Los críticos de Podemos Galicia desafían a la dirección por su apoyo a Yolanda Díaz

El choque entre Yolanda Díaz y Podemos es un fenómeno con epicentro en Madrid y réplicas desiguales en el resto de España. Si hay un territorio periférico singular, ese es Galicia, feudo de la vicepresidenta segunda del Gobierno, con la formación morada liderada por uno de sus más estrechos colaboradores: Antón Gómez-Reino. Pero la defensa del proyecto Sumar no será fácil para el diputado de Galicia en Común, que se ha encontrado en parte de la militancia una férrea oposición a la confluencia con Díaz. La división se produce en vísperas del proceso de primarias para renovar la dirección del partido y cristalizará en una candidatura alternativa, menos amable con la plataforma electoral de la ministra de Trabajo.

El apoyo explícito de Reino al proyecto de Díaz no solo le aleja de la estrategia de distanciamiento marcada por la cúpula del partido morado y por Pablo Iglesias, sino que amenaza su liderazgo. Un grupo de militantes de Podemos Galicia trabaja una candidatura alternativa para el proceso de primarias que desencadenó el pasado miércoles el propio secretario general. Le acusan de haber llevado la organización "a la desaparición" y de situarse más próximo a las aspiraciones políticas de la vicepresidenta que a la dirección de su propia formación política.

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El proceso de primarias en Galicia se pone en marcha este lunes y finalizará el 15 de diciembre. Al convocarlo, Antón Gómez-Reino festejaba la supuesta unión en el seno del partido: "Atrás quedan en Podemos Galicia tiempos de divisiones". El presumible candidato a la reelección se mostraba agradecido a la militancia por comprender "la importancia de la unidad y de la diversidad" y repasaba en un comunicado algunos de los éxitos de la formación morada en Galicia. Pero esa visión optimista de la situación interna en el feudo de Yolanda Díaz contrasta con el de un grupo de críticos con el que muy probablemente se verá las caras en las primarias, que a las diferencias estratégicas que arrastraban unen ahora su rechazo a lo que consideran una subordinación de Podemos a Sumar.

La pugna que se ventilará en las próximas semanas tiene un marcado carácter simbólico, porque en Galicia están los orígenes políticos de Yolanda Díaz y es donde experimentó por primera vez una confluencia de izquierdas como la que ahora impulsa con Sumar. Fue en 2012 con Alternativa Galega de Esquerda, un experimento que debutó en las autonómicas de ese año con 9 diputados y un 14% de los votos. Fue una campaña para la que fichó como asesor a un todavía desconocido Pablo Iglesias, con el que entablaría una estrecha amistad.

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Pero ahora que esa amistad se resquebraja, el líder de Podemos Galicia tuvo que decidir entre situarse del lado del exvicepresidente o de la ministra. Optó por lo segundo. Enfrente, el movimiento en favor de las tesis de Iglesias está nucleado en torno a un grupo de inscritos aglutinados bajo el nombre de Rexurdir Podemos Galicia (Resurgir Podemos), que recriminan a Gómez-Reino que hable en nombre de la organización cuando su mandato debía expirar el pasado mes de octubre, al cumplirse cuatro años del proceso en el que se impuso a la fundadora del partido Carolina Bescansa. No es el único reproche que le hacen al actual secretario general, al que atribuyen el fracaso en las elecciones autonómicas de 2020, cuando la coalición Galicia En Común encabezada por Reino no logró representación en el Parlamento.

La apuesta por Yolanda Díaz del actual secretario general de Podemos Galicia se visualizó ya en septiembre, cuando acudió en Folgoso do Courel (Lugo) al primer acto de la vicepresidenta en su comunidad autónoma para presentar el proyecto Sumar. Allí, Reino desconcertó a sus críticos al mostrar su "total sintonía" con la ministra y asegurar que no contempla "un escenario distinto" a una candidatura conjunta en la comunidad de cara a las autonómicas gallegas de 2024. "Otra cosa no tendría sentido", apunta.

Las alianzas de la organización, explica Busqué, deben ser debatidas en asamblea, por lo que su líder no puede "prefijar la posición" del partido

La oposición al previsible aspirante a la reelección está formada por unos 70 militantes de las cuatro provincias. Su portavoz, Gonzalo Busqué, reconoció públicamente su sorpresa por las declaraciones de Gómez-Reino, que a su juicio reducen a Podemos Galicia a la condición de "apéndice de Sumar". Las alianzas de la organización morada, explica Busqué, deben ser debatidas en asamblea, por lo que su actual líder no puede "prefijar la posición" del partido, especialmente cuando la dirección nacional de Podemos muestra "cierta prevención ante las dudas del proyecto".

El temor a que Podemos se desvanezca y termine diluyéndose en el proyecto Sumar es la principal razón que esgrimen los críticos para promover una candidatura alterativa, pero hay más, y no solo electorales. Al diputado de Galicia en Común se le recrimina no estar "en el día a día" de la organización, lo que ha llevado a una "desactivación" de la militancia. Según datos del grupo de Busqué, solo existan 65 círculos activos en Galicia, comunidad en que cuenta con "un 30% menos" de inscritos que en la media del Estado.

"Gómez-Reino es de facto una persona que ha cumplido su mandato como coordinador de Podemos Galicia, y su situación de interinidad lo deslegitima para realizar ninguna manifestación pública en nombre de Podemos", zanjan los críticos.