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El PSOE se lanza a por los votos de Sumar con las banderas de Vivienda e Igualdad
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NUEVO CICLO ELECTORAL

El PSOE se lanza a por los votos de Sumar con las banderas de Vivienda e Igualdad

Podemos hizo de estas dos cuestiones sus señas de identidad. Sánchez ha situado el acceso de los jóvenes a una casa como su tercera prioridad y ha reforzado su implicación con el feminismo

Foto: Yolanda Díaz e Isabel Rodríguez. (EFE/Javier Lizon)
Yolanda Díaz e Isabel Rodríguez. (EFE/Javier Lizon)
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En pleno proceso de reconversión de las fuerzas que pivotan a su izquierda, el PSOE se ha lanzado a por todo el voto progresista, con decisiones fundamentales como la creación del Ministerio de Vivienda o la recuperación del Ministerio de Igualdad. Dos movimientos pensados para arrebatar a Sumar los emblemas de la gestión de Podemos en la pasada legislatura, los asuntos en los que más se distinguió, a las puertas del nuevo ciclo electoral.

La cuota de Sumar en el Gobierno ha dependido únicamente de la vicepresidenta segunda y líder de esta plataforma, Yolanda Díaz, pero Pedro Sánchez estableció primero una serie de condiciones: su oposición a que Irene Montero siguiera en el Ejecutivo —un veto compartido con Díaz—, la recuperación del Ministerio de Igualdad y la negativa a entregar las competencias de Vivienda. Lo que no impuso es que Podemos se quedara sin representación en el Ejecutivo. Esa decisión la tomó solo Díaz, fruto del largo enfrentamiento que ha mantenido con la dirección morada.

A los socialistas les inquieta la ruptura entre Díaz y Podemos, sobre todo por la fragmentación del voto a su izquierda. Sánchez tiene muy asumido que el PSOE es la fuerza líder del bloque progresista y que solo puede gobernar con el apoyo de todas estas formaciones y de nacionalistas e independentistas. Pero eso no significa que renuncie a crecer a costa de Sumar, de Podemos o de partidos de base autonómica como Compromís o el BNG.

Porque, además, es un lastre que arrastra desde las elecciones autonómicas y municipales de 2023. Aunque el PSOE, en términos generales, se mantuvo en un buen porcentaje de voto, teniendo en cuenta lo dura y controvertida que había sido la legislatura, no logró aprovecharse del hundimiento de la izquierda. Esto hizo imposible la reedición de los gobiernos progresistas. En las generales, en cambio, Sánchez consiguió un millón de votos más que en 2019 por la perspectiva de un Gobierno del PP con Santiago Abascal de vicepresidente.

Sánchez tiene asumido que el PSOE es la fuerza líder del bloque progresista y que solo puede gobernar con el apoyo de estas formaciones

Ante la incógnita que aún supone Sumar, sin una verdadera base territorial y con los votos en parte prestados por las formaciones que la componen, el presidente ha empezado esta legislatura muy enfocado en vivienda e igualdad. Fuentes de la plataforma de Díaz admiten sin ambages que va a por sus votos.

En la ronda de contactos para su investidura, él mismo se reunió con las organizaciones feministas en la órbita del PSOE y de Izquierda Unida, para propiciar una reconciliación después de la tensión vivida en la etapa de Irene Montero. Su siguiente movimiento fue situar al frente del Ministerio a Ana Redondo, una dirigente curtida en Castilla y León, muy política y a quien ha encargado la misión de pacificar el movimiento feminista y poner fin a los conflictos generacionales.

Foto: Ana Redondo, ministra de Igualdad, en la Moncloa. (Europa Press/Carlos Luján)

El Ministerio de Vivienda se lo ha entregado a Isabel Rodríguez, una ministra del núcleo duro de Moncloa, con la tarea de poner esta área en la primera línea de la acción del Gobierno. El presidente ha situado los problemas de acceso de los jóvenes a una casa como una de las principales prioridades del Ejecutivo. En la carta que envió a sus ministros antes de la primera reunión del Consejo, lo citó en el tercer lugar en un listado de ocho cuestiones. En el mismo documento, pero repartido cuatro años antes, este tema ni se mencionaba. La vivienda ha sido, estos cuatro años, uno de los principales caballos de batalla de Podemos.

Fuentes gubernamentales apuntan a la presencia en esa lista de preferencias del arranque de la legislatura como una señal obvia de la relevancia que Sánchez da ahora a esta materia. En la precampaña del 28-M, ya fue un tema fundamental. No solo se trata de una clara preocupación social, es que el PSOE tiene un problema con el voto joven, y a quienes más angustian los altos precios para comprar o alquilar un piso es a los jóvenes de entre 25 y 34 años.

Sánchez ha definido ya con claridad sus objetivos electorales y está jugando sus bazas, a la espera del recorrido de Sumar, que se enfrenta a una grandísima prueba en las gallegas y en las europeas. Mientras, la convivencia en el Ejecutivo entre el PSOE y Díaz será absolutamente pacífica. La relación con la vicepresidenta segunda es mucho más fácil que la que hubo con Pablo Iglesias. Pero ella corre el riesgo de que la asimilen demasiado con Sánchez y el peso de Sumar en el Gobierno se vea diluido. Porque, además, con la marcha de Podemos al Grupo Mixto, los morados reforzarán su esfuerzo para distinguirse de Díaz y defender que solo ellos son la verdadera izquierda.

En pleno proceso de reconversión de las fuerzas que pivotan a su izquierda, el PSOE se ha lanzado a por todo el voto progresista, con decisiones fundamentales como la creación del Ministerio de Vivienda o la recuperación del Ministerio de Igualdad. Dos movimientos pensados para arrebatar a Sumar los emblemas de la gestión de Podemos en la pasada legislatura, los asuntos en los que más se distinguió, a las puertas del nuevo ciclo electoral.

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