Solo 1 de cada 4 votantes de Yolanda Díaz el 23-J votará a Sumar en las europeas

El barómetro del CIS vuelve a dar un varapalo a los intereses de Yolanda Díaz. La encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas con motivo de las elecciones europeas del próximo 9 de junio deja malas noticias en los cuarteles generales de Sumar, con un preocupante dato de fidelidad de voto para la coalición magenta. El sondeo que dirige José Félix Tezanos publicado este martes ha desvelado que solo 1 de cada 4 votantes de Díaz en las generales del 23 de julio volvería a coger la papeleta de Sumar en los comicios al Parlamento Europeo. Concretamente el 26,8%, frente al 15,4% que optaría ahora por Podemos, aunque hay un nada desdeñable 30,4% que se dice indeciso cuando falta un mes y medio para que coloquen las urnas.

Es cierto que se trata de intención directa de voto, ya que el sondeo publicado por el CIS no incluye estimación, pero la cifra es muy baja, sobre todo si se compara con el resto de formaciones a nivel nacional. Los populares son los mejor posicionados, con una fidelidad del 66,1%; seguidos por los socialistas, que se quedan en el 56,3%; con Vox en tercer lugar con el 47,6%. Hay que tener en cuenta que el barómetro que diseña Tezanos suele tener una sobrerrepresentación hacia los partidos de izquierdas desde que el dirigente socialista fue nombrado presidente del CIS, aunque es cierto que la intención directa de voto es un dato que no lleva cocina como ocurre con la estimación de voto.

Esta situación provoca que la distancia entre Sumar y Podemos en la encuesta sea muy pequeña, de solo seis décimas, en la pregunta referente a las elecciones al Parlamento Europeo. En estos comicios, España actúa como una circunscripción única, por lo que las posibilidades de los morados de aguar la fiesta a su antigua aliada crecen. Sobre todo si la figura que representará al partido de Ione Belarra es su excompañera en el Consejo de Ministros Irene Montero, titular de Igualdad hasta el pasado noviembre y cara visible de la formación tras la marcha de Pablo Iglesias. Los morados apostaron todo a las europeas conscientes de su particularidad y lo hicieron con la experiencia de 2014, cuando irrumpieron en el tablero político español con 5 diputados. El sondeo de Tezanos les da un 2,3% en intención directa de voto frente al 2,9% de Sumar.

Si se atiende al recuerdo de voto de las elecciones europeas de 2019, la situación de Díaz es incluso peor. El porcentaje de votantes de Unidas Podemos Cambiar Europa, la marca con la que se presentó el espacio hace 5 años, se reparte a partes iguales entre Sumar y Podemos, con un 29% para cada formación. Y esto ocurre justo después de que la vicepresidenta y ministra de Trabajo haya salvado otra crisis sobre la bocina al conseguir que IU se presente en coalición con los magentas después de un crudo debate en la federación de izquierdas. El partido de la ministra Sira Rego había mostrado su enfado al quedar relegado en las listas del 9-J hasta el cuarto puesto de la lista, ya que las malas expectativas electorales harán difícil que se repita el dato de 2019, cuando UP logró 6 escaños.

Opinión

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Después de la desaparición en Galicia y la estrepitosa caída en Euskadi, con un solo escaño de Sumar y ninguno para Podemos, Díaz se enfrenta ahora a un doble reto en Cataluña y Bruselas. Y lo hace en plena crisis interna provocada no solo por la conformación de la lista de las europeas, sino por el encaje de los partidos que se coaligaron bajo el paraguas magenta el pasado 23-J. Y desde entonces los datos demoscópicos de Sumar no han hecho más que caer. El sondeo del CIS para el Parlamento Europeo también incluye una pregunta sobre intención de voto a nivel nacional. Y aunque ahí la diferencia con Podemos es más holgada (4,8% frente al 2,2%), la serie de los últimos meses no hace más que caer.

Desde septiembre de 2023, cuando el barómetro del CIS le concedió una intención directa de voto del 12,2%, el partido de Yolanda Díaz presenta una evolución descendente casi perfecta. En octubre cayó al 11,5% y en noviembre continuó hasta el 9,5%, pero en diciembre, tras la conformación del nuevo Ejecutivo de coalición, se recuperó algo hasta el 10,8%. Fue un espejismo, ya que en enero de 2024, una vez que Podemos se desgajó de la alianza, la gallega se quedó con un exiguo 7,4%, que mejoró al 7,6% en febrero. Desde entonces no ha hecho más que perder apoyos en el sondeo, con el 6,2% de marzo, el 5,9% de abril y el 4,8% de esta encuesta específica sobre el ámbito europeo.

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Este hundimiento coincide casi en paralelo con la valoración que recibe la vicepresidenta segunda en las investigaciones demoscópicas de Tezanos. Desde junio de 2023 la curva mira hacia abajo con alguna excepción y Díaz ha perdido el crédito que la mantuvo durante años como la líder política del país con mejor nota entre los ciudadanos. En la edición de abril del CIS, está por detrás de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Y este fenómeno coincide en el tiempo con las crisis internas de Sumar, que tienen en el divorcio con Podemos su mayor exponente. Pero que no han parado de producirse desde casi el nacimiento del proyecto. Y no parece que la tendencia vaya a revertirse de forma inmediata.

La bronca por la conformación de la lista de las europeas, solucionada in extremis, dará paso a otra sobre el encaje orgánico de los partidos en una formación que todavía debe decir qué quiere ser, si una coalición, un movimiento o un partido al uso. Si antes el conflicto estaba en Más Madrid y en Compromìs, ahora es IU quien pone reparos a las formas de dirigir Sumar que ejerce la gallega. La federación de izquierdas decidirá qué relación tendrá con el partido de Yolanda Díaz después de su asamblea, que se celebra a mediados de mayo. Y si hubiera una ruptura, el futuro del despliegue territorial de Sumar será una incógnita, dada la ausencia de un partido federal en la arquitectura orgánica de los magentas.