Bildu aspira a devorar a Podemos en Euskadi: "Iglesias lo ha inflado"

Los riesgos de sobrealimentar a EH Bildu ya habían sido advertidos a Pedro Sánchez desde su partido y desde el PNV, pero también desde Elkarrekin Podemos, que, según las últimas encuestas, retrocederá en Euskadi el 28-M frente al auge de los abertzales. Fuentes de la formación morada, así como exdirigentes de Elkarrekin Podemos, señalan el rol jugado desde la cúpula en Madrid para explicar este desgaste, y afirman que, casi desde el principio de su andadura como formación política, "Pablo Iglesias ha inflado a Bildu". "Nunca quisieron tener un Podemos fuerte en Euskadi y Cataluña", aseguran, y optaron por fortalecer a una fuerza que pesca en el mismo caladero de votantes, colocándolos en una posición de "total subalternidad".

Sostienen que desde Madrid se compró, hace años, la visión "romántica" de tener como "referentes" a formaciones de la izquierda soberanista en ambos territorios, y hoy afirman que les toca pagar las consecuencias de esta decisión. Según el Sociómetro publicado este fin de semana, el PNV revalidará sus victorias en las juntas generales y en las capitales, aunque Bildu acortará distancias y crecerá en todas las plazas. Sumará un concejal más en Bilbao, otro en San Sebastián y otro en Vitoria. Elkarrekin Podemos, coalición en la que también participan IU y Alianza Verde, seguirá la tendencia opuesta, según los sondeos. La encuesta del Gabinete de Prospecciones Sociológicas del Gobierno de Euskadi apunta a que los morados perderán una media de dos puntos y medio en las elecciones forales, y se dejarán un concejal en las principales ciudades en las municipales. En Gipuzkoa, Bidu subiría 1,5 puntos, Podemos se dejaría dos (33,1% para los abertzales, 7% para Podemos); en Bizkaia, Bildu se haría con el 22%, dos puntos más que en la anterior cita, y los morados se dejarían más de un 3% de los votos, aterrizando en un 7%.

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En lo que toca a las alcaldías, Bildu ganará un concejal en Álava (7), empatando con el PNV, y Podemos bajará de tres a dos concejales. En San Sebastián, Bildu sumará hasta los siete concejales, y los morados pasarán de tener dos representantes a contar con un único edil. Y en el Ayuntamiento de Bilbao, también se repetiría este esquema: Bildu sumaría un concejal y empataría con el PSE, con cinco ediles, muy lejos de los 14 del PNV. Elkarrekin Podemos perdería otro, quedándose con dos representantes. El último sondeo del CIS apunta incluso que Bildu adelantaría a los socialistas y podría aspirar hasta a siete concejales; los morados perderían algo más de medio punto, pasando del 10,5% al 9,9% de los votos. El partido abertzale sacaría el doble: un 19,7% de los sufragios.

Entre las filas de la representación de Bildu en el Congreso, aunque recuerdan que no acostumbran a valorar encuestas, sí afirman que la tendencia “es al alza en todos los sitios”. "Creceremos y seremos más que nunca", abundan. En la última semana, la inclusión de 44 personas condenadas por su vinculación con el terrorismo en las listas abertzales a las elecciones del 28-M han puesto en una posición incómoda a los dirigentes de Podemos, en Euskadi y en Madrid. Después de dos días de silencio, y ante el enorme revuelo mediático generado, el candidato a la alcaldía de San Sebastián, Víctor Lasa, salió a criticar esta decisión, y horas después fue secundado por la coordinadora de Podemos en Euskadi, Pilar Garrido.

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La dirección estatal, que inicialmente no quiso criticar a los abertzales, acabó asumiendo, en boca de su número dos, Irene Montero, el discurso del ex secretario general y diputado Roberto Uriarte, ante una situación que en Madrid se ha despejado aludiendo a la voluntad de la derecha de usar el dolor de las víctimas de ETA con intenciones electoralistas, pero que en el territorio requirió de una respuesta contundente. Montero dijo apoyar la petición de Uriarte a Bildu, para que retire de sus listas a los condenados por delitos de sangre.

