Iglesias sabotea el pacto en Galicia y pide a los suyos apoyar al BNG y no a Yolanda Díaz

Pablo Iglesias irrumpe para sabotear el preacuerdo electoral entre Podemos Galicia y Sumar, sobre el que deben pronunciarse los militantes morados antes del sábado. Si la dirección estatal de Podemos ha sido gélida a la hora de acoger la oferta del partido de Yolanda Díaz para concurrir juntos a las elecciones del 18 de febrero, el líder histórico ha ido mucho más allá. Iglesias, que goza de gran predicamento entre los suyos, ha pedido a sus bases que voten no al pacto. Y lo ha hecho sin coordinarse previamente con la dirección de Ione Belarra, según fuentes moradas.

A través de su perfil en la red social X, antes Twitter, Iglesias ha compartido un editorial de su web informativa, Diario Red, en el que el medio que dirige defiende esta tesis y plantea pedir el voto para el BNG, ni siquiera para Podemos. "La mejor decisión que pueden tomar las bases moradas es rechazar la coalición con Sumar y pedir el voto para el BNG", reza el fragmento del texto replicado por el exvicepresidente del Gobierno. El mero hecho de defender la concentración del voto en el BNG es un dardo directo a Díaz, enemistada desde hace años con el histórico dirigente nacionalista Xosé Manuel Beiras, cofundador de la formación gallega, y decidida a intentar pescar en el mismo caladero de votantes.

En el texto de la web que dirige el exvicepresidente del Gobierno se plantea que Sumar ha vuelto a cometer "todos los errores que ya cometió Yolanda Díaz respecto de la coalición para las elecciones generales del pasado 23 de julio". Censura la imposición de Marta Lois como candidata —"Sin establecer ningún mecanismo de debate o decisión para ello"—, y afea que no se conceda a los morados ningún puesto en listas con "probabilidades aceptables de resultar electo".

Es una enmienda a la totalidad al planteamiento de Díaz, e indirectamente a que su dirección gallega haya aceptado consultar siquiera esta oferta. Iglesias intenta salvar los muebles propios y alaba a la dirección morada en Galicia por orquestar la celebración de esta consulta, que dotará a la decisión de la "mayor legitimidad democrática". Esa dirección, personificada por el líder morado, Borja San Ramón, se verá seriamente cuestionada si los inscritos tumban el acuerdo.

El texto de la web de Iglesias fue publicado pasadas las 14:30, apenas tres horas después de que la portavoz estatal, Isa Serra, marcara la posición de la dirección. Evitó valorar la procedencia de este pacto, anunciado el miércoles, para dejar la pelota en el tejado de sus militantes en esa comunidad autónoma. Serán ellos quienes decidirán si el acuerdo es "positivo", asegura la dirigente morada, después de que su partido lleve semanas condicionando cualquier entendimiento a que las listas se decidan mediante primarias abiertas. En esta ocasión, no hubo defensa del pacto, pero tampoco apelación a condicionantes.

Evitó aludir al BNG o hacer cualquier mención al contenido del pacto. Iglesias, por contra, apostó abiertamente por dinamitarlo. Desde que llegó a la vicepresidencia segunda, en enero de 2020, su agenda siempre ha pasado por incorporar al BNG, EH Bildu y ERC a la "dirección del Estado", por estrechar lazos con estos partidos y reforzarlos. Y esto le lleva a pedir el voto para un espacio en el que los suyos no tienen cabida a las puertas de otras elecciones, las vascas, en las que compite Bildu, lo que genera suspicacias incluso entre los suyos.

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Ni el líder gallego, ni tampoco la cúpula estatal han avalado públicamente el preacuerdo, cuya viabilidad decidirá una militancia que, durante los últimos meses, ha asistido al alejamiento de su partido de Sumar, mientras crecían las hostilidades. También ha escuchado la lista de agravios que la dirección atribuye a Díaz, empezando por la exclusión de Montero en las listas al Congreso y acabando por la invisibilidad de los suyos en el grupo parlamentario, la justificación que esgrimieron para incumplir el acuerdo de coalición y pasarse al grupo mixto.

