Junts y los de Aliança Catalana pactarían preferentemente con Junts (un 63%).

En la valoración de candidatos, Pere Aragonès (ERC) y Salvador Illa (PSC) son los únicos que aprueban. El primero obtiene una nota del 5,1 y el segundo, de cinco pelado. A continuación, se sitúan Laia Estrada (CUP, 4,9), Jèssica Albiach (Sumar Comuns, 4,9), Carles Puigdemont (Junts, 4,2), Alejandro Fernández (PP, 2,9), Ignacio Garriga (Vox, 2) y Carlos Carrizosa (Ciudadanos, 1,9).

No a la independencia

La curva de valoración de la gestión entre los gobiernos catalán y español tiende, en esta ocasión, a juntarse: el Govern obtiene una valoración media de su gestión del 4,5, mientras que el español llega al 4,3, aunque un 12% valora con un cero al Govern y un 15% hace lo mismo con el Gobierno español. Asimismo, un 54% aprueba la gestión del gobierno de Pere Aragonès y un 41% la desaprueba. Paralelamente, un 52% aprueba la gestión del Ejecutivo de Pedro Sánchez y un 44% la desaprueba.

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El posicionamiento ante una hipotética independencia continúa casi igual que en los anteriores barómetros. Ante la pregunta directa de si quieren que Cataluña sea un Estado independiente, el 42% se muestra a favor y un 50% rechaza esta posibilidad. En cuanto a la pregunta directa de la relación entre Cataluña y España, el 31% se decanta por la opción de que sea una comunidad autónoma de España, mientras que el 30% prefiere que sea un Estado independiente (baja un punto respecto al anterior barómetro), el 22% (también baja un punto), opta por un Estado dentro de una España federal y un 8% prefiere que sea una región de España. (baja un punto). Los indecisos pasan del 6 al 9%. Poco nuevo bajo el sol catalán.