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Los partidos de Sumar presionan a Yolanda Díaz para que no sea tan "blanda" con el PSOE
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Los partidos de Sumar presionan a Yolanda Díaz para que no sea tan "blanda" con el PSOE

Voces de la coalición creen que debe "diferenciarse" de Sánchez, tener margen para negociar y que no se hagan concesiones a otros grupos políticos a sus espaldas, como ya ha sucedido con Junts

Foto: La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y la diputada y candidata de Sumar a la presidencia de la Xunta, Marta Lois, conversan con el diputado de Sumar Íñigo Errejón. (EFE/J.J. Guillén)
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y la diputada y candidata de Sumar a la presidencia de la Xunta, Marta Lois, conversan con el diputado de Sumar Íñigo Errejón. (EFE/J.J. Guillén)
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Con Sumar pendiente todavía de definir su propia identidad, más allá de aglutinar una amalgama de siglas, y el reto inmediato de las elecciones gallegas, vascas y europeas, los primeros compases de la legislatura han calentado el debate interno sobre cómo debe ser su relación con el PSOE, su socio de coalición en el Gobierno. Es una discusión que, según confirman distintas fuentes, ya se está produciendo en el seno de los partidos que conforman la plataforma, ante la sensación de que Yolanda Díaz está siendo "blanda" con Pedro Sánchez.

El hundimiento general de la izquierda a la izquierda del PSOE obliga a este espacio a buscar con mayor determinación un perfil propio, y hay temor a que si no se ata en corto a los socialistas, se lanzarán a por todo el voto progresista. Internamente, ya se apunta a la necesidad de que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo "se diferencie" más del PSOE dentro del Gobierno de coalición, en un momento, además, en el que Sánchez quiere renovar el discurso socialdemócrata global.

Aunque no se esconde que su condición de política dialogante y capaz de llegar a acuerdos ha supuesto su cualidad más valiosa como candidata, distintas fuentes consultadas consideran que ahora, si no se reivindica ante el jefe del Ejecutivo, corre el riesgo de quedar "desdibujada". Fuentes de la coalición aseguran que de este peligro se está hablando ya en distintos foros internos. "Hay cierta marejada por la indefinición de Sumar y porque algunos partidos no se sienten partícipes de un proyecto colectivo", indican.

La plataforma de Díaz la componen varios partidos nacionales y autonómicos, pero entre los que obtuvieron representación en el Congreso hay 10 diputados estrictamente de Sumar; cinco de Catalunya En Comú; dos de Más País; dos de Compromís; uno de Chunta, y otro de Més per Mallorca. Y cómo la vicepresidenta actúe dentro del Ejecutivo de coalición les afecta en sus respectivos territorios. Además, figuraban los cinco parlamentarios de Podemos que han dejado el grupo y se han marchado al mixto.

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/Chema Moya)

La sensación de que es fundamental fomentar una personalidad propia se ha acrecentado tras la polémica sobre la convalidación de los reales decretos. Los socialistas han querido que trascienda su malestar con la vicepresidenta porque cayera al final justo el que dependía de ella, sobre la reforma del subsidio de desempleo. Desde el bloque socialista del Gobierno, se la ha culpado directamente de que este texto lo tumbara Podemos. Díaz, apuntan fuentes conocedoras, no acaba de entender todas estas críticas, porque hasta ahora se ha sentido protegida por la fluida relación que mantiene con Sánchez.

En los partidos de Sumar, se extraen al menos dos reflexiones de lo sucedido la semana pasada. La primera es que el PSOE no puede pretender que Díaz "negocie con las manos atadas", destacan, en referencia a que, a diferencia de los socialistas, ella no tiene posibilidad de ofrecer contrapartidas, fuera de los asuntos de su ministerio. "Debe disponer de más margen". La segunda es que no se puede volver a repetir que el PSOE ceda las competencias de inmigración a Junts sin que lo sepa Sumar.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Davos. (EFE/Gian Ehrenzeller)

Este hecho ha provocado una gran incomodidad entre los partidos de la plataforma de Díaz, que se ha trasladado de puertas adentro. Pero Catalunya En Comú manifestó sus divergencias desde el primer momento y replicó a las pretensiones de Junts de expulsar a los inmigrantes reincidentes y de condicionar el reparto de cupos entre las autonomías. Sumar tardó tres días en reprochar al PSOE tanto el fondo de esta negociación como el modo en que cerró in extremis el pacto con el partido de Carles Puigdemont.

Pero al final lo que quedó es que Díaz no había sacado adelante su decreto y los socialistas salvaron los suyos. Esto derivó en un debate sobre si sería más conveniente que el PSOE se ocupara directamente de negociar con Podemos, ya que la vicepresidenta y la líder de Podemos, Ione Belarra, no se hablan. Ha sido todo bastante ficticio, porque los términos del funcionamiento de la coalición están muy claros: cada ministerio se ocupa de conseguir el apoyo para las normas que impulsa.

Aunque tanto María Jesús Montero, como vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, como Félix Bolaños, como ministro de Presidencia, están al tanto de las negociaciones. En ese punto es en el que dentro de Sumar piensan que existe un desequilibrio, ya que Montero y Bolaños pueden plantear asuntos que afecten a otras áreas, y Díaz no.

Foto: Yolanda Díaz e Isabel Rodríguez. (EFE/Javier Lizon)

Además, reprochan al PSOE que no saliera a defender frente a Podemos la reforma del subsidio de desempleo, a pesar de que las reticencias de los morados tenían que ver precisamente con los retoques introducidos por la entonces todavía ministra de Economía, Nadia Calviño. Por eso, reiteran, Díaz debe "diferenciarse" y ser más "dura" con los socialistas.

Los próximos meses serán definitivos para la vicepresidenta. Está pendiente la asamblea fundacional, que se ha retrasado a marzo, en que acabar de definir el proyecto y su estructura orgánica y territorial. Y el 18 de febrero se celebran las elecciones en Galicia. Las gallegas son claves para Díaz, porque medirán su predicamento en su comunidad de origen. Si Sumar logra representación, ella saldrá "revitalizada".

Queda pendiente también la cohabitación con Podemos, que defiende que el Ministerio de Trabajo no tuvo voluntad de negociar con ellos hasta el último momento, cuando sí aceptó sus salvedades a la reducción de las bases de cotización. Prometió asumirlas, pero sin garantías, y por eso sus diputados votaron en contra. Pero desde la formación se defiende que no tienen ningún problema en tratar con Sumar, aunque reconocen que la interlocución de Ione Belarra es mejor con Bolaños.

Con Sumar pendiente todavía de definir su propia identidad, más allá de aglutinar una amalgama de siglas, y el reto inmediato de las elecciones gallegas, vascas y europeas, los primeros compases de la legislatura han calentado el debate interno sobre cómo debe ser su relación con el PSOE, su socio de coalición en el Gobierno. Es una discusión que, según confirman distintas fuentes, ya se está produciendo en el seno de los partidos que conforman la plataforma, ante la sensación de que Yolanda Díaz está siendo "blanda" con Pedro Sánchez.

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