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Sumar cree que Irene Montero maniobra para ir por separado a las elecciones europeas
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Comicios en junio de 2024

Sumar cree que Irene Montero maniobra para ir por separado a las elecciones europeas

La confianza está rota y distintas fuentes interpretan que no hay opción de reconstruir puentes. En la coalición ya ha habido conversaciones informales sobre las listas al Europarlamento

Foto: Yolanda Díaz, Irene Montero y Enrique Santiago. (EFE/Kiko Huesca)
Yolanda Díaz, Irene Montero y Enrique Santiago. (EFE/Kiko Huesca)

Yolanda Díaz dijo hace semanas que las elecciones europeas de junio de 2024 son las "más importantes" del año próximo. Y sus aliados dentro de la confluencia Sumar ya conversan para explorar este escenario, la prueba de fuego para la alianza. Fuentes de estas organizaciones que confluyen en la plataforma reconocen a El Confidencial estos contactos, todavía iniciales, así como la relevancia de esta cita, para la que la vicepresidenta segunda ensaya una suerte de equilibrio por el que tendrían un pie en dos grupos distintos en el Europarlamento: los Verdes y la Izquierda. Distintas voces de la formación, además, advierten de que Irene Montero maniobra ya para postularse como candidata de Podemos y concurrir en solitario.

Es una hipótesis presente en varias conversaciones sobre la hoja de ruta en relación a Bruselas, un escenario que hace meses nadie quería contemplar, y al que hoy le otorgan crédito. Incluso hay fuentes moradas que apuestan por esta posibilidad. Fue el propio Juan Carlos Monedero, cofundador del partido, quien abrió el melón hace un par de semanas con un artículo de opinión en Público, planteando que Podemos debe aclarar si concurrirá en solitario a las europeas. "Como forma de decirle a Sumar cuántos apoyos reales tiene, con los riesgos que eso implica", apuntó. La mecánica de este tipo de comicios acompaña: todo el país funciona como una única circunscripción, sin provincias, y, por tanto, cada uno de los escaños en disputa cuesta exactamente los mismos votos.

Foto: La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero (d), conversa con la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 en funciones, Ione Belarra. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Para que pueda darse este escenario, sin embargo, aún hay etapas por quemar. Primero, el destierro definitivo de Montero en el nuevo Gobierno. Ya fue apartada de las listas de Sumar al Congreso y las formaciones alineadas con Díaz no contemplan que repita como ministra de Igualdad. Después habrá margen para debatir sobre la reedición de la coalición de izquierdas, nacida al calor de las elecciones generales anticipadas, y en la que Podemos se esfuerza por mostrarse más que incómodo. No hay previsión de que abandonen la coalición ni el grupo parlamentario —se llevan el 23% de los recursos—, pero otra cosa es el camino a seguir ante una nueva cita electoral que les permitiría relanzar a Montero, su "principal activo político". Y que está cargada de capital simbólico, toda vez que el partido entró en las instituciones en las elecciones europeas de 2014, logrando cinco eurodiputados, pese a partir de la nada. Ni siquiera tenían estructura.

La confianza, como aseguran desde ambas partes, está rota, y distintas fuerzas dentro de la coalición interpretan que no hay opción de reconstruir puentes. Otra cosa es que alguna de ellas vaya a oficializarlo antes de que Pedro Sánchez revalide la Moncloa. Entre los aliados de Díaz, además, creen que Podemos está generando un relato favorable, el caldo de cultivo que justifique que vuelvan a concurrir en solitario, como rivales de la vicepresidenta en funciones. Los morados llevan tiempo desmarcándose de las posiciones de la líder de Sumar y de su forma de hacer política, mientras dosifican sus reproches. La novedad es el frente abierto la semana pasada, que pasa por cuestionar a los Verdes europeos, una referencia clara para Díaz, y por dejar claro que sus homólogos en la UE, como los de IU, son los del grupo de la Izquierda.

