Cargos de IU impulsan a Antonio Maíllo para disputar el control del partido a la ministra Sira Rego

Movimientos en IU para evitar que la ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego, se haga con el control del partido en la XIII Asamblea de la formación, que se celebrará en mayo. Un grupo de dirigentes han encargado a Antonio Maíllo, exlíder de la federación de izquierdas en Andalucía, que arme una lista de consenso para el cónclave después de la "decisión unilateral" de Rego de postularse para suceder a Alberto Garzón sin concitar el apoyo de una mayoría. Fuentes del entorno del exdirigente andaluz confirman que ha aceptado el encargo y explican que eso no significa que este profesor de latín vaya a ser el candidato, aunque esta posibilidad no se descarta.

El objetivo, apuntan fuentes de la dirección de IU, es armar "una propuesta de dirección sólida" que sirva para salir de la "crisis interna" en la que está enfrascada la formación. Se refieren al conflicto generado por el paso adelante anunciado por Rego, aunque se daba por hecho que la ministra y exeurodiputada se postularía. El problema, según estas fuentes, es que lo ha hecho sin armar una lista de consenso. "Ha roto los acuerdos de unidad alcanzados hasta ahora", añaden desde la cúpula de la federación de izquierdas.

Rego anunció su intención de suceder a Alberto Garzón en plenas primarias de IU para la elección de su candidato a ir en la lista de Sumar en las elecciones europeas del próximo 9 de junio. En sectores de IU leyeron ese movimiento como un intento por dar un golpe de efecto en las primarias, pero el resultado no ha sido el mejor para la ministra. La diputada autonómica de La Rioja Henar Moreno logró apenas el 12% de los apoyos en las elecciones internas, a pesar de contar con el apoyo de los cargos cercanos a Rego. La opción amadrinada por la referente de IU en el Gobierno de Pedro Sánchez fue la tercera más votada por detrás de Manu Pineda (64%) y Marga Sainz (21%), que tenían los apoyos de la federación andaluza, la más numerosa, y la madrileña, respectivamente.

Con esos mimbres llega Rego al proceso precongresual, mientras que IU sigue en manos de una dirección interina encabezada por Enrique Santiago, líder del PCE y diputado de Sumar en el Congreso. La respuesta de algunos dirigentes relevantes al anuncio de la ministra fue negativa, como demostró el tuit de Amanda Meyer, miembro de la dirección actual de la formación, que lamentó "la renuncia al acuerdo para tener la mejor dirección". Fuentes de la cúpula de IU defienden que los modos utilizados por Rego no encajan en la "cultura política" de la federación de izquierdas impulsada en los 80 por Julio Anguita, entre otros.

El encargo a Antonio Maíllo pasa por "hacer partícipe" a los territorios y a poner en marcha canales de comunicación con los representantes locales de IU. Hay que tener en cuenta que gran parte de la fuerza de IU llega desde los ayuntamientos, dada la capilaridad de la formación, sobre todo en territorios como Andalucía o Madrid. "La idea es presentar a la Asamblea una nueva hoja de ruta para IU y una dirección política renovada", apuntan desde el colectivo que ha impulsado este proceso, que no descarta tampoco la integración de Rego en caso de que sea posible. "Queremos el acuerdo más amplio posible y trabajamos para ello", matizan.

La elección del exlíder andaluz envía un mensaje que busca conectar con una IU "de toda a vida", más enraizada con las bases. Esto es un mensaje crítico, aunque disimulado, con la fórmula adoptada por Alberto Garzón que encabezó "una dirección política encerrada en sí misma y ajena a las asambleas de base". "Apostar modelos de hiperliderazgos y con mucha concentración de poder y poco colectivos es un error", insisten estas fuentes.

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"La organización conoce su trabajo de campo, directo con una militancia necesitada de una interacción directa con su dirección política", explican desde la cúpula de la formación, donde consideran que Maíllo representa "a la IU del arraigo". Y destacan la "vinculación emocional" del profesor de latín con la militancia de base: "En momentos difíciles su papel ha permitido la cohesión de la organización". El dirigente andaluz se ha erigido en una suerte de heredero del poder simbólico que han tenido otros líderes de IU, como el propio Anguita, y fue señalado por Yolanda Díaz en la presentación de Sumar en Sevilla.

Maíllo (Lucena, 1966) dirigió IU en Andalucía entre 2013 y 2019. Digirió la ruptura del Gobierno andaluz que su partido compartía con el PSOE desde 2012 por decisión de Susana Díaz y resistió el envite del primer Podemos. Después patrocinó la política de confluencia que también abrazó Alberto Garzón y fue parte fundamental de la alianza con Teresa Rodríguez para crear Adelante Andalucía. En medio de ese proceso dejó la primera línea temporalmente para enfrentarse a un cáncer, aunque después renunció a todos sus cargos. "La política debe ser compatible con una vida saludable", dijo cuando dimitió.