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Sánchez y Díaz ignoran los órdagos de Podemos: "No van a desmontar Galapagar S.L."
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Pugna en la coalición

Sánchez y Díaz ignoran los órdagos de Podemos: "No van a desmontar Galapagar S.L."

Moncloa da por hecho que apoyarán la investidura y aceptarán que Irene Montero no sea ministra. Los morados estudian cómo pasar al grupo mixto y mantener las subvenciones de Interior

Foto: Firma del acuerdo entre PSOE y Sumar para la investidura. (Reusters/Susana Vera)
Firma del acuerdo entre PSOE y Sumar para la investidura. (Reusters/Susana Vera)

El pacto entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz marca un hito más en el camino que desde la noche del 23 de julio emprendió el presidente en funciones para repetir en el cargo. Durante la semana entrante se acelerarán las negociaciones. Al margen de cerrar flecos con los independentistas catalanes, los otros socios también ponen precio a sus votos. En el lado de Sumar la crisis con Podemos no ha hecho más que empezar. Si esta semana desde la formación morada denunciaban que no habían sido informados de los términos en que se había cerrado la coalición con el PSOE, a partir de ahora se intensificará la presión con el único objetivo de que Irene Montero repita como ministra de Igualdad o busque una cortada para irse.

En el pico más alto de los reproches, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, amagó con romper la disciplina de voto y boicotear la investidura de Sánchez. A Pablo Iglesias se le ha escuchado decir que sus cinco diputados valen tanto como los del PNV, pero su órdago no preocupa ni a Sánchez ni a Díaz. "No van a poner en riesgo el Galapagar S.L.", apuntan desde Moncloa, donde nunca han temido que el exvicepresidente pueda volver a forzar una repetición electoral.

El argumento, más allá del riesgo de desaparecer si forzasen elecciones para el 14 de enero, pasa por que en el entorno de Sánchez y Díaz comparten que Iglesias ha hecho de su aspiración de ser el "Federico Jiménez Losantos de la izquierda" un modo de vida que no podría mantener si rompe la baraja. El núcleo de Galapagar es cada vez más reducido y su ascendencia, menor. Las decisiones las toman entre Iglesias, Montero, Belarra y Juanma del Olmo. El último en caer en desgracia ha sido Juan Carlos Monedero, que se atrevió a bendecir que la cuota ministerial de los morados podía recaer en alguien diferente de la ministra de Igualdad en funciones.

La orden es clara: "O Irene o nadie". De aquí las presiones a las que se viene sometiendo a Nacho Álvarez para que decline ser ministro si la líder de Sumar se lo ofrece. El número dos del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha estado en los detalles del intercambio de propuestas con el PSOE para cerrar un documento que su "jefa", Belarra, calificaba de "insuficiente". Álvarez ha pasado a la lista negra de Galapagar por su buena sintonía con Díaz y se le acusa de "traidor".

Foto: Imagen de archivo de Yolanda Díaz, Pablo Iglesias y Ione Belarra. (EFE/Mariscal)

Dentro del plan puesto en marcha por Iglesias se llegó a sopesar hacer naufragar la investidura de Sánchez en busca de un "golpe de efecto" que a estas alturas solo se ve posible en el caso de Carles Puigdemont. Podemos estirará el victimismo al máximo para marcar perfil propio. Fuentes del partido confirman que han empezado a sondear sobre qué fondos les corresponderían en caso de que los cinco diputados dejasen el grupo parlamentario de Sumar para irse al Grupo Mixto. Hasta ahora siempre se había descartado esta posibilidad.

Las arcas de Podemos no pasan por su mejor momento. Al varapalo en las elecciones autonómicas del 28 de mayo hay que añadir que los morados han sido el partido que más dinero en subvenciones ha perdido respecto a la legislatura pasada. Ha pasado de ingresar 5.178.517,39 euros, según los datos facilitados por la formación, a 1.621.709,65 euros. Es decir, percibirá casi tres millones y medio menos. A Sumar le corresponden 7.050.911,53 euros por escaño y votos, teniendo en cuenta lo que percibe del Ministerio de Interior y del Congreso de los Diputados. De esta cantidad, a Podemos le corresponde el 23 por ciento atendiendo al acuerdo que cerró en junio con Díaz.

Foto: Ada Colau y Pablo Iglesias, en 2019. (EFE/Emilio Naranjo)

En el citado pacto se estableció una cláusula anti transfuguismo por la que si alguna de las 14 formaciones que conforman Sumar pasaban al Grupo Mixto dejarían de percibir su asignación. Hasta el momento, este ha sido la principal baza de Díaz para amarrar a los de Iglesias. De hecho, Ada Colau invocó este punto referente a la financiación cuando los morados amagaron con desentenderse del pacto PSOE-Sumar. La exalcaldesa de Barcelona les recordó que se quedarían sin los fondos.

Para Podemos el desenlace no está tan claro y están sondeando la jurisprudencia tomando la letra pequeña del documento que solo habla de la asignación del grupo parlamentario que dejarían de percibir automáticamente. Con este resquicio, los morados si pasan al Mixto podrían pedir a Interior la subvención que otorga este departamento por los gastos de funcionamiento de los partidos políticos, que además representa la parte más importante de los 1,6 millones que ingresan. En este punto, Sumar y Podemos acabarían previsiblemente en los tribunales si Díaz se dirigiese al ministro Fernando Grande-Marlaska para redistribuir los fondos y dejar fuera a los morados.

Iglesias quiere tener atados todos los escenarios e irá dosificando sus posiciones. El próximo pulso serán los ministros. Sánchez y Díaz no cederán en ningún caso con Montero, que prepara su candidatura a las europeas al margen de Sumar como forma de mantenerse en política y reivindicar su autonomía. En este punto podría ser Díaz la que expulsase a Podemos por deslealtad. Todo está por escribir.

El pacto entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz marca un hito más en el camino que desde la noche del 23 de julio emprendió el presidente en funciones para repetir en el cargo. Durante la semana entrante se acelerarán las negociaciones. Al margen de cerrar flecos con los independentistas catalanes, los otros socios también ponen precio a sus votos. En el lado de Sumar la crisis con Podemos no ha hecho más que empezar. Si esta semana desde la formación morada denunciaban que no habían sido informados de los términos en que se había cerrado la coalición con el PSOE, a partir de ahora se intensificará la presión con el único objetivo de que Irene Montero repita como ministra de Igualdad o busque una cortada para irse.

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