Foto: Yolanda Díaz y Aitor Esteban. (EFE/Mariscal)

El martes, en un acto de este grupo parlamentario europeo en el Congreso de los Diputados, Ione Belarra ya advirtió a Díaz de que en sus filas tienen a la Izquierda "como referencia política", mientras reclamaba "claridad ideológica" para "frenar a las derechas". Minutos después, Javier Sánchez Serna, coportavoz de Podemos, se refirió a los Verdes como puntales del "bipartidismo", por ayudarles a situar como comisario de Acción por el Clima en la UE a Wopke Hoekstra, exministro neerlandés que trabajó en Shell, una de las empresas "más contaminantes del mundo". Tradicionalmente, Unidas Podemos se ha encuadrado en el grupo de la Izquierda desde sus orígenes, aunque Ernest Urtasun (comunes) se presentara en sus listas en las últimas elecciones y después se uniera a los Verdes. Hoy es vicepresidente de este grupo, en el que ya se encuadró en su anterior etapa como eurodiputado, cuando concurrió junto a IU, en representación de ICV.

El momento de afrontar la articulación de una candidatura y la elaboración oficial de las listas no llegará hasta tiempo después de haber formado Gobierno, si finalmente lo consiguen. Será entonces cuando prevén que Podemos ponga las cartas sobre la mesa, una vez hayan gastado su última mano. En mitad de la negociación programática con el PSOE, que se prolongará durante todo el mes de octubre, Sumar insiste en que aún no hay conversaciones formales sobre los nombres de quiénes ostentarán los ministerios del futurible Ejecutivo de coalición.

Foto: Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. (Europa Press/Carlos Luján) Opinión
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Sí hay fuerzas, entre ellas Podemos e IU, que ya han reclamado formar parte del nuevo Gabinete. Incluso que han puesto nombres sobre la mesa, como ocurre con Montero o como pasó con Mónica García, líder de Más Madrid, para el Ministerio de Sanidad —una opción que varias fuentes consideran prácticamente descartada hoy—. Cuando Sumar decida explicitar que Montero no será ministra de Igualdad, una cartera que el PSOE se resiste a dejar de nuevo en manos del socio minoritario, la dirigente morada tendrá las manos libres para actuar.

Los morados cada vez son más contundentes al exponer sus diferencias con la vicepresidenta segunda. Las explicita Belarra cuando afirma que el discurso de Díaz sobre el "ruido" en política hace que hoy sea "rehén" de estos postulados, que sus advertencias al PSOE no son creíbles y que tiene una "muy limitada" capacidad para presionar a Pedro Sánchez en la negociación del acuerdo de coalición. La secretaria general morada se pronunció el jueves en Canal Red, la televisión de Pablo Iglesias. En paralelo, su publicación hermana, Diario Red, aprovechaba al arranque de la semana pasada para destacar las diferencias entre Podemos y la familia de los Verdes europeos, y para diagnosticar que Díaz se siente más cómoda con la forma de hacer política de los segundos. El grupo de cuya dirección forma parte Urtasun, portavoz de Sumar desde la campaña hasta hoy.

Aunque lejos de esta cita, Urtasun suena como potencial cabeza de lista, como reconocen distintos aliados, y se da por hecho que un futurible eurodiputado de IU podría inscribirse en el grupo de la Izquierda. El planteamiento de Sumar hoy es tener un pie en cada uno de estos grupos, y así lo escenifica la vicepresidenta segunda en funciones. Si hace un par de semanas participó en unas jornadas de los Verdes, en Madrid, hizo lo propio en las que preparó el grupo de la Izquierda este mismo miércoles. Sumar, dijo Díaz, es "la casa común de las fuerzas transformadoras, y ahora nos toca darnos la mano para seguir caminando juntas en Europa". "Creo que la Izquierda europea es central en ese proyecto", apostilló.

Foto: El exlíder de Podemos Pablo Iglesias. (EFE/Kai Forsterling)

"Que el objetivo de Yolanda Díaz es llevar la izquierda española a la familia verde europea es una evidencia y es algo que gusta a los partidos que más la apoyan —Esquerra Verda (ex-ICV) y Más Madrid—, pero podría acelerar el fin de algo que pudiera llamarse izquierda española. Que la familia de la izquierda europea solo estuviera representada en el Estado por Bildu y el BNG no sería una buena noticia", reza el editorial de la web que integra el proyecto mediático de Iglesias, publicado hace una semana.