Euskadi fue un símbolo para Podemos en sus primeras elecciones generales, cuando logró ser primera fuerza con un 26,02% de los votos y cinco diputados. En los comicios de noviembre de 2019 lograron tres: el de Garrido, el de Uriarte y el de Juantxo López de Uralde, de Alianza Verde. En el declive, a efectos de foco mediático, una parte tiene que ver con la estrategia de Sánchez de engordar a Bildu en detrimento del PNV, especialmente visible en las últimas semanas a cuenta de la ley de vivienda.

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La otra pata de este crecimiento, explican exintegrantes de la dirección morada en Euskadi, se deja ver en una hoja de ruta política que consideran errática. Y ha habido decisiones y declaraciones desde Madrid muy difíciles de entender para los morados en Euskadi. Las palabras de Iglesias en RAC 1, avalando el modelo educativo de las ikastolas, en abril, generó malestar en una parte del partido que considera que la defensa incondicional de la escuela pública es una de sus diferencias de peso con Bildu, con una posición más compleja en lo que toca a estas escuelas concertadas.

Ni entre los exdirigentes, ni tampoco en la actual dirección, quisieron asumir estas palabras de Iglesias. Hasta el punto de que Ander Jiménez, coordinador de Elkarrekin Podemos en el Parlamento vasco, respondió horas después que estas escuelas "son centro de segregación por origen y clase social". "Las concertadas, todas, son centros elitistas que dan la espalda a la realidad social y cuya existencia produce auténticos guetos", afirmó en redes sociales.

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Interpretan, además, que la cúpula en Madrid siempre ha leído Euskadi sin renunciar a esa óptica estatal, que tampoco creen que haya sido contrarrestada en el territorio. No han sabido dar con la estrategia adecuada, afirman, mientras Bildu iba virando, centrándose cada vez más en lo social, en detrimento de los mensajes soberanistas. "Se ha ido haciendo más y más pequeño", abundan. El 9 de mayo, el diario Naiz publicó un artículo de opinión de Nagua Alba, ex secretaria general en Euskadi (marzo de 2016-diciembre de 2017), pidiendo el voto para Juan Karlos Izagirre (Bildu) en San Sebastián.

"Cuando escucho a nuestro anterior alcalde, Juan Karlos Izagirre, proponer medidas como el blindaje del uso residencial de las viviendas; medir el grado de saturación de los barrios y el nivel de vulnerabilidad de la población residente; el fomento de la vivienda protegida, o que se garantice la aplicación de la ley de vivienda declarando zona tensionada toda aquella que cumpla las condiciones, recupero la esperanza de que otra Donostia es posible". Son propuestas idénticas a las de Podemos, que en Euskadi ha tenido cuatro secretarios generales en apenas nueve años de vida política. Alba, en su día alineada con las tesis de Íñigo Errejón, llegó a reconocer que su partido le había puesto "palos en las ruedas" durante su mandato. Lander Martínez, su sucesor entre 2017 y 2020, está hoy vinculado a Sumar. Y Garrido defiende abiertamente su apuesta por la imprescindible unión con la plataforma de la vicepresidenta segunda.

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De hecho, otra de las claves de esta situación tiene que ver con Yolanda Díaz, y se hace especialmente visible en Cataluña, donde el exvicepresidente segundo y Podemos no dejan de mostrar su gran sintonía con ERC, obviando a menudo a su referente catalán, los comunes, firmes aliados de Díaz. En Euskadi, critican que, cuando se aprobó la reforma laboral, el partido marcó un perfil "muy bajo", que fue incapaz de ocupar el espacio político que le dejaron Bildu y el PNV.

Por su parte, Díaz ha llevado su reivindicación de la reforma a su primer mitin de campaña con Ada Colau, en Barcelona, el sábado, para cargar contra ERC. Colau está alineada con Díaz y cada vez más lejos de los morados, mientras la dirección de Ione Belarra, y en particular su predecesor, no deja de dedicar gestos a Esquerra Republicana y a los abertzales. En Euskadi, Bildu sigue avanzando.