Es noticia
Preocupación en el PSOE por la guerra entre Podemos y Sumar en las próximas elecciones
  1. España
RUPTURA DE LA IZQUIERDA

Preocupación en el PSOE por la guerra entre Podemos y Sumar en las próximas elecciones

La salida de los morados del Ejecutivo deja mucha paz. Los socialistas asumen que deberán negociar su apoyo y, aunque no inquieta que rompan la disciplina, sí la división de la izquierda

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, junto a los exministros Alberto Garzón y Ione Belarra, en la toma de posesión de la nueva ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, junto a los exministros Alberto Garzón y Ione Belarra, en la toma de posesión de la nueva ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El ansiado entendimiento entre Yolanda Díaz y Podemos, por el que Pedro Sánchez trabajó activamente, se va al garete. El presidente del Gobierno siempre fue consciente de que necesitaba que se presentaran juntos a las elecciones generales para tener opciones de reeditar el Ejecutivo de coalición. Tanto, que cuando decidió convocar las elecciones el 23-J, en la conversación que mantuvo con la vicepresidenta antes de hacer el anuncio, le transmitió que era vital que cerraran un pacto.

Díaz se resistía, pero al final hubo acuerdo. Ha durado poquísimo. La ruptura es una evidencia desde hace meses. Pero resulta indisimulable después de que los morados se hayan quedado sin hueco en el nuevo Ejecutivo. La mayor preocupación de los socialistas ahora no es qué harán los cinco diputados durante esta legislatura, si romperán la disciplina de voto, sino qué efectos tendrá la división en las próximas citas electorales, gallegas y vascas.

Que se presentarán a las europeas en solitario, con Irene Montero de cabeza de cartel, casi se da por descontado. Es lo de menos. Lo que inquieta es el impacto de esa fractura en los territorios mientras las dos marcas convivan. En el PSOE, admiten que "volver a separar el voto en las elecciones que tendremos el año que viene" es lo que más "preocupa" del enfrentamiento entre Sumar y Podemos. "Eso es algo que se debe reflexionar, porque si la izquierda va dividida, las posibilidades de cambio se esfuman en muchos sitios", señalan.

Los socialistas no entendieron que Yolanda Díaz esquivara un acercamiento en las elecciones autonómicas y municipales y preparar así el terreno de las generales. En aquellos meses, Sánchez preguntaba continuamente si había o no avances y hasta José Luis Rodríguez Zapatero ejerció de mediador entre la vicepresidenta y Pablo Iglesias. Es cierto que ahora, en esta nueva etapa, el presidente no quería a Irene Montero en el Gobierno y desde el principio dejó claro que el PSOE recuperaría el Ministerio de Igualdad. Pero no se oponía a que otras personas de Podemos formaran parte del nuevo Ejecutivo, incluso con un ministerio.

Foto: La secretaria general de Podemos, Ione Belarra. (EFE/Sergio Pérez)

Díaz no lo ha permitido y la postura en el PSOE es que ella deberá bregar con las consecuencias de esa decisión: "Es algo que tienen que hablar en Sumar". Pero ni en Ferraz ni en la Moncloa evidencian temor de que los cinco parlamentarios de Podemos puedan votar de manera autónoma. Recuerdan que les compromete el acuerdo programático suscrito y el apoyo a un Gobierno que hará "políticas progresistas", en referencia a que salirse del bloque supondrá aliarse con PP y Vox. Sobre si tendrán que negociar su apoyo por separado, al margen de Sumar, tampoco exhiben una gran inquietud: "Estamos acostumbrados a dialogar".

La marcha de Podemos deja mucha paz

Este martes no era el mejor día para contemporizar sobre los problemas con Podemos, tras la sonora despedida de Montero como ministra en el acto de intercambio de carteras con la nueva titular de Igualdad, Ana Redondo. La dirigente culpó de manera explícita a Sánchez de echarles del Gobierno y dijo adiós al cargo en medio de enormes reproches. En el Ejecutivo, reconocen que su salida genera mucha calma. La ya exministra de Justicia Pilar Llop contó en su última intervención que Ángel Gabilondo le dijo una frase "muy interesante": "En los sitios hay que saber estar, pero sobre todo hay que saber irse". Aplicada a las ministras moradas, toda el ala socialista la comparte, aunque no se haga sangre con ello y solo se pretenda pasar página cuanto antes.

La cohabitación con Irene Montero y Ione Belarra se había hecho muy difícil y las diferencias políticas ya afectaban a la relación personal entre los miembros del Gobierno. Ahora el objetivo es que todo sea más llevadero con Sumar y que el Ejecutivo de coalición no sea una constante fuente de ruido y conflicto. Aunque el elemento Podemos y su impacto electoral no se pierde de vista en Ferraz.

Sumar busca su encaje territorial

La preocupación sobre la disgregación de la izquierda es reconocida también en el espacio. En Sumar, hay dirigentes que muestran su hartazgo e incluso alivio por el alejamiento de Podemos. Pero figuras de peso en el partido de Ione Belarra, como Juan Carlos Monedero, advierten públicamente del riesgo que correrían en su espacio político de consumarse el divorcio entre su formación y Sumar, informa Alejandro López de Miguel.

Tanto en Euskadi como en Galicia, Sumar tiene intención de presentarse con sus siglas, y ya trabaja para conformar sujetos políticos propios en ambos territorios. La construcción está más avanzada en el primero, todavía a nivel casi subterráneo, mientras Podemos reivindica la coalición Elkarrekin como el modelo de referencia vasco. La líder morada en la región, Pilar Garrido, presumía del empuje de los suyos en la alianza que conforman con IU, Equo y Alianza Verde. El plan de Sumar es englobar a todo el que esté dispuesto a unirse bajo sus siglas, y los morados ya plantean abiertamente lo propio.

Foto: Mónica García y Yolanda Díaz. (EFE/Rodrigo Jiménez)

A falta de lo que decidan hacer IU y Equo —Alianza Verde suele estar más cerca de las tesis moradas—, el 23-J solo sacaron un único diputado por Euskadi, Lander Martínez (tenían tres), después de registrar un importante desplome en las municipales del 28-M. Pasaron de contar con 74 concejales y 17 junteros (2019) a apenas 49 ediles y siete junteros.

En Galicia ya son una fuerza extraparlamentaria desde 2021, aunque Yolanda Díaz aspire a ser profeta en su tierra. Lo son desde 2019, aunque el 23-J lograron salvar los dos escaños logrados en los anteriores comicios, por A Coruña y Pontevedra. Hay voces del espacio que interpretan que sería más factible el pacto Sumar-Podemos en esta región que en Euskadi, aunque en la primera tienen menos avanzados los trabajos.

El ansiado entendimiento entre Yolanda Díaz y Podemos, por el que Pedro Sánchez trabajó activamente, se va al garete. El presidente del Gobierno siempre fue consciente de que necesitaba que se presentaran juntos a las elecciones generales para tener opciones de reeditar el Ejecutivo de coalición. Tanto, que cuando decidió convocar las elecciones el 23-J, en la conversación que mantuvo con la vicepresidenta antes de hacer el anuncio, le transmitió que era vital que cerraran un pacto.

PSOE Unidas Podemos Yolanda Díaz Yolanda Barcina
El redactor recomienda