También defiende que Podemos "y las formaciones políticas del Estado que participen en la familia de la izquierda europea" deben seguir criticando a la OTAN, "a las lógicas de guerra, y que la defensa de los derechos humanos de las personas migrantes y solicitantes de asilo esté presente junto al feminismo combativo y transformador". "Y además decir que luchar contra la crisis climática no es compatible con la ideología neoliberal y que no puede disociarse de la crítica al sistema económico que la genera. No es solo una cuestión de principios, es también una cuestión electoral", abunda el texto.

Foto: Pedro Sánchez, Nadia Calviño y Yolanda Díaz. (EFE/Kiko Huesca)

Este interés por destacar las diferencias con los Verdes, según distintos aliados de Díaz, es una forma de preparar el camino para lo que viene. Un divorcio político que no sorprendería a ninguna de las partes, después de un enlace de conveniencia de cara a las elecciones generales. Podemos ya deja ver que se considerará representado dentro del nuevo Gobierno solo si Montero u otra persona de su elección lo integra. Si esto no ocurre, apoyarán la investidura de Pedro Sánchez, pero a partir de ahí encarecerán el coste de sus cinco votos y se comportarán como una fuerza autónoma.

La decisión del candidato socialista de estirar las negociaciones a lo largo de este mes, y su intención de acudir al pleno de investidura en noviembre, puede hacer que se solapen otros tiempos. Podemos ha abierto un inusitado proceso para construir su nueva hoja de ruta política, a partir de un documento elaborado por el núcleo duro de Belarra, no por el máximo órgano de dirección, el Consejo Ciudadano Estatal. Belarra entiende que hay que actualizar el rumbo con el que se presentó a la secretaría general en 2021, pero es la dirección estatal la que decide sobre las enmiendas a incorporar en el documento que ya dieron a conocer, y que verá la luz en su forma final el 4 de noviembre.

Foto: Ione Belarra e Irene Montero. (EFE/ Fernando Alvarado)

Solo dos días después de las generales del 23-J, Iglesias ya avisó a Díaz de que, de producirse una repetición electoral, le exigirían la celebración de primarias para elegir a los futuribles nuevos candidatos. Siempre fue una exigencia morada, a la que tuvieron que renunciar por el adelanto electoral. El borrador para establecer la nueva hoja de ruta es aún más claro: el partido buscará acuerdos electorales de unidad cuando "resulte útil, conveniente y eficaz desde el punto de vista político y electoral"; "exista respeto mutuo a la autonomía de las distintas fuerzas", y las listas se conformen "mediante primarias abiertas sin restricciones y sin vetos".

La primera parte es menos rotunda, pero Podemos ya está advirtiendo de que la estrategia de Díaz no es "electoralmente" inteligente. En lo que toca al "respeto mutuo a la autonomía", sus pronunciamientos contra la actuación de Sumar en el grupo parlamentario son reiterados. Y, sobre el tercero, ven muy difícil que la vicepresidenta segunda levante el veto a Montero para volver a ser ministra o de cara a unas elecciones europeas, si ni siquiera quiso que fuera en listas el 23-J. De entonces hasta ahora, la lista de agravios mutuos ha seguido creciendo. De momento, todas las partes se mueven con cautela, pero ya tienen muy presente el escenario de las elecciones europeas, en las que Díaz y Podemos podrían convertirse en rivales. La coalición no habría cumplido ni un solo año de vida.

Yolanda Díaz dijo hace semanas que las elecciones europeas de junio de 2024 son las "más importantes" del año próximo. Y sus aliados dentro de la confluencia Sumar ya conversan para explorar este escenario, la prueba de fuego para la alianza. Fuentes de estas organizaciones que confluyen en la plataforma reconocen a El Confidencial estos contactos, todavía iniciales, así como la relevancia de esta cita, para la que la vicepresidenta segunda ensaya una suerte de equilibrio por el que tendrían un pie en dos grupos distintos en el Europarlamento: los Verdes y la Izquierda. Distintas voces de la formación, además, advierten de que Irene Montero maniobra ya para postularse como candidata de Podemos y concurrir en solitario.

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