La expansión de Sumar también se atasca en el sur: IU ejerce su mayoría en Andalucía

Yolanda Díaz se ha encontrado con otra china en el zapato en su proceso de expansión territorial de Sumar. Y esta es, hasta cierto punto, inesperada. Compromìs ya dijo que no tenía intención de participar en el proceso orgánico del proyecto de la vicepresidenta, ya que los valencianistas quieren ser la marca de los magentas en su comunidad. Algo parecido le ha pasado a Más Madrid, que montó en cólera al conocer que la coalición que dirige la ministra de Trabajo había convocado asambleas territoriales para desarrollar el partido a nivel orgánico. Y ahora llega el turno de Andalucía, donde en esas mismas asambleas los militantes de IU han sido mayoría y están en contra de alguno de los postulados que defienden los representantes de Díaz que han acudido a los encuentros.

El proceso todavía está en una fase embrionaria y echará a andar el 23 de marzo, cuando está prevista la asamblea fundacional del partido de Yolanda Díaz. Los pasos previos a ese cónclave, que se celebrará en Madrid, son una serie de asambleas locales donde se debaten asuntos sobre el funcionamiento de la formación. En Andalucía ha habido 12 encuentros, uno por cada capital de provincia y cuatro más en Algeciras, Jerez de la Frontera, Linares y Atarfe. Y a diferencia de lo que ha ocurrido en Madrid o en Valencia, los representantes de IU han acudido a esos encuentros. Esto tiene sentido porque la federación de izquierdas, liderada en Andalucía por el diputado de Sumar Toni Valero, han optado por participar en la construcción de la formación magenta en lo orgánico.

Los 4.500 militantes que IU tiene en Andalucía son la base sobre la que se construye Sumar en Andalucía. Y eso se ha dejado notar en las asambleas, donde la participación de miembros de la federación de izquierdas ha rondado el 80% del total. El resto son miembros del otras fuerzas lideradas en la coalición, como son Más País o Equo, además de algunos independientes, muchos de los cuales proceden de Podemos. Es el caso de María Márquez, que fue diputada por los morados en el Congreso y coportavoz de la formación que dirige Ione Belarra a nivel andaluz. Ahora es la referente de Sumar en la provincia de Sevilla y ha participado en las citadas asambleas provinciales.

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Son esos cónclaves locales donde se han producido el choque entre las directrices que salen de Sumar y los postulados que defienden los militantes de IU y el Partido Comunista de Andalucía. En dos de ellas participó Josep Vendrell, coordinador ejecutivo de Sumar y jefe de gabinete de Díaz en el Ministerio de Trabajo en la pasada legislatura. Fue él quien lanzó un mensaje que soliviantó a algunos de los presentes al asegurar que "no se entendía" uno de los postulados más polémicos de los magentas. Entre las normas que impulsa Sumar está el reparto del peso de las distintas formaciones que componen el partido en las futuras direcciones territoriales. La intención de Díaz es que los "independientes" copen el 70% de las ejecutivas y el 30% se repartan entre los partidos que forman parte de la coalición. Y eso es un aro por el cual las bases de la federación de izquierdas no pretenden pasar.

La tesis que manejan en IU es que la realidad social de Sumar es prácticamente inversa, como se ha dejado ver en las asambleas, con una abrumadora participación de miembros izquierdistas y del PCA. Pero el partido que dirige Toni Valero no ha optado por romper la baraja, por lo que sus bases han participado en los cónclaves territoriales. Y han sacado adelante enmiendas que se deberán debatir en la reunión de Madrid, el próximo 23 de marzo. Fuentes de Sumar admiten que las propuestas apoyadas por los miembros de IU y el PCA presentes en las asambleas andaluzas han salido adelante por encontrarse entre las 5 más votadas y se abordarán en la reunión fundacional de Sumar.

Existe la posibilidad de que el resto de partidos que forman parte de la coalición, que tampoco apoyan el 70%-30%, se sumen a estas enmiendas y tuerzan el gesto a Díaz. La explicación que dan en Sumar es que es la forma de trascender la actual composición de la coalición y ampliar las bases. Pero en el resto de formaciones reclaman realismo y un reparto del poder acompasado al equilibrio de fuerzas que existe en la alianza hoy en día.

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Fuentes de IU explican a esta redacción que este método de presión no ha sido consultado con la dirección federal de IU, aunque el equipo que encabeza Enrique Santiago no ha puesto reparos. Y admiten que hay riesgo real de que IU en Andalucía opte por no integrarse dentro de Sumar en lo orgánico, aunque estas fuentes confían en que la dirección magenta opte por una solución negociada y que permita que la mayoría que tiene la federación de izquierdas en Andalucía quede reflejada en los órganos de Sumar, aunque faltan meses para que las estructuras territoriales de la formación de Yolanda Díaz cristalicen.

Andalucía fue la tierra que Díaz utilizó como campo de pruebas para Sumar. Las elecciones autonómicas de junio de 2022 sirvieron como laboratorio a la vicepresidenta del Gobierno para ensayar su proyecto de frente amplio. Parecía un terreno propicio. Salvo Podemos, que ya era reacio a la confluencia, el resto de fuerzas del espacio de la izquierda estaba por la labor de avanzar en el plan de la política gallega. Y contaba con el aval de IU y el PCA, organizaciones con gran arraigo territorial, básicas para una formación embrionaria. "No pensarán que es la primera coalición que hacemos" cuenta una fuente de estas formaciones que conoce el resultado de las asambleas y que admite que los de Díaz están remedando actitudes que ya se vieron en Podemos. "La diferencia es que Pablo Iglesias logró 5 millones de votos y había círculos por todas partes; ahora no es así", sentencia.