Podemos celebra estos días sus propias primarias para decidir a sus candidatos (con Isabel Faraldo como aspirante a la Xunta), así como la consulta en la que pregunta a su militancia si quiere concurrir junto a Movimiento Sumar, Esquerda Unida, Alianza Verde y Equo. Los resultados se conocerán el sábado 30, y definirán la hoja de ruta a seguir, pero también las posibilidades de la candidatura de Sumar de entrar en el Parlamento de Galicia, del que su espacio desapareció en las pasadas elecciones. Ninguna de las encuestas que han manejado hasta ahora les daban opción de alcanzar representación de concurrir por separado.

La plaza es especialmente sensible para Yolanda Díaz, toda vez que aspira a ser profeta en su tierra y que su partido se estrena en unos comicios autonómicos que abren un ciclo electoral en el que también se disputarán Euskadi y el Parlamento Europeo. Y la vicepresidenta segunda ha designado candidata a su amiga y mujer fuerte en el Congreso, Marta Lois, hoy portavoz del grupo parlamentario. Desde su abrupta salida del grupo, los morados se han centrado en impulsar a Irene Montero como candidata a las elecciones europeas de junio, o en hacer valer ante el Gobierno de coalición el peso de sus cinco diputados. En Sumar, hay voces que llevan tiempo señalando que Galicia no es una prioridad para los morados, pero sí para la líder del espacio, y por eso es quien más tiene que perder si no logran, al menos, el acta de Lois.

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Por el significado que le otorga, por la relevancia de su candidata (portavoz parlamentaria en el Congreso), pero también por su decisión de retomar las conversaciones con Podemos, que inicialmente decidió paralizar, Díaz evidencia la importancia que otorga a esta cita. Por el contrario, la dirección de Ione Belarra ha dejado la pelota en manos de su dirección autonómica, como también hace con las conversaciones en Euskadi.

Hasta el punto de que, donde antes había condiciones rígidas para pactar con Sumar, hoy Serra se ha limitado a señalar que sus inscritos decidirán "en consonancia" con la hoja de ruta política recién aprobada. Una hoja de ruta surgida de una consulta atípica, impulsada por el núcleo duro, que endurece las condiciones para pactar y establece la necesidad de celebrar primarias abiertas. Hoy no ponen el acento en esa necesidad —tampoco cierran la puerta a que se produzcan—, sino en la voluntad de sus inscritos. "La organización gallega de Podemos tiene autonomía para buscar los acuerdos. (...) Son los inscritos los que tienen que decidir si ese acuerdo es positivo o no", incidió Serra.

Si votan a favor del entendimiento, Podemos podrá presumir de haber sido "responsable", como hizo el 23-J, a pesar de que consideraran que la oferta era injusta, y hasta que constituía una "humillación". Si votan en contra, se abrirán "diferentes opciones", en palabras de Serra, que podrían ir desde concurrir en solitario a pedir el voto para otros partidos. El preacuerdo reserva para Podemos el primer puesto en Lugo, y el segundo por A Coruña, como opciones más viables, y son dos plazas que se antojan prácticamente imposibles de conquistar.

Lois niega que su designación sea "un dedazo"

Por su parte, en una entrevista en Cadena SER Galicia, Lois ha rechazado que su designación se haya tratado de un "dedazo", a la vez que admitía que ha sido decidida por "Yolanda" y por la "dirección política" de su espacio. Recuerda que ha sido designada "por unanimidad" por parte del grupo promotor creado por Sumar en Galicia, y asegura que, aunque la decisión de postularse "no ha sido fácil" inicialmente, hoy le "llena de alegría" haberla tomado.

Como Díaz, trata de movilizar a los votantes y recuperar el espíritu por el que lograron reeditar el Gobierno de coalición tras el 23-J, y en su entorno afirman que sí entregará su acta, aunque no aclaran cuándo. Su predecesor, Antón Gómez-Reino, no lo hizo, y mantuvo su escaño tras quedar fuera del Parlamento gallego. Tampoco se pronuncia sobre quién debería sustituirla al frente del grupo parlamentario.

Sí reconoce la "altura de miras" del resto de fuerzas para intentar construir "un espacio de unidad". Aunque asume que esa unidad está en manos de las organizaciones "autónomas", que deberán pronunciarse estos días. Y mientras el voto de EU parece claro, el de Podemos no lo estará hasta este sábado.