Feijóo despliega una ofensiva total sobre Sánchez para tensionar su investidura

Superada la experiencia fallida de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, el PP pasa a la acción y activa una campaña de presión sin cuartel a Pedro Sánchez, que tiene como objetivo tensionar su camino hacia la Moncloa y obstaculizar las negociaciones con sus socios, que ya de por sí son complejas. El partido sabe que el foco ahora está en los pasos que dé el presidente del Gobierno en funciones hasta que se enfrente a la confianza de la Cámara, y centrará todos sus esfuerzos en acentuar el desgaste al que se expone el líder socialista. Es también el principal motivo por el que Génova no remodelará su estructura hasta haber superado esta primera etapa. La oposición debe ser "total", dicen en la dirección de los populares. Sin distracciones.

La posible tramitación de una ley de amnistía y las prebendas al independentismo catalán constituyen el eje sobre el que despliegan su ofensiva. Pero Génova exprimirá políticamente otras cuestiones que pueden quebrar la unidad de acción en el bloque de la izquierda. El ataque terrorista de Hamás contra civiles israelíes y la escalada de violencia en Oriente Medio ha provocado reacciones de todo tipo, y entienden en el PP que la división de criterios sobre el conflicto entre Sánchez —que además ocupa la presidencia del Consejo de la UE— y el resto de socios parlamentarios puede resucitar tensiones internas, como ocurrió con la postura del PSOE con el plan marroquí sobre el Sáhara Occidental.

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En este sentido, el PP registró este martes sendas peticiones de comparecencia en Congreso y Senado para exigir la comparecencia "urgente" del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para que explique la "posición del Gobierno en funciones ante este conflicto", ya que, según los populares, no ha existido una postura "unánime". En las últimas 48 horas, Génova ha alzado la voz contra la "equidistancia" de los socios de Sánchez, también de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, respecto al ataque terrorista en Israel, y ha acusado incluso a algunos de los aliados parlamentarios de los socialistas de "justificar" el atentado por su "cercanía" a Hamás.

Los populares registraron además una declaración institucional para que el Congreso condene formalmente "en sus términos más enérgicos" el ataque contra ciudades israelíes y reconozca, además, "el derecho de Israel a defender su territorio y su población conforme a la ley internacional". La portavoz parlamentaria de los populares, Cuca Gamarra, trasladó el texto a los portavoces del resto de grupos con el fin de conseguir su apoyo y forzar especialmente al PSOE a sumarse. La Mesa del Congreso dictaminó este martes que el escrito debe ser aprobado bien por la Junta de Portavoces o bien en un pleno en la Cámara Baja.

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Diferentes dirigentes del PP, entre ellos miembros de la dirección y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acudieron también este martes a una concentración de solidaridad ante la embajada de Israel. En este caso, fue el vicesecretario institucional, Esteban González Pons, quien volvió a verter presión sobre el Ejecutivo en funciones. "En el Gobierno de España se produce una contradicción irresoluble. Es el único de la Unión Europea que tiene a personas que están a favor de las víctimas conviviendo con otras que justifican a los verdugos", añadió. Fuentes de Génova insisten en que las distintas posturas sobre este conflicto pueden tener "importantes consecuencias" internas a solo unas semanas de que expire formalmente el plazo para formar Gobierno.

En lo relativo a la amnistía, el plan se centra en tres grandes ejes, empezando con la presión en la calle. En Génova tildan de "éxito" las movilizaciones en las que han participado hasta la fecha, especialmente la que convocó el propio Feijóo en Madrid en los días previos a su propia investidura para denunciar la hoja de ruta de Sánchez con el independentismo. En el PP, obvian las críticas procedentes de la Moncloa, desde donde acusan a Feijóo de "agitar la calle" de forma "desesperada", y le vinculan a las posibles pitadas que recibirá Pedro Sánchez durante el desfile militar del 12 de octubre.

Los socialistas insisten en pedir "respeto" a Feijóo y le exigen que no intente desestabilizar el proceso de investidura del candidato socialista por "sentido de Estado". Pero Génova no bajará la presión. "Ahora resulta que por apoyar una manifestación de la sociedad civil en Barcelona somos unos ultras y unos reaccionarios", se defendió el líder popular este martes durante una entrevista en esRadio. El PP advierte, además, de que "no renunciará" a protestar en la calle contra la amnistía a los condenados por el procés, una "deslegitimación del presente y del futuro" que, a juicio de los populares, quiebra el "principio de igualdad" entre españoles.

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El PP ha activado también la vía institucional y política de oposición a los planes de Sánchez con el independentismo. Los populares ya llevaron multitud de mociones a ayuntamientos y asambleas territoriales para forzar al PSOE a posicionarse sobre la amnistía, convencidos de que en las filas socialistas existen fisuras respecto al posible pacto de Sánchez y Puigdemont. Feijóo hará valer también su mayoría absoluta en el Senado como dique de contención a la agenda legislativa del PSOE, especialmente en lo relativo a las prebendas al independentismo. La Cámara Alta ya ha debatido y aprobado una moción contra esta medida, de la que el Grupo Socialista se desmarcó.

Este miércoles, además, está previsto que la Comisión General de Comunidades Autónomas que ha activado el PP eche oficialmente a andar y fije la fecha de las sesiones en las que desfilarán los presidentes regionales para fijar posición sobre la amnistía en el Senado. Así las cosas, líderes como Emiliano García-Page —uno de los barones más críticos con Sánchez— o Adrián Barbón serán convocados a este foro en plenas negociaciones para formar Gobierno. Los populares buscaban acelerar los plazos para que las comparecencias coincidiesen en el tiempo con el proceso de investidura de Sánchez, pese a que este no tiene aún un calendario definido para solicitar al Congreso su confianza.

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Feijóo se propone exprimir también la vía jurídica para desgastar a Sánchez, y ya ha avanzado que el PP llevará la posible ley de amnistía al Tribunal Constitucional. Los populares tampoco descartan elevar el asunto a Europa, al entender que la Justicia comunitaria puede tomar parte ante una decisión que, según los populares, vulnera el principio de separación de poderes. La formación lleva semanas trabajando en su armazón jurídico, pero esperará a tener un texto en firme para decidir el encaje y alcance de su denuncia.